¿Nirvana teloneros de U2?: “No, no estamos en eso”

“¡Jodido imbécil!. Fue una gran decepción”, decía Dave Grohl de su primer encuentro con Bono. “Quería que fuéramos teloneros en su gira y yo le dije, ‘No, no estamos en eso’”. Cuando 'Nevermind' convirtió a Nirvana en un fenómeno mundial, Kurt Cobain, enemigo de la fama, insistió en que no saldría de gira con una banda como U2; representaba todo lo que ellos desaprobaban. "Apestaba a estrella del rock, no era un ser humano", decía Grohl del líder irlandés.

Nirvana era el fenómeno cultural de los 90. Había llegado a la cúspide de la popularidad con ‘Nevermind’ (1991) convertido en Diamante y en un inesperado éxito a gran escala. ‘Smells like teen spirit’ dominaba las listas. Había aupado al trío de Aberdeen, Washington, al superestrellato mundial. Crítica y público coincidían. Hasta a ellos les sorprendió noquear al mismísimo Michael Jackson en enero de 1992, cuando le arrebataron el número uno que ostentaba con ‘Dangerous’ en Billboard 200. El segundo álbum de Nirvana vendía, aproximadamente, 300.000 copias semanales. Y a Cobain le consideraban “la voz de su generación”.

En esa época, al otro lado del charco, los irlandeses U2 ya habían publicado ocho discos. Uno de ellos, ‘The Joshua Tree’ (1987), era uno de los más vendidos mundialmente y había hecho de ellos estrellas internacionales. 25 millones de copias y números 1 como ‘With or without you’ o ‘I still haven’t found what I’m looking for’. Entre 1992 y 1993, recorrieron el mundo con The Zoo TV Tour, un elaborado espectáculo multimedia con el que apoyaron 'Achtung Baby' (1991) y 'Zooropa' (1993). La primera parte del tour pasaba por Canadá y Estados Unidos.

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Justo, en uno de esos conciertos por América de Zoo TV Tour, estuvo Dave Grohl. No solo como público. El batería de Nirvana tuvo la oportunidad de conocer personalmente a Bono y de ese encuentro se explayó en una entrevista con Keith Cameron para NME publicada el 3 de Julio de 1992. Casualmente, la charla se celebró en Madrid, donde Nirvana tocaba ese día, en el Palacio de los Deportes. “Jodido imbécil! Fue una gran decepción porque cuando tenía 13 años pensé que ‘War’ (1983) era un magnífico álbum”.

“Apestaba a estrella del rock, no era un ser humano”, seguía contando Grohl en la revista inglesa. “Quería que fuéramos teloneros en su gira y yo le dije, ‘No, no estamos en eso’. El decía, ‘Vosotros pertenecéis al público, tenéis que dar el siguiente paso’. Le respondí ‘¡Yo no quiero dar ese siguiente paso!’. Él estaba desesperado intentando establecer una conexión. ‘¿Te gusta el blues?’ No ¿Te gusta el gospel?’ Er, no, realmente no. ‘Entonces, ¿qué tipo de música os gusta?’ ¡Jodido punk rock, tío!. Y entonces, por supuesto, me habló de punk rock y él estaba allí y representaba el punk rock. La reunión con ese tipo hizo que quisiera abandonar la idea de estar en una banda de rock and roll”.

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En 2013, recordando sus días finales en Nirvana para la revista Rolling Stone, Grohl añadió que habían declinado unirse a U2 por instinto de supervivencia: “Fui a ver un concierto de U2 con los Pixies y fui arrastrado al vestuario de Bono. ‘Vosotros tíos tenéis que venir de gira con nosotros’. Yo me decía, ‘Pero ¿qué demonios está pasando?’. Para nosotros era bueno no hacer muchas cosas. Pero era como sostener una cerilla mientras veías cómo se quema hasta los dedos. Solo era cuestión de tiempo antes de que algo pasara”.

Kurt Cobain era enemigo de la fama y seguía sin gustarle la vida en la carretera o los conciertos ‘sold-out’ en grandes estadios Aunque Nirvana había crecido demasiado rápido, todavía no necesitaba grandes pantallas detrás de él e insistía en que no iba a salir de gira con una banda como U2. Tal y como publica Far Out, “U2 representaba justo todo contra lo que estaba Nirvana. Únicamente deseaban ser una banda ‘underground’ y de repente ¿iban a compartir una gira con lo que ellos podían considerar el grupo de rock más pomposo del mundo? No, gracias. Rechazar la oferta fue una postura coherente para Nirvana y para Cobain en particular. Desdeñaban la industria musical y querían ser fieles a sus raíces punk y grunge.

Aunque Bono no consiguió su propósito, nunca le importó confesar su devoción por Nirvana. En mayo de 2020, para celebrar su 60 cumpleaños, decidió convertirse en fan y escribir cartas a los compositores de algunas de sus canciones favoritas, 60 para ser exactos. En realidad, él las llamó “60 canciones que salvaron mi vida”. La lista era diversa y se publicó íntegra en la web de U2. Uno de los temas incluidos era 'Smells like teen spirit' de Nirvana. Con Kurt Cobain fallecido en 1994, Bono optó por dirigir su particular carta a Frances Bean Cobain, su hija. Su mensaje a Frances Bean era innegablemente sincero y bastante conmovedor. Empezaba escribiendo: “Perdona mi intrusión...

Bono contaba cómo hacía 30 años se difundió un rumor por Dublín sobre una banda que había sido telonera de Sonic Youth en el recinto Top Hat en Dun Laoghaire (hoy demolido). "Todos los que estuvieron allí contaban a los no habían estado que deberían haber ido a ver a estos tres músicos de Seattle incinerar la sala… No lo descarté como algo imposible, pero admito que lo encontré improbable... pero la gente seguía hablando de esta banda, Nirvana, y de cómo estaba cambiando la vida de la gente y que esto estaba pasando cada noche allá a donde tocaran”.

“Cuando escuché SMELLS LIKE TEEN SPIRIT, fue como si la exageración ni siquiera hubiera llegado a la mitad de lo que correspondía… era una locura, un clásico instantáneo que cambió el mundo inmediatamente.

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La fuerza que hay en esta música nunca se podrá extinguir, u ocultar, o ignorar o destruir porque es demasiado grande. Por todo su dolor y su rabia, esta es la fuerza de la vida. Vitalidad. Esperanza. Esto no puede compensarte, yo solo quería recordar la llama que iluminó tantas vidas”. Bono.