Especial
Michael Stipe cumple 65: el glorioso pasado y el incierto presente del icónico cantante de REM
Aunque el grupo se separó en 2011, aún no ha publicado disco en solitario
Probablemente no haya habido otro artista que haya tendido un puente tan consistente entre la música alternativa y comercial como Michael Stipe, por todos conocido como cantante de REM. Desde sus inicios en la escena underground de Estados Unidos, Stipe y su grupo consiguieron llegar al público masivo, sin perder un ápice de su esencia ni dejarse arrastrar por sonidos de moda. REM siempre fueron REM, vendiendo pocos discos y tocando en garitos pequeños, como al principio, o despachando ingentes toneladas de álbumes y llenando grandes estadios, como en su etapa de mayor éxito.
Nacido el 4 de enero de 1960, Stipe cumple 65 años. Hace un tiempo que no vemos imágenes suyas, pero seguramente no ha cambiado mucho con respecto a la memoria que la mayoría tenemos de él: delgado, de rostro huesudo, cráneo pelado, luce un aspecto entre sano y atemporal que difícilmente el paso de los años modificará. Lo más importante, su singular estilo al cantar, se mantiene inalterable, como hemos podido comprobar en sus últimos lanzamientos en solitario, que de momento no han sido más que canciones sueltas; desde que REM anunciara su separación amistosa en 2011, todavía no nos ha obsequiado con un primer álbum como solista.
Trotamundos de niño, ya que su padre era militar al que destinaban a diferentes acuartelamientos del planeta (pasó varios años en Alemania), Michael Stipe alcanzó la adolescencia en el estado de Georgia; allí se matriculó en la universidad, descubrió la música rock y hizo amigos como el guitarrista Peter Buck, a quien conoció en una tienda de discos. Stipe, que ya había cantado en el grupo Boat Of, formó REM con Buck, el bajista Mike Mills y el batería Bill Berry.
Desde que publicaran su primer single, Radio free Europe, en 1981, REM ocupó un lugar destacado en la escena independiente de esos primeros ochenta. Porque esa década estuvo marcada por la música alegre y colorista de tinanes del pop, pero también acogió el germen de lo que luego sería una gran industria multimillonaria, como la de los grupos alternativos. Durante gran parte de esos ochenta, publicaron álbumes con el sello I.R.S., hasta que en 1988 multiplicaron exponencialmente el número de seguidores tras firmar con Warner Music; primero con Green, de ese año, y sobre todo con Out of time, de 1991, su estrella cambió y dejó de ser una banda de culto para llegar a las masas.
El tema que lo cambió todo
Out of time accedió al número uno de los discos más vendidos en Estados Unidos y Reino Unido entre otras cosas porque contenía uno de los himnos de los noventa: Losing my religion. ¿Podía un tema tocado con mandolina y con una letra sobre amor no correspondido, cargado de toques místicos, convertirse en un clásico? Pues lo logró. Losing my religion, que alcanzó el cuarto puesto en la lista de Billboard, gusta a todo el mundo, es totalmente reconocible y suena incluso hoy de forma recurrente en emisoras como LOS40 Classic.
REM es uno de esos escasos grupos que cuando dijeron que lo dejaban, lo dijeron en serio. Su final empezó a fraguarse cuando en 1995 el batería Bill Berry sufrió un aneurisma cerebral en mitad de un concierto y decidió abandonar la formación (aunque se recuperó favorablemente). Sus tres compañeros no buscaron reemplazo, sino que continuaron como trío y contrataron a otros baterías para que los acompañaran en directo. Tras la publicación del disco Collapse into now, en 2011, comunicaron que había llegado el momento de poner punto final a la historia del grupo.
Aunque como ocurre habitualmente los rumores de reagrupación no han cesado, lo cierto es que, a pesar de que siguen siendo muy amigos, no dan dado su brazo a torcer. Se han juntado muy esporádicamente para tocar en ocasiones especiales; la última en junio de 2024 (con Berry a la batería) en Nueva York en la ceremonia de inclusión de REM en el Songwriters Hall of Fame.
La influencia de Stipe y la banda en el rock de las últimas décadas es mayúscula. Sin ellos no se entenderían movimientos como el grunge, y tuvieron un peso enorme en el crecimiento como compositores de músicos como Kurt Cobain, de Nirvana, Chris Martin, de Coldplay, o Thom Yorke, de Radiohead.
Lo que se espera con más ahínco es el debut de Stipe en solitario, que está pagando de su bolsillo, sin el respaldo de ninguna compañía discográfica, y parece que por ello se está esmerando mucho para que el resultado final sea el que tiene en mente y no otro. Se sabe que contará con la colaboración de muchos músicos afines, y aunque adelantó que esperaba que estuviera disponible a lo largo de 2024, no ha sido así. Lo que está claro es que llegará, y hará que disfrutemos una vez más de la voz y el carisma de este cantante y compositor sin parangón.
Miguel Ángel Bargueño
Es periodista y escritor: ha publicado varios libros sobre música. Aterrizó en el universo de LOS40...