Especial
Blue Jeans desvela qué dos concursantes de ‘OT 2023’ son lectoras suyas
Acaba de lanzar ‘Una influencer muerta en París’ donde encontramos mucha música
Blue Jeans es un referente en la literatura juvenil que comenzó tocándonos el corazón con sagas como Canciones para Paula o El club de los incomprendidos y que, un buen día, decidió dar el salto a la novela de misterio donde triunfa a día de hoy con novelas como La chica invisible de la que se hizo una serie. Una influencer muerta en París es su última novela y nos sumerge en un universo muy cercano a ese público joven que le lee.
Un concurso de influencers en la capital francesa donde ocurre un asesinato. Y no será el único. Al más puro estilo Agatha Christie, se van presentando posibles sospechosos que se van descartando hasta dar con el culpable de lo ocurrido.
Nos muestra un mundo al que pocas veces podemos acceder y nos llena de música dejando evidencias, una vez más, de la pasión del autor por descubrir nuevos artistas que va mezclando con otros que conocemos de sobra para completar una banda sonora que nos ayuda a meternos en su mood.
Hemos hablado con él del mundo influencer, de las redes sociales y de OT, un universo que le resulta muy cercano.
Desde 2008 no ha habido un solo año en el que no hayamos podido leer una novela nueva tuya, ¿nunca te has planteado tomarte un descanso?
Me lo he planteado…jajaja…otra cosa es que, cuando he acabado la novela, en seguida me han entrado ganas de escribir el siguiente. Más o menos tengo programado cómo va cada año. Parece muy exigente, y lo es, mucha presión escribir al año, pero también me dedico profesionalmente a esto, es mi vida. De momento no he necesitado ese año sin sacar novedad.
En esta nueva novela te sumerges en el mundo influencer y reconoces que ha sido difícil documentarte porque es un sector un tanto hermético, ¿qué es lo que más te ha costado?
Sí es un mundo complejo, a veces, casi inaccesible. Es evidente que he intentado hablar con gente con la que no he podido. Pero otros me han echado una mano. He hablado con creadores, tengo muchos amigos influencers que he conocido estos años, influencers que están en la veintena y son lectores míos. Me hubiera gustado hablar con más gente, que no me hubieran mandado a tantos representantes y agencias, pero también entiendo que somos muchos y yo solo soy un escritor que quería documentarse para una novela y hay que seguir ciertos trámites. Entiendo perfectamente que haya gente que no haya querido o no haya podido, lo respeto. Pero con los que he hablado, sí que me han aportado mucha información.
Das una visión muy completa de este mundo.
Yo quería ver los dos puntos de vista. El punto de vista de la persona que ve al influencer como alguien joven que ha tenido suerte, que no se ha esforzado para conseguir la fama o el éxito, y que considera que es un trabajo. Pero también quería tratar el otro punto de vista, el de ellos, el de la presión, la salud mental, las rivalidades, las marcas, los representantes. Es un mundo muy interesante, del que no se habla mucho, porque mucha gente lo ve de manera despectiva, no consideran que estos chicos deberían ser influencers de verdad y no ven bien que los jóvenes les tengan como ídolos. Pero hay que rascar ahí para ver que es gente joven con éxito y tienen sus haters y sus fans que se obsesionan con ellos, sus problemas, sus complejos, sus limitaciones y eso quería también tratarlo en el libro.
¿Tú te consideras un influencer?
No, yo soy escritor. Si alguien quiere llamarme influencer no tengo problema, pero creo que lo que he hecho es que la gente joven lea. No creo que un comportamiento mío haya influido en alguien o haya sido clave para que alguien se comporte de una manera diferente. He podido conseguir que alguien lea, quiera ser escritor o le gusten los libros, pero no me veo dentro de ese mundo, no pertenezco a ese mundo por lo que he comprobado en estos meses.
Al final nos queda una idea de que es un mundo competitivo, interesado y lleno de envidias, ¿es una exageración o una realidad?
