Especial
Call of Duty Infinite Warfare, el as en la manga de Activision
'Jon Snow' pone en jaque al mundo entero
Battlefield llegó primero, con su guerra de campo abierto y una campaña interesante pero "pelín" aburrida y repetitiva en ocasiones. Titanfall 2, creado por excomponentes de Infinity Ward (¡fíjate tú qué cosas!) aterrizó la semana pasada con una oferta mucho más competente que la de su primera entrega; una campaña genial, un multijugador frenético y la promesa de no cobrar "ni un duro" por lo que tenga que llegar de contenido descargable.
Sobre la mesa faltaban las cartas de Activision, y este año le tocaba a Infinity Ward (estudio responsable de Modern Warfare, que se dice rápido, aunque el equipo que hizo aquello migró a "ReSpawn" para trabajar en Titanfall), en cualquier caso, un experimentado equipo de desarrollo del sector de los shooters.
En esta reseña, dejaremos a un lado el hecho de que "el buen pagador" se llevará a casa Call of Duty Modern Warfare Remaster, la remasterización del primer Modern Warfare que sólo puede conseguirse comprando la edición "prestige" de este juego (al menos, de momento).
Infinite Warfare se presenta con una campaña de ciencia ficción de esas que piden crear historia. Acostumbrados a la "guerra moderna", a uno le cuesta creer que esta misma franquicia se lo lleve de paseo a pegar tiros por la luna o le suba a una nave biplaza para dar caza a un piloto aliado con una fuerza rebelde que ha sido avistado cerca de los anillos de Saturno. Pero así es, Call of Duty se pasa a la ciencia ficción y creo que es el mejor paso que podría haber dado.
El principal logro de Infinite Warfare es "hacernos creer" la tecnología que vende. Resulta increíble como el estudio ha reparado hasta en el más olvidable de los detalles. Sí, en el espacio no hay sonido y aquí suenan las explosiones... pero bueno, en Star Wars también y ahí está; me refiero a la persona que nos ayuda a abrir la cabina del piloto en la nave desde fuera y a la herramienta que usa, al sistema automatizado de aterrizaje de la misma nave, a las granadas anti-gravedad o a cualquier reacción de los protagonistas antes cualquier elemento relacionado con la exposición al espacio cuando las medidas de seguridad adecuadas fallan.
La campaña de Infinite Warfare es una ristra interminable de buenas ideas puestas en cola por un guión correcto en el que un malo-malísimo (Jon Snow de "Juego de Tronos") pone en jaque al mundo entero atacando donde más duele. Y ¡cuidado! Uno de los soldados malos es "Connor McGregor", razón más que de sobra para que este juego quede etiquetado de "legendario". Aquí los tenéis: Jon Snow y Conor McGregor en la misma escena:
Luego llega el apartado gráfico, y es ahí donde Infinite Warfare empieza a dar lecciones a todo el mundo de cómo se representa "el espacio" de forma realista en un videojuego. Me atrevo a decir que la gente de Infinity Ward ha mirado el cuaderno del señor Christopher Nolan antes de ponerse a ello, porque los efectos de iluminación o la inteligencia artificial del acompañante robótico parecen, como poco, inspiradas por Interstellar. Luego hay secuencias "interiores" en las que la acción tiene lugar en lugares más modestos a nivel artístico como hangares o interiores de naves espaciales; pero cuando el juego nos hace pisar, Saturno o la Luna, poco tardamos en darnos cuenta de que la campaña de Infinite Warfare es especial.
El multi de Call of Duty
Y el modo multijugador... ¿Qué decimos del modo multijugador que no sepáis ya? En primer lugar, que el 80% de vosotros ya está quemando la consola con Infinite Warfare, es casi tradición ya... El 20% que todavía no ha comprado, tiene que saber que Call of Duty es de los pocos juegos que asegura un mínimo de dos años de actividad absoluta y continúa en su modo multijugador. En este caso, la vanguardia tecnológica se lleva el juego a un terreno que, para gusto del que suscribe, lidera Titanfall 2, esto es; dobles saltos y carreras por las paredes en escenarios, como siempre, que propician el encuentro y la acción rápida sin posibilidades para la retirada y muy pocas para pararse a verlos venir.
Luego están los zombies; cuatro héroes que cruzan caminos en un ambiente muy "arcade de los 80". Lo que ya conocéis de juegos anteriores aunque aquí es algo más fácil "sobrevivir" y con la novedad de que lo que consigáis en el modo multijugador lo tendréis desbloqueado para los zombies; si por ejemplo tenéis un silenciador especial vinculado a un arma en concreto, seguirá así cuando compréis el arma en el modo zombies. Básicamente, lo que teníamos para todo parece algo más "asequible".
Conclusión
Lo mejor que tiene Infinite Warfare es la campaña; no es lo habitual pero así ha sido en esta ocasión. Por todos es sabido que muchos pasan de la campaña y la usan sólo como pasatiempo hasta que los colegas aparece online; no cometáis ese error aquí. La campaña de Infinite Warfare tiene personajes trabajados, una historia que importa, buena narración y espectáculo sin frenos. La incursión de Call of Duty en la guerra del futuro en el espacio es lo más acertado que han hecho desde aquel pequeño avance en busca de la "guerra moderna". El modo multijugador sigue siendo competente y, si disfrutaste con Black Ops 3, podemos asegurar que no te decepcionará.
Call of Duty Infinite Warfare es un gran juego y una compra muy recomendable.