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Orgías, agresiones y tiroteos: el historial conflictivo de P. Diddy
El rapero tiene más procesos abiertos que discos
Sean Combs, más conocido como P. Diddy y hace algunos años como Puff Daddy, rapero y magnate de la industria discográfica, está en serios aprietos. Como ya informamos en LOS40, ha sido acusado de tráfico sexual, conspiración de extorsión y transporte para ejercer la prostitución; se halla detenido en Nueva York. Se le imputa que celebraba orgías con personas obligadas a participar por medio de amenazas o violencia. La sospecha de que habría abusado de Justin Bieber cuando este tenía 15 años se ha añadido al escándalo. Las noticias han ocupado amplio espacio en la prensa mundial, provocando comprensible sorpresa en quienes no han seguido de cerca la trayectoria extramusical de Combs; para quienes lo conocen, es un episodio más —quizá el más grave, si no el definitivo— en su reprobable biografía.
Lo cierto es que la primera impresión que Combs causó fuera de Estados Unidos (en particular, en España), no pudo ser más favorable. Frente al rap más radical de grupos como Public Enemy o N.W.A., que básicamente hacían canciones para insultar a la policía, a mediados de los noventa surgió una nueva generación de raperos de propuesta más comercial y aparentemente amable. En 1997, Puff Daddy alcanzó renombre internacional con el tema I’ll be missing you, el cual, sobre la base musical de Every breath you take, de The Police, rendía homenaje a su amigo Notorious BIG, rapero asesinado poco antes. En la canción colaboraba Faith Evans, la viuda del interfecto. El single fue número uno de ventas en Estados Unidos, Reino Unido e incluso España; en LOS40 llegó al primer puesto el 27 de septiembre de ese año.
Pero si el rap comenzó a mostrar una cara más cordial, como de hecho ocurrió, no sería gracias a Combs. Practicamente desde el mismo instante en que se hizo rico y famoso, empezó a tener que vérselas con la ley.
Su historial conflictivo abarca un amplio espectro del código penal: de agresiones y explotación laboral a conductas de indole sexual. En 1999, se emitió el vídeo de Nas Hate me now, en el que Daddy aparecía crucificado; como había vetado ese plano por irreverente, acudió acompañado de dos matones a la oficina del mánager de Nas, Steve Stoute, y expresó su malestar de una forma, digamos, bastante alejada de las más elementales normas de urbanidad. Tras la consiguiente denuncia de Stoute, Combs le pagó medio millón de dólares a modo de acuerdo, mientras que el juez condenó al rapero a asistir a un curso de contención de rabia de un día de duración.
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Por esas fechas, Combs salía con Jennifer Lopez. A finales de diciembre del mismo año, la pareja estaba en un garito de Nueva York y Combs se vio envuelto en una pelea que acabó a tiros. Según los testigos, Combs y el joven rapero Shyne (uno de sus protegidos) fueron vistos discutiendo con varias personas; en un momento dado, una de ellas arrojó a Combs un fajo de billetes, y Combs y Shyne reaccionaron supuestamente sacando sus pistolas semiautomáticas. Combs fue absuelto: pudo demostrar que no iba armado. Shyne fue condenado a diez años de prisión. Poco después, él y J. Lo rompieron su relación.
Explotación laboral y agresiones
Comparado con esto, el que fuera detenido en 2001 en Florida por conducir con el carné caducado parece poca cosa. Más mediática fue la polémica que se desató en 2003 cuando se supo que los operarios que tenía contratados en Honduras para fabricar las prendas de su marca de ropa trabajaban en condiciones inhumanas. Combs se comprometió a tratarlos mejor.
En 2007, un hombre de 27 años lo denunció por agresión. Según afirmó, Combs estaba hablando con novia del agredido a la puerta de una discoteca de Hollywood; el chico se acercó y el músico le dio un guantazo. El asunto se zanjó con una indemnización cuyo montante se desconoce. Ocho años después, arremetió contra el entrenador de uno de sus siete hijos, aunque en esta ocasión salió libre de cargos por falta de pruebas. Este mismo 2024, el productor Lil Rod presentó una demanda contra Combs y su hijo Justin por encubrir un tiroteo en un camp de producción en Los Ángeles. Y cuando también este año su acólito Brendan Paul fue pillado en un aeropuerto de Florida cargado de droga, Lil Rod acusó a Paul de ser la mula de Combs.
Cindy Ruela, asistente de Combs, lo denunció en 2017 por acoso sexual; retiró la acusación tras llegar a una acuerdo económico. A finales de 2023, una mujer presentó una demanda contra él alegando que la agredió sexualmente cuando tenía 17 años. Uno de los lances más desagradables salió a la luz en mayo de 2024, cuando la cadena CNN emitió unas imágenes terribles de Combs golpeando y arrastrando por el suelo a Cassie Ventura, su pareja de once años. Días después, el rapero subió un vídeo a Instagram en el que expresaba su arrepentimiento.
Esto es solo una muestra de cómo se las gasta este hombre que tiene más procesos judiciales abiertos que discos publicados (cinco en un periodo de 27 años) y en cuyo perfil en Instagram se hace llamar “LOVE”.
Miguel Ángel Bargueño
Es periodista y escritor: ha publicado varios libros sobre música. Aterrizó en el universo de LOS40...