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‘The Clash’, un disco histórico nacido en las alturas londinenses… en casa de la abuela
Después de CBS contratara al grupo, Strummer aclaró: "No voy a convertirme de repente en Rod Stewart solo porque me paguen 25 libras semanales”
En la decimoctava planta de un edificio londinense, vino al mundo uno de los grandes álbumes punk de todos los tiempos. En una vivienda de protección oficial de la abuela del guitarrista, la señora Stella, unos jóvenes veinteañeros plasmaron su consigna ideológica en 14 canciones, poco más de 35 minutos: “Somos anti-fascismo, somos anti-violencia, somos anti-racistas, y somos pro-creativos”. Eran The Clash. Y ‘The Clash’ (1977) fue solo el principio de una breve, pero brillante carrera. El principio de una leyenda.
El 10 de Febrero de 1977, tres londinenses empezaron a trabajar en uno de los grandes álbumes punk de todos los tiempos. Joe Strummer, Mick Jones y Paul Simonon rondaban los 20 años cuando se reunieron en la 18ª planta de un edificio de Harrow Road, en la vivienda de protección de social de la abuela materna de Mick. Cuando el guitarrista tenía 8 años, sus padres se divorciaron y se marcharon a América. Él se quedó al cuidado de su abuela, la señora Stella, quien frecuentaba los conciertos de su nieto y le dejaba el piso para que se reuniera con sus amigos…
The Clash se habían formado solo un año antes, en 1976, bajo esta consigna ideológica: “Somos anti-fascismo, somos anti-violencia, somos anti-racistas, y somos pro-creativos”. Así lo manifestaron en una entrevista publicada en NME en Diciembre de 1976. Era una época de incertidumbre política y social en Reino Unido, y la banda se situó en la primera línea de las protestas y revueltas de mediados de los 70 y principios de los 80, fomentando el inconformismo, la rebelión contra la opresión y contra los opresores. Eran los cimientos de la música punk. La banda londinense, desde el minuto uno, utilizó su música como medio para abogar por temas que les afectaban a ellos y a su país, referencias a las drogas, a la brutalidad policial, al racismo, a la violencia, al hartazgo… imbuidos de un sentimiento de 'no esperanza en el mañana'.
Solo un mes antes de aquella primera semilla en la casa de la abuela Stella, The Clash habían firmado su primer contrato con CBS Records. Nada menos que de 100.000 libras, una importante cantidad para una banda que solo había dado una treintena de conciertos... y muy pocos como cabezas de cartel. Y claro, el grupo se encontró en la tesitura de tener que cumplir con el acuerdo. Les preocupaba mucho y hasta hubo quien escribió en la revista semanal Sniffin' Glue: "El punk murió el día que los Clash firmaron con CBS". Pero ellos lo tenían claro. Strummer, en una entrevista para ‘The New Wave Punk Rock Explosion', declaró: “Me siento libre de pensar y de escribir sobre lo que pienso... no voy a convertirme de repente en Rod Stewart solo porque me paguen 25 libras semanales. Estoy muy lejos de eso".
‘The Clash’ se registró en el Estudio 3 de CBS, en la Calle Whitfield del centro de Londres. Solo emplearon tres sesiones y tres fines de semana, hasta el 27 de Febrero del 77. En la tercera, el álbum ya estaba grabado y mezclado totalmente. Casi todos los temas estaban compuestos por Joe Strummer y Mick Jones, quienes compartieron las labores de guitarra y voz. Simonon al bajo y Terry Chimes se encargó de la batería, en que sería su última aparición en el estudio con la banda. Aparece en los créditos como Tory Chimes, pero tras la grabación se marchó (sería sustituido por Topper Headon). El coste de la producción ascendió a 4.000 libras.
Para la icónica portada, recurrieron a la prestigiosa fotógrafa americana Kate Simon, quien captó la instantánea del trío (Chimes ya se había ido) en el callejón justo frente a la puerta del local de ensayo del grupo en Camdem Market ('Rehearsal Rehearsals'). El diseño es del artista polaco Rosław Szaybo. El 8 de Abril de 1977, ‘The Clash’ ya estaba en las tiendas. Poco antes, había salido el primer single, el controvertido ‘White riot’.
La ‘revuelta blanca’ de The Clash surgió el 31 de Marzo de 1976, cuando el cantante Strummer y el bajista Simonon se unieron a cientos de jóvenes negros en una protesta contra la brutalidad y la violencia perpetrada por la policía. Sin embargo, hubo gente que malinterpretó el mensaje y lo entendió como un tema racista. Strummer lo desmintió enfadado en NME: "¡No es racista! ¡Para nada es racista!”. Y señaló que la juventud negra del centro urbano luchaba contra la pobreza y contra la política de mano dura. ‘White riot’ era un llamamiento a la movilización de la juventud blanca, para que lucharan de la misma forma y tuvieran, según la letra de la canción, "su propia revuelta".
El otro single fue ‘Remote control’, y lo eligió la discográfica sin consultar con la banda. Está inspirada en el enfado del grupo con los gobiernos locales que seguían cancelando sus shows. Con su letra satírica, protestaban contra la opresión de las instituciones: la policía, el gobierno y, específicamente el parlamento. 'Janie Jones', 'I'm so bored with USA', 'London's burning', 'Career opportunities' o 'Police & thieves' (versión de un tema icónico de los exponentes del reggae Junior Murvin y Lee 'Scratch' Perry) eran algunos de los 14 temas (8 en la Cara A y 6 en la Cara B) del primer LP en vinilo de The Clash. Poco más de 35 minutos de potentes ‘hooks’, guitarras contagiosas, tiempos rápidos, mensajes críticos y verdades incómodas.
Aunque principalmente trazado dentro del rock & roll, en el debut de The Clash ya se atisba su sonido distintivo: una mezcla de rock clásico, reggae, funk, jazz, dub y hip-hop. Para Mick Jones, “El primer álbum de Clash fue el mejor”. Así lo afirmaba en una entrevista con el escritor Ari Surdoval. Y continuaba, “Por su pureza. Cuando lo grabamos no nos importaba nada. La verdad es que ni siquiera nos importaba darle importancia al disco. Así que es una especie de material en bruto, sin procesar. Luchábamos con nuestros instrumentos, y eso lo hizo más vivo. Todo era muy natural, muy instintivo. Sonamos tal y como éramos”.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop