Ángel Martín vuelve a hablar de salud mental en ‘Detrás del ruido’: “Si cuando te necesitaba te has largado, que te follen”

El comunicador ha logrado hasta inspirar canciones

Ángel Martín, triunfa como escritor. / David Benito/Getty Images

Ángel Martín sufrió un brote psicótico y acabó en un hospital psiquiátrico. Eso ya lo contó en Por si las voces vuelven, un libro en el que hablaba en primera persona de este percance en su salud mental. Tras el lanzamiento llegaron más proyectos en forma de podcast o gira de monólogos y es que concienciar sobre estos temas es algo muy necesario.

Tras vender más de medio millón de ejemplares de la primera parte, ahora ha vuelto con una segunda parte: Detrás del ruido, en el que habla de todo aquello que le ayudó a rehacerse y a mantener la cordura tras superar su brote.

Punto para los locos, su monólogo, ya está preparado para el Wizink Center. Nunca la salud mental tuvo tanta repercusión.

El 27 de diciembre se acerca. Actuación ante 12.000 personas en el Wizink. Sin presión, ¿no?

Todavía no, pero porque creo que soy un inconsciente. Me lo imagino que me lo encontraré allí. Estoy como tratando de mantener la calma que he delegado en las cosas importantes que están sucediendo. Pero supongo que cuando tenga que pisar el escenario diga, esto no ha tenido ningún sentido, llamaré a Andrés Suárez o Lola Índigo y les diré, ‘veniros vosotros a cantar, rellenad esto de alguna manera, por favor’.

Llegarás rodado después de muchas presentaciones, eso ya te ha dado muchas tablas.

El texto me lo sé, no sé si me lo seguiré sabiendo cuando llegue allí y vea a 12.000 personas enfrente. En los recintos de dos mil y tres mil, me lo sé.

¿Cuál ha sido la anécdota de esta gira?

Ha habido muchas, no te voy a engañar. La ventaja que tiene actuar en tantos sitios es que te vas encontrando con muchos personajes y muchos recintos. Probablemente la anécdota es un teatro del que no diré el nombre donde decidieron que no había personal del teatro y la única manera que había de encender y apagar las luces era bajar el diferencial y subirlo cuando llegara el momento y te arriesgabas a que nada funcionara al bajar y encender el diferencial. Pero ha habido unas cuantas.

Nunca dos preguntas dieron para tanto: ¿Estás bien? ¿Qué haces para que no se vaya todo al carajo?... En el fondo has escrito el libro para que dejen de hacértelas, ¿no?

No, he escrito el libro por si a alguien le sirve lo que yo estoy haciendo para que no se repita lo que pasó y lo use milimétricamente. Básicamente, escribir sirve para darte cuenta de la diferencia entre estar viviendo por inercia y sin pensar y tratar de vivir con cierta coherencia y sabiendo el porqué de cada decisión que tomas.

Dices que tus bases para hacer algo son: Que me apasione, que sirva de algo y que sea de verdad… ¿tu libro cumple con las tres?

Si no, no estaríamos hablando aquí de este libro.

¿Cuál de los dos libros te ha costado más escribir?

Son muy distintos, los dos han sido viajes chungos a ratos, pero quizás, emocionalmente fue un poco más duro Por si las voces vuelven, porque no había hecho ese viaje de forma tan consciente a lo que había pasado. Este, la ventaja que ha tenido es que te enfrentas a la verdad de ahora mismo. El anterior era ver lo que pasó y revisarlo milimétricamente. Emocionalmente, el viaje fue más duro el anterior.

“Cualquiera que te aparte porque te volviste loco es un gilipollas integral”. ¿Tú has tropezado con muchos de esos?

Y quién no. Yo creo que todos nos hemos ido encontrando con gente que dices, hostias, si cuando te necesitaba te has largado, que te follen. Obviamente no me refiero a gente que se haya tenido que largar de tu vida porque en ese momento tenía la sensación de que la estabas arrastrando al fondo porque se tuvo que alejar para no ser arrastrado. Pero si te has ido porque se complicaba el salir a dar paseos, no vengas a molestar luego.

¿Para preservar la salud mental hay que ser egoísta?

Sí, sin duda. Hay mucha gente que dice, mi prioridad no soy yo sino esta otra persona a la que quiero mucho. Que sepas que si tú estás en la mierda cuando tengas que ayudarle no vas a poder hacerlo bien. Creo que es imprescindible que entiendas que si no estás bien tú, tu nivel de ayuda no va a estar al cien por cien en los demás.

Inspiras hasta canciones y lo digo por Iván Herzog, el chico enganchado a tus informativos que te escribió una, ¿cuántas veces la has escuchado?

Muchas, yo creo que el 30% que tengas en Spotify, Iván, son mías. Es muy bonito, cuando notas que algo ha servido, aunque sea para una línea o abrir una puertecita que no supiera cómo enfrentarse a esa puerta, si le he echado un cable para componer… dudo que haya sido por mí, imagino que leyó algo que le abrió la puertecita a otra cosa. Joder, si ha servido para eso es muy bonito saber que un 0,0000001 de esa canción puedas tener algo que ver.

Menuda liaste hablando de la guerra entre hombres y mujeres.

Yo no, menuda la lio quien quiso liarla. Quien entienda las cosas las entiende, y quien no las entiende, pues no, ya está.

Cristina Zavala

Periodista enamorada de todo el entretenimiento....