Esa es una realidad, lo que pasa es que también tiene otras cosas, no solo es eso. Es un mundo en el que también hay esfuerzo, trabajo, no todo el mundo triunfa, no todo el mundo llega. Muchos lo están intentando y no todo el mundo lo consigue. También es un mundo en el que estos chicos jóvenes ayudan a otros jóvenes porque los ven como ellos y quieren ser como ellos. No solo son influencers los chicos que bailan en TikTok. Yo acabo de estar con varios influencers en París de libros y hacen un trabajo super profesional, es gente muy preparada y con mucho talento e imaginación. Sí, hay envidias, intereses, marcas, dinero, pero también está la otra parte, la que muestra que se pueden conseguir los sueños.
¿Hay fecha de caducidad para ser influencer?
No lo sé. Los primeros influencers ahora ya no tienen tanta repercusión como antes, ha venido otra generación. Incluso la gente de Instagram, que las marcas se peleaban por ellos, con la pandemia hubo un cambio, los tiktokers cogieron ese dominio y las cifras son superiores a las de los primeros instagramers que triunfaron. No sé si por tema de edad, de generación o de saturación, a lo mejor acaban cansando cuando llevas diez o quince años ofreciendo contenido. Pero vamos a ver lo que pasa en el futuro. Ahí tenemos lo de la Kings Legague que empezó con mucha fuerza y un año después no tiene tanta repercusión porque va todo muy rápido y va apareciendo y desapareciendo.
Aquí reflejas muy bien el cambio que hubo en la pandemia cuando TikTok se antepuso a Instagram. De hecho, hablas de que las princesas de TikTok se impusieron a las reinas de Instagram, ¿por qué en femenino?
Lo dice el personaje, no lo digo yo. Todas las opiniones son de los personajes, yo no me mojo en ninguna de las cosas que salen porque hay, incluso, opiniones contradictorias entre los distintos personajes. Esto lo dice un influencer conflictivo y habla de princesas y reinas porque en IG las chicas eran las que dominaban y trabajaban con las marcas, todas tenemos nombres en la cabeza. Y en TikTok también predominan las chicas, por eso se habla en femenino. También hay chicos evidentemente. En el mundo de libros de literatura juvenil hablo de autoras porque predominan las escritoras de juvenil. Hace poco en un festival de literatura juvenil eran 60 chicas y éramos tres chicos. El mundo redes sociales, sobre todo TikTok, la que predomina es la mujer.
Nadie sabe lo que opino políticamente, nadie sabe cuáles son mis creencias, si me gusta más el Real Madrid o el Barcelona. Huyo de eso, no por coartar mi libertad de expresión, sino porque cualquier cosa que pongas en internet va a venir alguien que piensa como tú, pero también alguien que piensa contrario a ti y va a venir alguien que, probablemente va a venir alguien que no utiliza las formas adecuadas para debatir y va directamente al ataque personal y no estamos ya para pelearnos con nadie.
¿Cuál fue tu primera red social?
Fotolog, tengo ya una edad. Ahí saqué Canciones para Paula. Había otras que no tuvieron éxito que yo también tenía como Netlog, Fotowho, tuve myspace, Tuenti y luego llegaron las que se quedaron, twitter, Facebook, ahora TikTok, ahora me ha abierto cuenta de threads, el canal de youtube, intentando estar al día. Mis personajes se enamoraron con el Messenger en Canciones para Paula. Luego, a los incomprendidos les compré la Blackberry, he ido adaptándome.
Ahora es momento de podcast.
Sí, sí, además, yo soy oyente de podcast de misterio. Yo me voy a dormir todos los días con un podcast de asesinatos y misterio. Yo fui precursor porque hice un programa de radio desde mi casa con mi mujer, hasta que se me estropeó la mesa de mezclas. Y he hecho programas en youtube, en la pandemia hice directos de Instagram con entrevistas a gente famosa. Al ser periodista siempre me ha ayudado mucho. Pero un podcast lleva mucho trabajo y bastante tengo con los libros.
