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Los mejores videoclips que se mueven a ritmo de danza
¿Quién ha dicho que un vídeo musical no puede ser arte?
Si algo ha caracterizado a los videoclips musicales en los últimos tiempos ha sido la multiplicación de los bailes en pantalla. Ya no se trata de contar una historia sino que muchos videos, fundamentalmente los relacionados con los sonidos urbanos, intentan transmitir el ritmo mediante bailes sensuales en fiestas alocadas.
Sin embargo algunos artistas han desandado ese camino y se han entregado en brazos de un arte que si bien no es mayoritario sí ofrece algunas de las posibilidades estéticas más impactantes que recordamos. Estamos hablando de los vídeos que se mueven a ritmo de danza.
La danza clásica o la danza contemporánea no van destinadas, en principio, a un público masivo y de ahí que sea tan difícil acceder a algunos de los ballets nacionales donde solo llegan los mejores. Pero muchxs bailarinxs han encontrado una nueva posibilidad en videoclips que son una auténtica obra de arte.
Sia podría ser la mayor representante de esta búsqueda del arte del baile a través del arte de la música. Se pueden contar con los dedos de una mano los clips que ha estrenado en los últimos tiempos en los que la danza no reclame su protagonismo.
Lo ha hecho a través de Maddie Ziegler, una bailarina de apenas 12 años que ha ido creciendo artísticamente de la mano de Sia. Chandelier, Elastic heart, Cheap Thrills... son algunos de los vídeos más llamativos de esta propuesta que tiene en Daniel Askill a su tercer nombre propio. La dirección artística y los mejores coreógrafos han permitido dar vida a estas auténticas joyas que perdurarán en el tiempo.
Otro firme defensor de la danza clásica y de la danza contemporánea es Hozier. El compromiso de sus letras queda fuera de toda duda pero además el músico es un verdadero amante de esta disciplina de baile.
Con su música y con la ayuda del famoso director David LaChapelle y el no menos famoso bailarín Sergei Polunin fue capaz de dar vida a una versión de Take me to the church que es una obra de arte.
Pocos años después ha vuelto a repetir experiencia con Polunin para Movement, otra estupenda oda a la danza.
Otras dos artistas estadounidenses son un buen ejemplo de esta tendencia. Pink ha protagonizado vídeos y momentos de su gira absolutamente geniales gracias a la plasticidad y estética de la danza. El caso más colorista lo tenéis en Try pero basta con que hayáis ido a cualquier concierto de sus últimas giras para comprobar cómo la danza se abre paso entre la música.
Pero no os penséis que esto es cosa solo de los 'states'. Tenemos muchos ejemplos de artistas nacionales y latinos que han querido rendir merecido homenaje a este espectacular arte de la danza. Pablo Alborán ha sido uno de los últimos.
Hace ya cinco años estrenó el vídeo de Quién, uno de sus vídeos más vistos en la plataforma. El blanco y negro y un videoclip con un ritmo pausado contrario a lo que suelen ser los vídeos musicales dan esplendor a la clase de ballet protagonizada por varias bailarinas.
¿Y si os dijera que J Balvin también tiene uno de esos preciosos vídeos? Echa un vistazo a No hay título.
Hay muchísimas más casos que podéis contarnos en la sección de comentarios justo al final de este artículo. Y por cierto, ¿Love yourself de Justin Bieber os cuadra en esta categoría?
Juan Ignacio Herrero
Redactor de LOS40 desde 2005