Carlos Sobera, visiblemente enfadado, por la mega bronca de Montoya y Carmen con Damián y Pelayo en ‘Supervivientes’
La tensión crece en 'Tierra de Nadie' por culpa de la comida

Carlos Sobera, enfadado en 'Supervivientes: Tierra de Nadie'. / Mediaset
El oráculo de Poseidón está diseñado para tratar los temas que han producido conflicto en las playas e intentar solucionarlos y eso, como es lógico, genera muchos momentos de tensión. Pero el que hemos vivido este martes en Tierra de Nadie ha superado cualquiera de los que hayamos vivido hasta ahora y hasta el presentador ha perdido los nervios.
Montoya tuvo que ser evacuado de la playa por una fiebre alta y malestar general que le dejaron hecho polvo. En el programa conoció la decisión médica que le permitía continuar en Supervivientes tras haber respondido bien al tratamiento.
Pero Damián ponía en duda que hubiera estado malo de verdad y eso encendía al sevillano que se lo echaba en cara. Y Anita se sumaba. Por su parte, Pelayo se ponía del lado del karateka y eso producía un cruce de acusaciones que no se entendía muy bien porque hablaban todos a la vez.
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La bronca por la comida
Carlos Sobera tenía que intervenir. “Si habláis los cuatro a la vez no entiendo nada, por favor, hay que hablar de uno a uno”, decía antes de darle la palabra a Anita. La bronca venía porque tenían tres recompensas y cada una de ellas se podía compartir con un compañero. Se las comieron entre Pelayo, Damián, Makoke y Manuel, y quedaron excluidos Carmen y Montoya.
La diferencia es que, tras ese banquete, Makoke y Manuel cedieron su ración de arroz a los que no había comido, mientras que Damián y Pelayo exigieron la suya.
Tras ver las imágenes de lo sucedido, Carmen mostraba su enfado y les acusaba de egoísmo. “Me parecéis las personas más egoístas de la tierra, hasta la muerte lo repetiré, porque había una persona enferma y tres recompensas y éramos seis. Luego para lo que queréis hay cordialidad y buen rollo, pero para la comida, no”, les decía a sus compañeros. Y les recordaba que cuando fue su cumpleaños ella sí compartió su tarta.
Además, ambos estaban enfadados por sus compañeros porque no se habían interesado por cómo se encontraba Montoya, solo Manuel lo había hecho.
El enfado de Carlos Sobera
Finalmente, también se incorporó a la conversación la otra playa. Anita intentaba explicar que no le parecía bien que no hubieran cedido su parte a Carmen y Montoya después de haberse puesto las botas con su recompensa. Entonces entraba Manuel para decir que de qué se quejaban ellos que tampoco daban de comer a Laura Cuevas que sigue en su atalaya a expensas de lo que sus compañeros quieran darla. Por más que Anita preguntaba a Carlos si podía hablar, no había manera de que la dejaran expresarse sin alguien metiéndose en medio.
Carlos acababa enfadado. “Tampoco me escucháis a mí, os lo digo así de claro, habláis tanto y tan a la vez que tampoco me escucháis a mí”, les decía visiblemente molesto.
Y sí, continuaron hablando, aunque la tensión seguía patente. Montoya no comió, pero por lo menos recibió la alegría de la salvación una semana más.