A lo largo de todos estos años, ¿ha cambiado tu percepción sobre las redes sociales?
Mi visión, no, lo que han cambiado son las redes sociales. Lo que al principio era una herramienta para estar en contacto con la gente, o para debatir, o conocer a otras personas, ahora se ha convertido, en muchos momentos, sobre todo twitter en una cosa muy agresiva. Yo no opino. Llevo muchos años que solo hago mi saludo de buenos días, hablo de libros, contesto a la gente que me escribe, pero no opino. Nadie sabe lo que opino políticamente, nadie sabe cuáles son mis creencias, si me gusta más el Real Madrid o el Barcelona. Huyo de eso, no por coartar mi libertad de expresión, sino porque cualquier cosa que pongas en internet va a venir alguien que piensa como tú, pero también alguien que piensa contrario a ti y va a venir alguien que, probablemente va a venir alguien que no utiliza las formas adecuadas para debatir y va directamente al ataque personal y no estamos ya para pelearnos con nadie. Prefiero, si tengo algo que decir, decírselo a mi mujer que tengo al lado, a mi familia o a mis amigos. Han venido marcas a ofrecerse y siempre he dicho que no, hablo de libros y mis opiniones prefiero tratarlas en privado.
No hay influencer que se precie sin documental, ¿cuál te ha sorprendido más de los que se han lanzado últimamente?
He visto, he visto el de Lola Lolita, el de Marta Díaz, he visto uno general con todos los influencers, he visto varios. Me sorprende que se nota en estos documentales el tema de la inseguridad. Tenemos la imagen de que son gente muy segura de sí misma y que triunfan porque no tienen dudas. Pero en estos documentales vemos que no tienen las cosas tan claras y que no todo es eterno e intentan aprovechar esto al máximo. Está todo muy editado y eso le quita naturalidad al documental. He visto el de la Bellido que me sorprendió porque no sabía todos los problemas que había tenido ella, ahí sí que sacaron un poquito más de jugo al personaje.
¿Hay algún influencer que haya influido en ti?
Agatha Christie es mi mayor influencer. Yo sigo a muchos y me fijo en lo que dicen, pero las personas que pueden cambiar mis opiniones o hacerme pensar, son gente de la literatura. Sí que me interesa lo que opina la gente joven y estos chicos que se ganan la vida como creadores de contenido. Descubres cosas a las que yo ya no llego y que ellos lo hacen muy fácil. Saben cuál es la mejor luz, el ángulo, el plano, cómo va sonar mejor, lo tienen muy aprendido sin haber estado en una universidad de comunicación audiovisual ni en una academia de interpretación. Yo las admiro cada vez más.
Le dedicas el libro a Elena, ¿puedo preguntar quién es?
Sí, Elena era una lectora que venía siempre a la Feria del Libro de Madrid y establecimos cierta amistad. Se quedaba en la caseta en la que yo estaba para hacerse las fotos con mi cámara. Un año me trajo una tarta de queso que hizo su abuela. Tenía problemas de corazón y parecía que se había recuperado, pero el año pasado murió y me impactó mucho. El año pasado en la feria la echamos de menos y te hace pensar en los lectores que has tenido y ya no están. Coincidió con el caso de Elena Huelva que también era lectora mía.
De hecho, yo pensé que te referías a ella.
Ha sido coincidencia. De hecho, me di cuenta el otro día cuando lanzaron el documental de Mis ganas, ganan. Las dos son Elena y como había gente que sabía que nos seguíamos, hay gente que puede pensar que me refería a ella. Pero ha sido casualidad. Es en representación de todos esos lectores jóvenes que me han contado que ha fallecido y te impacta porque es gente joven que igual se ha suicidado, ha tenido un infarto o cáncer y te impacta mucho.
Sigues con una cita de Mark Zuckerberg: “El riesgo más grande es no tomar ningún riesgo”. ¿Cuál ha sido el tuyo?
