Los cuatro días que Neil Young y Pearl Jam se juntaron en un estudio: ‘Mirror ball’ cumple treinta años
La banda de Seattle y el Padrino del Grunge publicaron en 1995 un disco que derribó barreras generacionales
Neil Young y Eddie Vedder, de Pearl Jam. / Kevin Mazur
En la primera mitad de la década de los noventa, una joven hornada de bandas estadounidenses, muchas radicadas en Seattle, atrajo la atención de los medios y el público de todo el mundo. Practicaban un rock sucio, áspero y nada arrogante que se denominó “grunge” (algo así como “cutre” o “mugriento” en español). Las bandas las conoces: Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden, Alice in Chains, Stone Temple Pilots, Hole, Mudhoney… Su sonido, en las postrimerías del siglo XX, no tenía nada de moderno o tecnológico, por lo que algunos críticos trazaron comparaciones con músicos de rock de generaciones anteriores. Con buen tino, como se vio.
Uno de esos músicos veteranos era Neil Young, leyenda de la música desde la década de los sesenta. Incluso estéticamente, con sus camisas de cuadros, sus pelos de loco y sus vaqueros ruinosos, guardaba relación con los discípulos del grunge. No fue extraño que entre el cantante, guitarrista y compositor canadiense y una de las bandas formadas en Seattle surgiera, cuando se conocieron, conexión inmediata.
Esa banda era Pearl Jam. En un corto espacio de tiempo, el grupo de Eddie Vedder y Young, a quien ya apodaban el Padrino del Grunge, tropezaron en diversas ocasiones. Pearl Jam tocaban por entonces en sus conciertos “Rockin’ in the free world”, de Neil Young. Se vieron las caras por primera vez en un concierto de Bob Dylan y poco después Pearl Jam acompañó a Young en una actuación acústica en un evento benéfico. Unos y otro se veían como reflejados en un espejo. Tanto es así, que Young invitó a Pearl Jam para que participaran como teloneros de su gira por Estados Unidos y Canadá en 1993.
PEARL JAM and NEIL YOUNG "Rockin' In The Free World" live at MTV 1993
Cuando ese año Pearl Jam tocaron “Rockin’ in the free world” en los premios de la MTV, lo hicieron junto a Neil Young, y en enero de 1995, cuando este ingresó en el Rock and Roll Hall of Fame, quiso que fuera Eddie Vedder quien lo presentase a la audiencia. En aquella ocasión, Young tocó varios temas, entre ellos “Act of love”. Los chicos de Pearl Jam grabaron la canción y se la aprendieron. De modo que cuando unos días después volvieron a cruzarse en otro concierto benéfico, la tocaron con su ídolo. A Neil Young le gustó tanto cómo sonó, que les dijo: “Vamos a un estudio a grabarla”.
Reservaron fecha en un estudio de Seattle; concretamente, Bad Animals, propiedad de las hermanas Wilson, del grupo Heart. Y ya que tenían estudio, Neil Young no se conformó con grabar solo “Act of love”, sino que se presentó con dos temas más. Finalmente pasaron un total de cuatro jornadas en las instalaciones, con algunos días de descanso entre medias, en los que Neil Young siguió componiendo. Terminaron siendo once las canciones; material suficiente para un álbum. Curiosamente, apenas participó en las sesiones Eddie Vedder, cantante de Pearl Jam, en primer lugar porque ya había un vocalista (el propio Young) y, además, porque tenía miedo de salir de casa después de que un acosador lo hubiera estado acechando. El productor fue Brendan O’Brien, habitual en los discos de Pearl Jam.
Mirror ball, el resultado de esos cuatro días, se publicó el 27 de junio de 1995, hace justo treinta años. La repercusión comercial fue notable: el disco llegó a la quinta posición en la lista de ventas de Estados Unidos —lo que no estuvo nada mal para Young, quien solo tiene un número uno allí: Heart of gold, de 1972— y a la cuarta en la del Reino Unido. La impresión general fue que Young había rejuvenecido su rock con el desparpajo juvenil de Pearl Jam (veinte años de edad le separan de Eddie Vedder), y que Pearl Jam se habían dado una buena capa de prestigio juntándose con el egregio canadiense.
No quedó en el disco su alianza. La satisfacción obtenida con el álbum les animó a embarcarse en una gira de once fechas por Europa. Vedder se quedó en casa y el productor O’Brien se unió a los teclados. No han vuelto a grabar juntos (sí a tocar en vivo), aunque, por separado, siguen haciendo de las suyas. En la actualidad, Neil Young tiene 79 años y este mes de junio ha publicado su disco número 55 (Talkin to the trees). En cuanto a Pearl Jam, pronto dejaron de ser la nueva sensación para convertirse en clásicos, y su último trabajo, Dark matter, vio la luz en 2024.