La caída a los infiernos de Justin Bieber: ¿quién tiene la culpa?
Crece la preocupación por la salud mental de la estrella del pop

Justin Bieber / Dave Sandford
Últimamente, cuando se habla de Justin Bieber, la música queda relegada a un segundo plano. Parece que ya no importa que este artista, uno de los fenómenos pop más interesantes de este siglo, posea una discografía basada en seis álbumes de estudio que, de una u otra manera, han marcado la historia del género – con joyitas, por ejemplo, como Believe y Purpose – y canciones que forman parte del imaginario global. Sin embargo, cuando la oscuridad devora a un artista, como es el caso del canadiense, es imposible mirar más allá y no fijarse en el hombre que queda, arrastrado por la estrella todopoderosa que ha sido.
Estamos asistiendo como espectadores a algo parecido a un largometraje de corte dramático, uno cuyo título podría ser La caída a los infiernos de Justin Bieber. La actualidad está encima del cantante, y nada tiene que ver su esperada vuelta a los escenarios o el anuncio de un nuevo disco. Las noticias preocupantes vuelan, y los titulares muchas veces son espeluznantes: “Justin Bieber, uno de los temas más comentados en Coachella 2025 por su compañía”. “Justin Bieber se enfrenta a los paparazzi y no deja de repetir una sola palabra”. “Justin Bieber tiene problemas de ira”. “Justin Bieber responde a las críticas con la calada infinita a un porro”...
El último "grito" de auxilio fue retransmitido casi en directo en Coachella. El altercado con los fotógrafos no es más que una prueba del hartazgo de la fama por el que pasan muchos artistas de su categoría. Lo visto en el festival de música, sin embargo, dice mucho de las aguas turbulentas que están ahogando a Justin Bieber. Sus comportamientos erráticos, bailando de una manera extraña, mirando al vacío con una expresión perdida, han terminado de poner un foco sobre los problemas que está sufriendo el cantante. Que Justin Bieber no está bien es una realidad, pero, llegados a este punto, ¿quién tiene él la culpa de lo que le está pasando?
La lucha diaria de Justin Bieber
Cuesta visualizar al Justin Bieber que hacía grandes conciertos. Cuesta todavía más recordar al Justin Bieber sonriente de Baby, Beauty and a Beat y Friends. El Justin Bieber que vemos hoy es un artista desdibujado, casi ajeno a lo que ocurre a su alrededor. ¿Y por qué? El peso de la fama, las presiones de la industria y sus propias batallas internas lo han machacado tanto que apenas queda una sombra de lo que fue. Justin Bieber mantiene una lucha diaria desde hace tiempo, pues le ha tocado asimilar, con el tiempo, el proceso emocional que tuvo que atravesar y digerir siendo tan joven, convirtiéndose en un ídolo de masas.
Los intereses personales y profesionales siempre se han agarrado al cuello de su camiseta, como unas garras que quieren tirar él para según qué intenciones. También ha experimentado en sus propias carnes la cara B del ascenso a la fama. Aunque nunca ha dicho nada de forma oficial, su adolescencia ha estado marcada por situaciones inapropiadas, como las vividas junto al rapero Puff Daddy. El mismo Usher, padrino artístico de Bieber, contó en su momento que durante esa etapa vivió situaciones “salvajes” que, según sus propias palabras, no eran apropiadas para alguien de su edad.
A eso se le suma el constante escrutinio público, el acoso mediático y los episodios de cancelación que ha experimentado en redes sociales. Bieber ha hablado abiertamente de sus problemas de ansiedad, depresión e incluso pensamientos oscuros. Ha confesado haber estado emocionalmente roto, atrapado en una rutina tóxica y sin herramientas reales para gestionar la fama descomunal que le cayó encima antes de cumplir los 16. “De pequeño me enseñaron que odiar estaba mal. Eso me hizo pensar que no tenía derecho a sentirlo, así que aprendí a ocultarlo y a no contarle a nadie que lo recibía”, escribió no hace mucho en sus redes sociales. "He sentido como si me estuviera ahogando".
En medio de tanta turbulencia, Justin Bieber se refugia en la fe, como ya lo hizo en 2021. Entonces, llevó sus creencias al estudio de grabación y de esa necesidad de salvación y sentirse reconfortado por Dios nació Justice. Seguramente sea su trabajo más personal. Habló de la lucha interna que estaba atravesando y de lo vulnerable que se sentía en Lonely y Unstable, mientras que las referencias a su fe cristiana se sucedían en temas como Holy. Estamos en un punto en el que, ojalá, su equipo y su familia lo arropen y lo quieran como necesita. Que se refugie en la fe y, si así le ayuda, si se ve con fuerzas, vuelque esos sentimientos tan feos en el estudio. Dicen que la música sana, ¿no? Ojalá le haga sanar pronto también a Justin Bieber.