Especial
Un disco que eran dos, un letrista experto y el apoyo de LOS40: así llegó Laura Pausini al Nº1 hace 30 años
Su primer disco en nuestro idioma lideró la lista de más vendidos el 16 de enero de 1995
Laura Pausini, en 1994, cuando tuvo sus primeros Nº1 en LOS40.
El de 1995 fue un año polícromo en lo tocante a la música. Estrellas de pop de los ochenta como Madonna o Bon Jovi aún llegaban a los primeros puestos de las listas, bandas como Nirvana estaban cambiando los cimientos del rock y, tras el éxito de New Kids on the Block, boy bands como Take That empezaban a conquistar el mundo. En España, pasada la vorágine de la nueva ola ochentera, era el momento de rockeros como Revólver, Los Rodríguez o Antonio Flores. Y de no se sabe dónde —bueno, sí, de la localidad italiana de Faenza—, una chica de 20 años con aspecto de estar empezando la carrera de Derecho, cargada de canciones sentimentales sobre amores juveniles, logró seducir a los oyentes de menor edad.
El 16 de enero de ese año, es decir, hace treinta, el primer disco de Laura Pausini, titulado con su nombre, llegó al número uno de los álbumes más vendidos en España. No pudo tener mejor entrada en nuestro país Laura Alice Rossella Pausini, quien ya entonces era una estrella en Italia. ¿Cómo fue tan efusiva acogida posible?
La música pop italiana siempre ha gozado de buen predicamento en nuestro país. Desde la década de 1950, muchos astros transalpinos grababan en castellano las canciones con que habían triunfado en su tierra. Poco antes de la irrupción de Pausini, acogimos con entusiasmo la música de Eros Ramazzotti, quien en 1990 fue número uno de LOS40 con dos temas, Si bastasen un par de canciones y Canciones lejanas, por no hablar de los que obtuvo en años posteriores. En 1992 llegaron a oídos del público español otros dos italianos: Marco Masini y Paolo Vallesi. La premisa era que si una canción funcionaba en Italia, con toda lógica, y por la afinidad entre ambas naciones, podía ser éxito en España. Y con frecuencia así ocurría.
Lo cierto es que Laura Pausini tenía ya año y medio de vida en Italia cuando coronó las listas españolas. Había salido allí el 18 de mayo de 1993. Contenía el ya clásico La solitudine, que había resultado vencedor en la edición número 43 del Festival de San Remo. Fue tal el impacto de la canción en la sociedad italiana, que el público compró en masa el disco de Laura, del que llegaron a despacharse allí más de medio millón de ejemplares. Otros temas, como Non c’è o Perché non torna più, unidos a la voz limpia y clara de la cantante, situaron a Pausini como la artista más potencialmente exportable del mercado italiano esos años.
En 1994, cuando todavía en España casi nadie la conocía, Pausini lanzó en Italia un segundo disco, esta vez titulado solo Laura. Con el tema Strangi amori como estandarte,igualó el éxito del primero, por no decir que lo superó. No hay que ser muy inteligente para darse cuenta de que en la compañía discográfica española hermana de la italiana supieron que Laura Pausini era la próxima artista del país de la pizza que había que publicar y publicitar aquí. Quizá no era tan fácil, pues los artistas masculinos solían contar con el apoyo de hordas de fans; pero Laura Pausini era distinta: era una cantante excepcional y tenía una mezcla incomparable de dulzura y carácter.
Un dato significativo es que para la adaptación al castellano de las canciones se recurrió a J. Badía, pseudónimo del compositor Ignacio Ballesteros, experto en esas lides que ya había trabajado con material de Eros Ramazzotti, Marco Masini, Paolo Vallesi, así como de otros italianos como Piero Cassano, Paolo Salvatore, Divaona, Rosalía Malepasso, Claudio Diamani, Antonella Nuti, Guiseppe Fanciulli o Luigi Albertelli (y más adelante Nek).
Con su habilidad para trasladar al castellano las letras ingenuas de las canciones de Pausini, la discográfica publicó en España ese primer disco en nuestro país, que en realidad contenía los principales éxitos de los dos que ella había editado en Italia (y entre los cuales están los antes citados). En presentárselo al público desempeñó papel fundamental LOS40, en especial el programa diario que hacíamos en Canal+ esos días, donde su director, Carlos Rioyo, programaba sus vídeos con alta frecuencia (y el periodista que esto escribe redactaba los guiones). Y así, después de que La soledad, Se fue y Amores extraños llegaran al número uno de nuestra lista en 1994 y principios de 1995, Laura Pausinise situó en el primer puesto de los discos más vendidos en España. A partir de entonces, creció el mito.
Miguel Ángel Bargueño
Es periodista y escritor: ha publicado varios libros sobre música. Aterrizó en el universo de LOS40...