Seguir escribiendo para jóvenes teniendo cierta edad…jajajaja… Es un riesgo poner la palabra influencer en el título de un libro porque hay gente a la que no le gusta o no sabe lo que es. Y gente que tiene una edad piensa que es un mundo muy frívolo. Creo que cada novela juvenil con muerte y asesinato, o tratando el mundo de los influencers es un riesgo y me venía perfecta la frase. Cuando me encontré con esta del creador de Facebook, me pareció perfecta, de hecho, me voy a hacer una camiseta con la frase porque me parece perfecta para lo que he ido sintiendo estos años. También cuando cambié los corazones por los crímenes, eso fue un riesgo porque tenía una carrera literatura consolidada y hay que arriesgar de vez en cuando, hay que buscar cosas nuevas.
“¿Os acordáis de esta canción?”, así empieza el libro y deja clara una de tus pasiones: La música. Como en todas tus novelas le das mucho protagonismo, ¿cuál ha sido tu descubrimiento en ese sentido para esta novela?
Ha sido una cantante francesa, Adèle Castillon. He intentado ponerme en contacto con ella, pero no me ha contestado a través de Instagram. No la conocía y ha sido mi banda sonora antes de escribir. Me he puesto sus canciones en Spotify. No la he descubierto, pero sí he ido metiendo a Irene Córcoles que me encanta la música que está haciendo. Estuvo a punto de entrar en OT y al final se quedó a las puertas. Me encanta la música que está haciendo. La canción 5015 es una pasada, va al final de libro. Me encanta Mafalda (Cardenal), he tenido la suerte de hablar con ella estos días y he descubierto que era lectora mía y me encanta. También está la canción de Ana Mena, me llevo muy bien con Ana. Y la canción del principio, la que un poco marcaba el inicio de la novela, Video Killed the Radio Star, pero actualizado. En este caso es TikTok mató a la estrella de Instagram. Ese huevo kinder que hay nada más empezar es una declaración de intenciones.
En la cuenta atrás que hicieron los influencers de tu lanzamiento, encontrábamos varios cantantes (Cepeda, Varry Brava, Irene Córcoles, María Parrado, Nerea Rodríguez, Mafalda Cardenal, Bely Basarte), ¿con cuáles tienes mejor relación?
A muchos los conozco desde hace mucho tiempo. hablando con Bely se lo decía, que prácticamente mi vida está relacionada con ella porque he hecho contenido con ella, la conocía de antes de su popularidad, fui a ver La bella y la bestia cuando ella le puso la voz a Bella. Con Cepeda siempre me he llevado muy bien, pero no coincidimos nunca. Con Defreds, que somos los tres gallegos, siempre hablamos de a ver si quedamos algún día para tomar algo. Fue de los primeros que me dijo que sí, que ningún problema. Nerea de OT, igual. Lina del Sol es un encanto de muchacha y también lectora mía, que nos conocemos de firmas que había ido antes de ser conocida. Con Blanca García, que también se quedó a las puertas de OT, también había ido a mis firmas en Extremadura. Tengo muy buena relación con los 50 que han salido, lo que pasa que con algunos es más personal.
Te ha faltado alguno de los últimos concursantes de Operación Triunfo, ¿tienes tu favorito?
No te creas que no lo he intentado…jajajaja… ahora es imposible. Antes de que empezara OT estuve hablando con Denna y Violeta porque son lectoras mías. Y después del programa ha sido imposible, ahora tienen sus prioridades y tienen sus tiempos, pero cuando pase el tema, intentaré ponerme en contacto con las dos y regalarles el libro.
¿Y de qué conocías a Denna y Violeta?
Soy muy fan de OT y vimos los castings y as las que más me gustaban, Denna, Violeta, Chiara, Naiara… las escribí para felicitarlas por Instagram y tanto Denna como Violeta contestaron. Violeta me dijo que tanto en su infancia como su adolescencia habían estado mis libros muy presentes. Denna me dijo que era muy lectora. Y alguna de las chicas que no lograron entrar como Lina, Blanca y otras, te vas dando cuenta de que algunas son lectoras que te han leído.
