Herminia da las últimas lecciones de vida a los Alcántara antes de morir en la temporada final de 'Cuéntame'

Herminia: El legado, así se titula el penúltimo capítulo de Cuéntame Cómo Pasó. En esta temporada hemos cambiado el modo de ver el mundo de los Alcántara, aunque seguimos escuchando la voz de Carlos en cada episodio, quién realmente nos ha enseñado cómo fueron los noventa y el inicio de los dosmil ha sido la abuela. A través de sus ojos, hemos visto como la familia más longeva de la televisión se iba rompiendo en pedazos por una herencia que ella misma nunca vio bien dar.

"Mi abuela apenas sabía las cuatro reglas y aprendió a leer muy tarde, pero no hubo ni un solo día de su vida en que no nos enseñara algo. Sus últimos meses no fueron una excepción, nos dio a todos una lección sobre cómo marcharse", comienza la voz de Carlos en el sexto tomo de la temporada.

Con el verano de 2001 llega la noticia de que los Alcántara se van de boda. María, la hija pequeña de Mercedes y Antonio se casa con el amor de su vida, Jorge. La médica aparece vestida de blanco ante los ojos de su hermana mayor, su madre, su padre y sobre todo su abuela, que nunca imaginó llegar al día de su boda. Antonio aparece en escena para llevarse a Herminia al hospital, ambos deben hacerse unos chequeos para comprobar su estado de salud.

En este rato, Antonio descubre que la madre de Merche no se está tomando las pastillas porque quiere morir con dignidad. "No me quiero tomar las pastillas porque no me da la gana [...] Son ataduras y yo ya estoy muy vieja para andar atada", concluye la abuela.

Si algo marcó el inicio de los dosmil fue la llegada del euro y las calculadoras que estaban en todas las casas españolas para hacer el cambio de moneda. La serie ha querido recordar este momento con un extracto en el que la Reina Letizia, en su pasado como presentadora del telediario, explica a los ciudadanos las formas para hacer más rápido el cálculo.

Con los nervios a flor de piel por no poder contarle a Mercedes que su madre no se está tomando las pastillas, Antonio coge a toda la familia y ponen rumbo al pueblo, donde se celebrará la boda. Antes de subir al coche, Herminia se despide de su barrio de siempre, San Genaro. Con los recuerdos de todos los que ya no están y todos los momentos que ella ha vivido en ese sitio, pues ya había tomado la decisión de no volver allí. "Estaba pensando que creo que he vivido más tiempo aquí que en Sagrillas", comenta.

Al llegar a su pueblo natal, la matriarca de la familia recuerda los momentos en los que Mercedes era joven y los comparte con ella. Como el día de la boda de su hija y su yerno, donde obligó a su hija a casarse de negro y sin baile porque hacía poco tiempo que había muerto su marido. Un momento en el que Herminia se da cuenta de cómo ha evolucionado personalmente y busca el perdón de su hija sobre su actitud en aquella época. Ahora, quiere que María tenga una boda con todo y que no falte de nada.

A minutos de comenzar la ceremonia, Mercedes descubre que su madre no se está tomando las pastillas y que ha tomado la decisión de irse cuando le toque. La hija no ve bien está decisión y no se ve capaz de decirle adiós a su madre. Llevan toda la vida juntas, se mudó con ellos en cuanto pisaron Madrid y siempre la ha necesitado para soportar todos los baches que le ha traído la vida. Y es que, nunca estamos listos para decir adiós a una persona a la que queremos tanto, pero la vida tiene otro planes que no podemos controlar. Además, no hay que olvidar que Herminia ya tiene 102 años.

En la boda todo parece ir de maravilla y la señora disfruta de ver a su familia reunida y celebrando el amor. Aunque no puede evitar echar de menos a Carlos que no ha podido asistir a la ceremonia. Cada nieto tiene su momento de charla con su abuela, ratitos en los que Herminia aprovecha para darles un último consejo y despedirse a su manera.

A María le explica la importancia de quererse a una misma, que tiene que ir por delante de cualquier amor que sienta por nadie. "Tú tienes que seguir viviendo como hasta ahora, como una mujer independiente", concluye la abuela. A Inés, le recuerda que ella no es la oveja negra, que simplemente es distinta y eso la hace especial "por algo eres la artista de la familia", le asegura. Con Toni habla sobre lo complicado que es en ocasiones llevarse bien con la familia de tu pareja y sobre todo si es con los Alcántara.

Pero si en la boda ha dado una lección ha sido la que ha demostrado con su bisnieto Santi. Herminia da un ejemplo de evolución y de amor al actuar con naturalidad mientras conoce al novio del hijo de Toni. Corta a su nieto cuando este lo presenta como un amigo y ella le reclama que no, que es su novio.

Mercedes acaba entendiendo que su madre quiere morir con "dignidad" y no en un hospital por lo que se acerca a perdonarla. Herminia le pide dos deseos antes de irse. El primero es que se queden en Sagrillas hasta el fin de sus días y el segundo es que Carlos vuelva a verla antes de que eso ocurra.

La boda sigue transcurriendo con tranquilidad o con toda la normalidad que son capaces de darle los Alcántara hasta que llega la Guardia Civil para llevarse a Paquita que ha cometido varios delitos siendo alcaldesa.

Dos meses después, Antonio, Mercedes y Herminia siguen en Sagrillas cuando reciben la sorpresa de que Carlos volará a España, al fin vuelve. El 11 de septiembre de 2001, Merche avisa a su madre de que su nieto ya está volando y en unas horas estarán todos juntos.

Lo de que está serie cuente la vida del pasado nos hace adelantarnos a los acontecimientos y todos sabemos lo que pasó aquel 11S. Antonio enciende el telediario y descubren que dos aviones se han estrellado contra las torres gemelas del World Trade Center en la Ciudad de Nueva York. Con el miedo invadiéndoles, pues su hijo podría ir en esos aviones y con la mirada perdida de Herminia, acaba el penúltimo capítulo de la serie.

Gracias Herminia López por contarnos cómo fueron los años anteriores en nuestro país y ser, de alguna manera, la madre, la abuela y la bisabuela de todos los que hemos seguido tu historia. Y gracias María Galiana por dar vida a uno de los mejores personajes de la serie durante 22 años.