Rolling Stone: Solo la casualidad salvó de morir electrocutados a Bill Wyman y a Keith Richards
En 1965, todos, a excepción de Charlie Watts, recibieron una descarga eléctrica sobre el escenario

Los Rolling Stones en un estudio de televisión en 1965: Bill Wyman, Brian Jones, Mick Jagger, Keith Richards y Charlie Watts. / Michael Ward
Las gruesas suelas de goma de sus zapatos salvaron a Keith Richards de morir electrocutado. Meses antes, el 26 de Marzo de 1965, una cadena de descargas eléctricas afectaron, por este orden a Mick Jagger, Brian Jones y Bill Wyman. El bajista fue el peor parado. Estuvo inconsciente durante varios minutos hasta que, un golpe casual de suerte, le devolvió la vida.
Los Rolling Stones se pasaron el año 1965 haciendo una gira tras otra. Once en total. No pararon de tocar. Actuaron por primera vez en los escenarios de Irlanda, Oceanía, América… o Europa. Fue el año de ‘Out of our Heads’, su tercer álbum de estudio. Como los anteriores, contenía principalmente versiones de blues o soul americano, aunque el grupo ya empezaba a escribir su propio material. ‘The last time’, nº1 en UK, fue una de las primeras creaciones del icónico tándem Jagger/ Richards. 1965 también fue el año de las descargas eléctricas. Todos, a excepción de Charlie Watts, recibieron la suya.
El 26 de Marzo de 1965, el quinteto londinense debutó en un escenario europeo. El tour por el continente arrancó con dos shows en el Fyns Forum de Odense (la tercera ciudad más grande de Dinamarca).
Los detalles son escasos. Lo que ha trascendido es que, durante los ensayos en el recinto danés - no en un concierto, como algunas veces se ha publicado - Mick Jagger recibió una descarga eléctrica de 220 voltios. Bien por un micrófono defectuoso, o porque tocó dos micrófonos simultáneamente. El caso es que la sacudida le dejó aturdido. Se tambaleó dando vueltas por el escenario y cayó sobre Brian Jones. A su vez, el guitarrista, ahora también conmocionado por el ‘choque eléctrico’ transmitido por Mick, retrocedió hasta donde estaba Bill Wyman, que terminó siendo el más afectado de la cadena de electrocuciones. El bajista perdió el conocimiento por la descarga de 220 voltios y se derrumbó, inconsciente, sobre el escenario.
Wyman se salvó… por pura casualidad. Según contó posteriormente el promotor del concierto, Jagger, de forma accidental, arrancó el enchufe mientras daba tumbos. Eso devolvió la vida a su compañero. Las fotografías existentes muestran a Bill tendido sobre el suelo y a Jagger y a Charlie Watts bastante afectados por la situación. Afortunadamente, Wyman, Jagger y Jones se recuperaron y pudieron proseguir con sus interminables giras.
Curiosamente, no sería el único accidente ‘eléctrico’ del año, que concluyeron con un tour por Estados Unidos. Esta vez fue Keith Richadrs, conocido por tener siete vidas como los gatos, quien recibió una buena sacudida. En ese momento, la banda disfrutaba de su primer nº1 en USA gracias a ‘(I can't get no) Satisfaction’.
El viernes 3 de Diciembre, los Stones tenían una doble sesión (a las 7:00 y a las 9:30 pm) en el Memorial Auditorium de Sacramento, California. En la segunda, todo transcurría dentro de lo normal hasta que Richards experimentó un encuentro cercano con la muerte. En realidad, la situación fue tan angustiosa que muchos llegaron a pensar que el guitarrista había sido asesinado. Que había sido disparado
Irónicamente, tocaban 'The last time' cuando la guitarra de Keith rozó un pie de micro sin toma de tierra. A continuación, una ráfaga eléctrica irrumpió como un hachazo y Richards cayó inconsciente al suelo, electrocutado. Muchos presumieron que sin vida. Mientras yacía inmóvil, creció la preocupación entre el público. El promotor, Jeff Hughson, opinaba lo mismo. Afortunadamente no fue el caso.
Bill Wyman, testigo presencial de lo que le ocurrió a Richards, narraba el episodio en su libro 'Rolling with the Stones' (2002): "4.500 fans asistieron a lo que casi se convirtió en una tragedia... en torno al final del (segundo) show, Keith tocó el pie de micrófono con su guitarra. Surgió un flash azul cegador y terminó tumbado boca arriba, inconsciente. Los promotores corrieron las cortinas mientras la policía y los servicios médicos invadían el escenario”
“Keith despertó después de unos minutos y parecía que no había nada que temer”, siguió relatando el bajista. “Todas las cuerdas de su guitarra estaban cortadas y las puntas enroscadas, fundidas como alambre de fusible. A Keith le llevaron al hospital, donde los médicos dijeron que habían sido las gruesas suelas de goma de sus zapatos Hush Puppy lo que le habían salvado la vida. Mr. Indestructible había sobrevivido a su primer susto”.
Así fue como Charlie Watts se convirtió en el único Rolling Stone que se salvó de las descargas eléctricas en el escenario. Algunos dicen que eso explica la actitud tranquila y el carácter apacible del batería fallecido.