Especial
Mel B, víctima del racismo desde que nació… también cuando estaba con las Spice Girls
En el rodaje del vídeo de 'Wannabe', el equipo de estilistas le dijo "necesitamos alisarte el pelo"
Mel B creció sabiendo que era "diferente". Desde pequeña fue víctima del odio racista. “Correr hacia casa a toda velocidad con los niños detrás gritándome 'Piel roja' y 'Paki’”, es el primer recuerdo que tiene de sus años en el colegio. Posteriormente, cuando en la cúspide del fenómeno Spice Girls se compró una lujosa mansión en un pequeño pueblo inglés, fue bombardeada con mensajes de odio racista intimidatorios: “Vete de este pueblo, no perteneces a este sitio".
En 1998, en pleno ‘boom’ de la ‘Spicemanía’, Mel B se había convertido en una multimillonaria estrella del pop y se compró una lujosa mansión por 2’5 millones de libras. Era un antiguo convento del siglo XVI situado en Little Marlow, en el condado inglés de Buckinghamshire. Se gastó una fortuna en reformarlo. Allí celebró una sonada boda con el bailarín holandés Jimmy Gulzar y cambió su nombre artístico, de Mel B a Melanie G (por el apellido de su marido). Allí tuvo a su primera hija, Phoenix Chi Gulzar, y se divorció 18 meses después de casarse (volvió a ser Mel B o Melanie B).
Siempre insistió… nunca vendería su adorada mansión. Pero la necesidad la obligó a hacerlo. Más bien, el mal estado de su cuenta bancaria. A finales del año 2000, la ‘girl band’ había cesado su actividad y sus ingresos disminuyeron considerablemente. Además, su carrera en solitario se tambaleaba. Se convirtió en presentadora de televisión. El divorcio la había despojado de parte de su riqueza. El 1 de Abril de 2001, tres años después de adquirir la propiedad, su asesor financiero le advirtió que tenía que ponerla en el mercado. No podía afrontar su mantenimiento. Además, era ridículamente grande para ella y su hija. Un amigo decía: “Mel es muy orgullosa y odia admitir que la casa la está dejando sin dinero”. Finalmente, la vendió.
Casi dos décadas después, en 2020, Melanie llenó los titulares de los medios británicos cuando reveló que, en esa enorme vivienda de 8 dormitorios que tanto le gustaba, había sido bombardeada con mensajes de odio racista. Según confesó en ‘Daily Mail’: “Solo el hecho de comprar la casa, perturbó a todo el pueblo”. Y detallaba: “No solo recibí mensajes de odio, sino mensajes de odio racista, lo que me dejó realmente impactada. Me decían, 'vete de este pueblo, no perteneces a este sitio, no puedes comprar algo como esto’. Me inquietó, pero seguí haciendo grandes fiestas allí... muy ruidosas para molestarles".
Scary Spice se abrió completamente tras la muerte de George Floyd, víctima de la brutalidad policial, cuando el movimiento Black Lives Matter atrajo la atención internacional a través de multitudinarias protestas en las que participaron millones de personas. En Mayo de 2021, The Sun publicó una carta en la que la artista inglesa desvelaba sus experiencias personales, desde su nacimiento en 1975 en la ciudad inglesa de Leeds: "Soy una mujer de raza mixta de Leeds. Mi padre nació en la isla caribeña de Nevis y vino a Inglaterra siendo un niño. Conoció a mi madre, rubia, de ojos azules, nacida en Yorkshire".
En sus desgarradoras memorias, Mel escribe: “Cuando era bebé y mis padres iban a la ciudad, mamá hacía que papá me llevara en brazos porque así era menos probable que le agredieran”. También recuerda el acoso que vivió en primera persona cuando iba al colegio, cuando se dio cuenta de que el color de su piel tenía un efecto en los otros niños. "Mi primer recuerdo de la escuela es ir corriendo hacia casa a toda velocidad con los niños detrás gritándome 'Piel roja' y 'Paki’, y mi padre diciéndome que necesitaba afrontar mis propias batallas".
"Crecimos sabiendo que éramos diferentes”, afirmaba la cantante. Sus vivencias siempre la hicieron sentir que era la que “sobraba”. También cuando llegó a la edad adulta. Cuando, después de formar parte de Spice Girls, uno de sus rasgos distintivos se convirtió en tema de debate. "Recuerdo la primera vez que hicimos el vídeo de ‘Wannabe’ tuvimos un gran equipo de estilistas y una de las primeras cosas que me dijeron fue 'OK, necesitamos alisarte el pelo". Yo me negué categóricamente porque mi pelo era mi identidad y sí, era diferente al de las demás chicas, pero eso eran las Spice Girls, la celebración de nuestras diferencias".
Sus compañeras, Geri Halliwell, Victoria Beckham, Mel C y Emma Bunton, la defendieron y apoyaron. Y, a pesar de esas terribles experiencias, Melanie cree que Gran Bretaña es un país más inclusivo que la mayoría. Lo declaró en The Sun: "Creo que se ha producido un enorme cambio cultural y racial porque somos un poco más educados. Algunos países están todavía atrasados en ese aspecto”.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop