Especial
‘La historia interminable’ cumple 45 años y la mejor manera de celebrarlo es con ‘Never ending story’, una canción con historia
La nostalgia sigue viva tantos años después y en gran parte gracias a este tema
El 1 de septiembre de 1979 se publicaba en Alemania La historia interminable, la obra de Michael Ende que en pocos años fue traducida a más de 35 idiomas y que acaba de cumplir sus 45 años de existencia. La fantasía se había convertido en un género de éxito desde décadas atrás con obras como El señor de los anillos o Conan El Bárbaro.
Surgieron títulos como Un puente hacia Terabithia(1977), de Kaherine Paterson, y El Silmarillion (1977), de J.R.R. Tolkien. En medio de ese contexto surgió la novela de Ende que vino a consolidar un género en auge.
"Un niño toma un libro, se encuentra literalmente dentro de la historia y tiene problemas para salir". Así resumió su idea el autor alemán cuando en 1977 comenzó a crearlo. Acabó creando una historia llena de simbología donde se hacía una oda a la imaginación y la necesidad de conservarla y potenciarla. Nada está destruyendo Fantasía y no es más que una crítica a la realidad del autor que observa esa falta de creatividad que percibía en esos momentos.
Bastián es un joven amante de los libros que descubre uno que acaba convirtiéndole en un personaje más de la historia. Tendrá que poner un nombre a la emperatriz para salvar Fantasía y parece que le cuesta. No es más que una crítica más a la falta de nuevas historias.
Caldo de cultivo
Michael Ende no surgió de la nada. Era hijo de Edgar Ende, un pintor surrealista de la escuela de Salvador Dalí y Giorgio de Chirico que buscaba inspiración en las teorías del psicoanalista Carl Gustav Jung.
Toda esa cultura estuvo presente en su casa desde que era un niño. Su padre tuvo que sufrir que la Cámara de Cultura nazi englobara su obra en la etiqueta de arte degenerado, en 1936. Ocho años después, durante un ataque de la aviación aliada, casi todos sus cuadros fueron pasto de las llamas. Fue el caldo de cultivo del pensamiento familiar que también estuvo muy influenciado por el pensador Rudolf Steiner que marcaba el camino entre el mundo espiritual y material, algo muy presente en La historia interminable que acabó dando el pistoletazo de salida a los best-sellers juveniles.
Ende no tenía claro si había escrito algo bueno o si en realidad se le había ido la olla, pero su mujer y su editor le convencieron para que diera una oportunidad a la obra, aunque nunca acabó de digerir bien tanta atención.
Adaptación cinematográfica
La novela de Ende fue un auténtico fenómeno mundial que llevó a hacer una primera adaptación cinematográfica en 1984 convirtiéndose en uno de los referentes de los niños de esta década y eso que solo abarcaba la primera parte del libro.
Wolfgang Petersen, que falleció hace un par de años, dirigió la peli que protagonizaron Barret Oliver (Bastián), Noah Hathaway (Atreyu), y Tami Stronach (la Emperatriz Infantil) en la que fue su única película. El presupuesto era elevado dentro de la escena de cine europeo y superaba el de George Lucas para El imperio contraataca, aunque compartían esa esencia del cine hollywoodiense, algo que no gustó al autor alemán que quería algo más artesanal y reivindicativo.
“Esta película es un gigantesco melodrama kitsch de peluche y plástico. No han entendido el libro. Sólo querían ganar dinero con él. Solo hay que ver las figuras de las esfinges. Son strippers tetonas sentadas en el desierto”, llegó a decir cuando se estrenó la película.
No hubo final feliz para esta historia ya que, pese a ser un gran éxito y proporcionar mucho dinero al autor, lo acabó perdiendo por las malas inversiones de su asesor.
La canción
Novela y película que despiertan la nostalgia con una banda sonora propia. Never ending story se sumó al éxito de la obra. Una pegadiza canción tecno-pop compuesta por Giorgio Moroder (Flashdance, Top Gun) con letra de Keith Forsey y partitura de Klaus Doldinger, que tuvo dos versiones con el cantante británico Limahl como voz principal. La inglesa contaba con la segunda voz de Beth Andersen y la francesa, con la de Ann Calvert.
Fue nº1 en Noruega y Suecia y se colocó en el top de países no solo europeos. Alcanzó la sexta posición en la lista Billboard Adult Contemporary de Estados Unidos.
Repunte gracias a Netflix
Años después hubo un repunte del éxito de la canción gracias al episodio final de la tercera temporada de Stranger Things, ambientado en 1985. Dustin (Gaten Matarazzo) y su novia Suzie (Gabriella Pizzolo) cantan Never Ending Storycomo una forma de reconectarse después de no verse durante algún tiempo.
Tras el lanzamiento de la temporada el 4 de julio de 2019, la audiencia del vídeo musical original había aumentado un 800% en unos pocos días según YouTube, mientras que Spotify informó de un aumento del 825% en las solicitudes de reproducción de la canción.
Limahl expresó su gratitud hacia Netflix por haber elegido la canción para esta serie que él no había visto, pero sobre la que le informaron sus sobrinos. En este momento, el cantante ya ondeaba la bandera homosexual, algo que en los 80 no se había atrevido a hacer.
No ha sido la única vez que la plataforma ha recuperado uno de sus temas otorgándole una segunda vida. Too Shy, de su banda Kajagoogoo, se incluyó en la película Bandersnatch. Fue la banda de la que le echaron tras tres años en sus filas convencidos de que no podría subsistir en solitario. Pero no solo lo hizo, sino que su tema para esta película se convirtió en uno de los grandes éxitos de 1984.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...