Taylor Swift abraza las cinco fases del duelo en 'The Tortured Poets Departments'

"Todo vale en el amor y en la poesía"... Y de eso Taylor Swift sabe un rato, como mujer y como compositora. La estrella musical ha lanzado este viernes 19 de abril The Tortured Poets Department, un disco que ha resultado ser un doble álbum sobre una vivencia concreta. En palabras de la artista, se trata de "una antología de nuevas obras que reflejan acontecimientos, opiniones y sentimientos de un momento fugaz y fatalista, sensacional y doloroso a partes iguales. Este periodo de la vida de la autora ha terminado, el capítulo está cerrado y clausurado. No hay sed de venganza, ni cuentas pendientes una vez que las heridas han cicatrizado. Y, pensándolo bien, muchas de ellas han sido autoinfligidas. Esta escritora cree firmemente que nuestras lágrimas se vuelven sagradas en forma de tinta sobre una página. Una vez que hemos contado nuestra historia más triste, podemos liberarnos de ella"... para que

Todos estos poemas que ha compartido transitan por emociones muy específicas que se pueden englobar en un concepto universal: el duelo y sus diferentes fases. Todos sabemos que, antes de hacernos testigos de su historia de amor más pública hasta la fecha junto a Travis Kelce, la artista compartió seis años en la más absoluta privacidad con Joe Alwyn, y una conocida situationship con Matty Healy.

Este proyecto, precisamente, se centra en estas dos últimas rupturas, exponiendo sentimientos que van desde la negación hasta la aceptación, pasando por la ira, la negociación y la depresión. Sobre todas etapas la cantante ya clasificó gran parte de su discografía la semana previa a este esperado lanzamiento... y ahora vamos a agrupar cada una de estas nuevas canciones en esta escalera de cinco peldaños hacia la sanación.

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Fase 1: Negación

En esta prematura etapa, Swift habla de "estar muy convencida de algo que te cuesta ver las líneas rojas (red flags), lo cual posiblemente desemboca en momentos de negación y un poco de delirio. Los resultados pueden variar".

I love you, it's ruining my life preside este conjunto de temas, que también incluye My boy only breaks his favorite toys; But daddy I love him; I can fix him (No really I can); I can do it with a broken heart; I hate it here; The Bolter; y Robin.

Fase 2: Ira

Aquí, canciones como Who's afraid of little old me, The smallest man who ever lived, Cassandra y The Black Dog tienen como elemento común que nacen desde la rabia. "Con los años he aprendido que la ira puede manifestarse de muchas formas distintas, pero la más sana en que se ha manifestado en mi vida es con la posibilidad de escribir una canción que me ayude a superarla".

Fase 3: Negociación

Este tercer escalón transita por "instantes en los que intentas llegar a un acuerdo contigo misma o con alguien que te importa, que intentas mejorar las cosas. A menudo te sientes muy desesperado, porque muchas veces tenemos una especie de intuición visceral que nos dice que las cosas no van a ir como esperamos, lo cual nos desespera más y nos hace negociar más", y encontramos canciones como Guilty as sin?; The Tortured Poets Department; The Prophecy; y The Albatross.

Fase 4: Depresión

En la etapa más triste de este proceso "explora los sentimientos de depresión que a menudo se cuelan en canciones" como Fortnight, Down bad, How did it end?, Florida!!!, I look in people's windows, Clara Bow, Chloe or Sam or Sophia or Marcus y loml. "En momentos así, escribo una canción porque me siento sola o desesperada, y escribir una canción me parece la única manera de procesar la intensidad de esa emoción. Y aunque estas cosas son muy, muy duras de superar, a menudo siento que cuando estoy escuchando canciones o escribiendo canciones que tratan sobre esta intensidad de la pérdida y la desesperanza, normalmente es la fase en la que supero ese sentimiento", ha explicado la artista.

Fase 5: Aceptación

Esta última fase viene protagonizada por un nuevo punto de partida". Canciones como So high school, thanK you aIMee, The Manuscript, The Alchemy, Fresh out of the slammer o So long, London, "representan hacer sitio a más cosas buenas en tu vida y tomar esa decisión. Porque muchas veces cuando perdemos cosas también ganamos otras".