No es pasión por las divas, pero si hay alguien que me gusta como canta, antes o después acaba apareciendo en alguno de mis libros.
Tenemos a Ana Mena, Ariana Grande, Kate Ryan, Paula Koops… ¿pasión por las divas?
No, me gusta Ana y me alegro un montón por ella porque se lo ha currado como ninguna. La pillamos para que nos presentara el tercer libro de los incomprendidos que no sé si tenía 16 o 17 años. Lo hizo tan bien como presentadora. En ese evento que hicimos en LOS40 Café cantaron Sweet California, Lucía Gil, María Villalón y estuvo Ana Mena de presentadora, tuvimos buen ojo con todas. Conocía a Paula Dalli que me presentó a Lucía. La editorial se puso en contacto con Ana. A Sonia Gómez, de Sweet California, la conozco de antes de tener el pelo azul porque también era lectora. No es pasión por las divas, pero si hay alguien que me gusta como canta, antes o después acaba apareciendo en alguno de mis libros.
También hay otra serie de artistas de una escena menos mainstream como La última copa, Irene Córcoles, Mafalda Cardenal o La La Love You, ¿de dónde salen estos nombres?
De música que descubro. A mí me gusta investigar cosas nuevas. Me encanta La última copa que lo hacen super bien y son amigos del hijo de mi editora, sin saberlo, me dijo que les hizo mucha ilusión. Me gusta descubrir grupos nuevos porque me gusta mucho la música y cuando encuentro algo nuevo, si lo puedo presentar… Aquí los conocemos todos, pero los libros también salen en Latinoamérica y no sabes la cantidad de gente que me escribe de allí diciéndome que ha descubierto a tal o cual artista español y eso es bonito. Por ejemplo, a Maialen de OT, le pedí permiso hace tropecientos mil años para poner la letra de su canción Llámame niña, que tenía 15 o 16 años, le pedí permiso para ponerla, que ahí están los mensajes privados por twitter, porque me encantó la letra y años después veo a Chica Sobresalto en OT. Y eso pasar porque estoy todo el rato mirando y no escuchando siempre lo mismo. No solo escuchar lo que a mí realmente me gusta que son los Beatles, R.E.M, U2, Bon Jovi…
Pasamos de la música al true crime que cada vez tiene más adeptos. Lara y Virtudes, dos de tus personajes, demuestran que no hay edad para sentir interés por estos temas, ¿no?
Mi madre tiene Crímenes imperfectos todo el día puesto en la televisión. Y a nosotros nos gustan mucho los podcasts de misterio. Es otra manera de meterte en el misterio. Hay un boom de este tipo de novela y a los jóvenes también les gusta mucho el misterio. No hay edad para que te gusten los misterios y asesinatos.
Mención a Daniel Sancho justo se acaba de iniciar el juicio, ¿qué tipo de interés te despierta un caso como este?
Vi la entrevista que le hicieron a Rodolfo Sancho, es un tema que ha interesado a todo el mundo y que a mí me sirve para ver el tema de cómo se hacen las cosas, cómo funciona la policía, el tema de las cárceles, el tema procesal, el cómo se trata un cuerpo… cuando hay un caso de este tipo me fijo más en el proceso y en cómo lo enfoca la prensa que siempre me interesa. Es un tema que ha interesado a todos, pero me interesa todo lo que hay alrededor huyendo un poco del tema del morbo. La justicia decidirá.
Planteas una reflexión sobre el gen del mal. ¿Realmente crees que el mal que vive en una persona no desaparece jamás?
No lo sé, he leído mucho del tema para ver si lo que pasa en el libro es posible de una manera u otra, pero no tengo una opinión clara. Hay gente que piensa que el mal es genético y otra que piensa que no, que cada uno es como es y depende de otros factores. El libro te dejo una opción y el lector elige lo que cree o no.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...