Especial
La gran pelea que pudo terminar con The Who: “Todo el mundo estaba histérico”
Keith Moon anunció que se marchaba... pero ocho días después, regresó
La noche del 20 de Mayo de 1966, sobre el escenario de un club inglés y frente a un atónito público, tuvo lugar lo que un testigo calificó como “la mayor pelea que he presenciado jamás”. Una bronca de extraordinarias dimensiones que acabó con "los chicos sangrando". Los ‘chicos’ eran The Who. Los iconos del rock británico podrían haber acabado sus días con ojos morados, contusiones, cortes o guitarras yendo y viniendo… porque “todo el mundo estaba histérico”.
En sus inicios, la carrera The Who - que no se caracterizaba precisamente por ser la banda más tranquila - era un recorrido continuo por los escenarios de Reino Unido. Eran años de desenfreno, de comportamientos vandálicos, de actuaciones violentas. No solo por el volumen ensordecedor de sus shows o por la destrucción de sus instrumentos. La hostilidad reinaba entre los cuatro jóvenes. El exceso de ego les llevaba a vivir momentos de mucha tensión tanto en el escenario como fuera de él.
The Who nos han dejado algunas de las historias más célebres del rock. La ocurrida el 20 de mayo de 1966 es una de ellas. Tocaban esa noche en Ricky-Tick, un club situado en la histórica ciudad inglesa de Windsor. Coincidió que ese día andaba por allí Bruce Johnston, vocalista de los Beach Boys. El grupo se había ofrecido a ser el anfitrión del cantante norteamericano. En especial Keith Moon, como gran fan suyo, le dedicó todo el tiempo que pudo. Le llevó a un programa de televisión, llamado ‘Ready Steady Go!’, e intercedió para que le entrevistaran. El bajista, John Entwistle, se apuntó al plan y fue con ellos. Cuando acabó el show, el trío se fue a tomar unas copas, tranquilamente, junto a otros miembros del equipo de la ITV. El caso es que estuvieron todo el día de borrachera y cuando se quisieron dar cuenta... se les había echado el tiempo encima.
Mientras, en el Ricky-Tick, Pete Townshend y Roger Daltrey, hartos de esperar a sus dos compañeros, decidieron empezar el concierto sin ellos. Reclutaron al bajista Colin Strandring y al batería Geoff Brown (ambos formaban parte de la banda que había sido su telonera, The Jimmy Brown Sound). Cuando llevaban más de la mitad de la actuación, aparecieron Keith y John. Bebidos y enfadados. Moon se encaró a gritos con Townshed reprochándole que hubiera permitido que otro tipo utilizara su batería. El guitarrista contraatacó señalándole que no le había importado no presentarse en su puesto de trabajo.
No obstante, aunque la tensión fue ‘in crescendo’, el show continuó. Cuando al final tocaron ‘My generation’, la tormenta estalló. Moon, mientras destrozaba su batería, el platillo se estrelló en la pierna de Townshend, El guitarrista reaccionó furioso intentando estampar su guitarra en un altavoz, pero falló, y en su lugar golpeó la cabeza de Keith. “No me hizo daño, yo solo estaba molesto e irritado”, recordaba Townshend en su biografía ‘Who are you: The life of Pete Townshend’. “Keith y John habían llegado más de dos horas tarde. Entonces yo giré mi guitarra, lo que en realidad no significaba que quisiera golpear a Keith. Pero perdí el control de mi instrumento y le di en la cabeza”.
La pelea estalló entre todos. El telón cayó. Por los altavoces, el presentador bromeaba y tranquilizaba al público: “No os preocupéis, forma parte del show”. Johnston, el apacible Beach Boys, que había estado viendo con perplejidad lo que pasaba en el escenario, comentaba en ‘Dear boy: The life of Keith Moon’: “No sé lo que provocó la bronca. Solo recuerdo que estaba viendo el concierto desde un lado del escenario, y de repente todos se enzarzaron en la mayor pelea que he presenciado jamás. Las guitarras iban y venían: todo el mundo estaba histérico”.
Cuando la contienda terminó, los miembros de la banda evaluaron los daños ocasionados.
Moon fue el más perjudicado. Acabó con un ojo morado, múltiples cortes que requirieron puntos y un tobillo lesionado. “Los chicos estaban sangrando”, señalaba Johnston. “El concierto fue uno de los mejores que había visto jamás, pero yo pensaba que, posiblemente, hacer ‘God only knows’ era más divertido”.
Obviamente, un notición así ocupó la portada de NME en una edición en la que Moon anunció que él y Entwistle abandonaban la banda. La ruptura nunca se produjo porque el bajista tocó con The Who al día siguiente. A Moon le costó una semana regresar. Townshend intentó pedirle disculpas, pero el batería no le quería ver: “Al principio, no podía hablar con Peter. No teníamos absolutamente nada en común, excepto la música”. Y Pete sentía de forma similar, tal y como cuenta en su biografía. Unos meses antes del incidente, comentó: “No me preocupa lo que piense de mí. El es el único batería en Inglaterra con el que realmente quiero tocar”.
No obstante, Moon y Townshend tenían que arreglar las cosas. Durante unos días, The Who tocaron con algunos baterías de sustitución (habitualmente se lo pedían a los teloneros), pero después de lamerse las heridas, Keith regresó a la banda el 28 de mayo. Y siguió ocupando su puesto en The Who hasta el fin de sus días… hasta el 7 de Septiembre de 1978.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop