La historia real de Ed Gein más allá de Netflix: el carnicero de Wisconsin que inspiró el cine de terror y tomaba el café en cráneos humanos

"Basado en hechos reales". Estas son las palabras que más miedo despiertan en el espectador ante cualquier película de terror. Pero lo cierto es que este género probablemente no existiría tal y como lo conocemos hoy en día en la gran pantalla sin la inspiración de los personajes que existieron en la vida real. Ed Gein es, posiblemente, el asesino en serie más 'muso' de toda la historia y es gracias a él que hoy tenemos obras como La matanza de Texas o Psicosis. Netflix lo sabe bien y, por eso, le ha dedicado su siguiente entrega de Monstruos.

Después del éxito atronador de Monstruo: la historia de Jeffrey Dahmer —true crime basado en los crímenes y asaltos sexuales cometidos por él entre los 70 y 90—, la plataforma de streaming lanzó Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez, recreando el cruento asesinatos que cometieron estos dos hermanos contra sus padres a finales de los 80.

Ahora, Netflix ha vuelto a la carga con otra de las entregas más esperadas, esta vez basada en la historia de Ed Gein, un asesino en serie conocido como el 'Carnicero de Plainfield' y que será interpretado por Charlie Hunnam (Sons of Anarchy).

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Ed Gein, el 'carnicero de Wisconsin' que se inspiró en una bruja nazi

El mote no le viene grande a este infravalorado granjero del condado de Wisconsin. Se considera probado que Gein profanó varias tumbas en cementerios locales para hacerse con la piel de los difuntos y así renovar la decoración de su casa y, según sus propias confesiones, mató a al menos dos mujeres. Todo esto en torno al año 1957.

Edward Theodore Gein se crió a las afueras de la civilización, en una granja alejada en el pueblo Plainfield (Wisconsin, Estados Unidos). Su infancia la pasó con un padre alcohólico y una madre estrictamente religiosa, Augusta T. Lehrk.

Según los perfiles criminales elaborados en torno a Ed, el joven adoraba a su madre, a pesar de que siempre lo mantuvo retenido; sin amigos ni compañía que no fuera la suya. El joven granjero sobrevive sin sobresaltos a las muertes de su padre y de su hermano mayor, pero en 1945 todo cambia tras el fallecimiento de Augusta.

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A partir de ese momento, él empieza a hacer trabajillos para sus vecinos, quienes le tildan de 'raro', del 'tonto del pueblo' de buen hacer al que solo le gusta hablar de atrocidades, como las cometidas por los nazis.

Había un personaje que llamaba especialmente la atención de este solitario pueblerino: Ilse Kolch. Conocida como 'la bruja de Buchenwald', esta mujer cometió verdaderas atrocidades en ese campo de concentración, como las pantallas de lámparas fabricadas con piel humana.

Su historial criminal se destapó en 1957, cuando se denunció ante las autoridades la desaparición de Bernice Worden, la dueña de la ferretería de la zona. Las investigaciones apuntaron hacia el 'tonto del pueblo' —quien se había mostrado muy insistente en salir con la joven —y durante un registro en su casa descubrieron el cuerpo de Worden colgado de los tobillos, decapitado, abierto por el torso y eviscerado.

La granja de los horrores: tazas, cenicero y lámparas de piel humana

Pero eso no era todo...en aquella granja aislada de Plainfield las autoridades también encontraron otro tipo de restos humanos aún más indómitos: lámparas y asientos de piel humana y tazones y cenicero hechos con cráneo humano.

Según los informes, también hallaron los órganos de Worden en el refrigerador de la granja y cuenta la leyenda que incluso vieron un cinturón hecho con pezones. Las fotografías de este registro fueron destruidas por motivos obvios.

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Pero no todos los restos pertenecían a la ferretera, sino a otros cuerpos que no fueron identificados. Durante su interrogatorio, Ed Gein confesó que había profanado tumbas de mujeres recientemente fallecidas y robaba los cuerpos para curtir las pieles y así elaborar esos...objetos.

Además de a Worden, Gein admitió haber asesinado también a otra mujer, Mary Hogan, una tabernera del pueblo desaparecida tres años antes. Sin embargo, no quedó probado que cometiera canibalismo.

Jeffrey Dahmer, el aprendiz de Ed Gein

Durante su juicio, el tribunal declaró a Gein como enfermo mental y, en lugar de ingresar a prisión, pasó el resto de su vida en un centro psiquiátrico. Hasta 1984, cuando murió a causa de una insuficiencia respiratoria.

Después nació la 'leyenda'. La granja en la que se crió Gein se destruyó en un incendio que se creyó provocado; su furgoneta (en la que trasladaba los cuerpos de sus victimas) fue subastada y posteriormente usada para hacer un tour.

Su caso fue especialmente conocido y, de hecho, el propio Ryan Murphy le hace un guiño especial a Ed Gein en la serie sobre Jeffrey Dahmer cuando este entra en una ferretería y se registra con el nombre del granjero.

Una de las víctimas de Dahmer es hallada desnuda, colgada boca abajo y de la misma forma en la que encontraron por aquel entonces a Bernice Worden...

Ed Gein, la inspiración de Hitchcock

Además de en su propia entrega de Monstruos, Murphy también se basó en Gein para crear el personaje de Bloodyface, en la serie American Horror Story, Asylum.

Sin olvidar que Alfred Hitchcock se inspiró también en él para idear al asesino de Psicosis; como también lo hizo Jonathan Demme para dar a luz a Buffalo Bill en El silencio de los corderos. Asimismo, el personaje Leatherface de la saga fílmica de La matanza de Texas está inspirado en él.