Las claves para entender Caro, el nuevo videoclip de Bad Bunny
Con este vídeo el trapero está lanzando un mensaje inaudito en la escena urbana
Es ya habitual encontrarse a Benito Martínez en infinidad de titulares que destacan su éxito. En algunos nos cuentan cómo el conejo a veces es malo, travieso, políticamente incorrecto con su lenguaje... Aspectos que podemos ver en infinidad de artistas que forman parte de un hype, en muchas ocasiones, efímero. La diferencia está en que Bad Bunny sabe mantenerse ¿Por qué?
Esta semana, sin previo aviso, sin gran discográfica, sin promos invadiendo Times Square, el boricua ha lanzado nuevo capítulo musical de X100Pre. Es el turno de analizar Caro, su primer videoclip como director.
LOS40
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El cuarto corte de disco, a primera escucha, parecía ser un alegato algo ególatra en el que Bad Bunny ensalzaba lo muy bien que le va y lo mucho que se lo ha tenido que currar para estar tan “pegao”. Pero después de ver el vídeo, encontramos infinidad matices que esconden un mensaje poderoso.
BAD BUNNY ¿QUÉ INTENTAS DECIRNOS?
El vídeo arranca con el cantante haciéndose las uñas, un aspecto fundamental de su imagen que los más retrógrados del género urbano han llegado a tachar de poco masculino. Acordaos del mal trago que tuvo que pasar el pasado mes de Julio cuando se negaron a pintarle las uñas en un salón de estética gijonés por ser hombre.
Acto seguido, Bad Bunny se convierte en Jazzy, una modelo puertoriqueña que aceptó raparse la cabeza para interpretar al cantante durante gran parte del videoclip.
Las primeras estrofas del tema son una auténtica declaración de intenciones: me miran raro pero en nada yo les paro mientras vemos unos guantes de boxeo de color rosa en pantalla.
Nuestra Bad Bunny aparece ahora sobre un Ferrari azul paseando por un barrio residencial mientras un vecino mira con cara de recelo y curiosidad.
A continuación Bad Bunny canta ¿Tu eres?… ¡otra vez me preguntaron! Con esta estrofa hace referencia a las veces que la prensa ha especulado con su sexualidad. La letra sigue apostillando qué carajo te importa a ti como soy yo mientras vemos a la Bad Bunny femenina junto a sus amigos.
Cambiamos de escena para ver todo un desfile (literal) de aceptación. Una Drag Queen, una modelo de tallas grandes, una octogenaria, un chico gay o una chica con síndrome de Down lucen con orgullo y entusiasmo su condición a ritmo del estribillo central del conejo malo yo se cuanto valgo, yo sé que soy caro.
Quizá esta es la parte del videoclip en la que se hace más evidente el mensaje que Benito quiere mandar., Todos somos valiosos sin importar nuestra religión, nuestra condición sexual o nuestro estatus.Todos deberíamos ser iguales.
Al margen de los videoclips, uno de los trucos sonoros más utilizados en X100Pre son los continuos cambios de tempo en las canciones del conejo. Caro no es una excepción. En este impás musical del tema, mucho más sosegado, Bad Bunny aparece junto a su doble femenina. Al fondo podemos ver la proyección de un volcán y ellos visten una camiseta con llamaradas, mientras la letra del tema lamenta ¿por qué no puedo ser feliz?.
¿Intenta Bad Bunny referirse a esos instintos que nos representan? los que rompen contra las reprensiones sociales? Los que por mucho que nos asuste mostrar, nos hacen tal y como somos.
En los coros se empieza a instruir la voz de Ricky Martin mientras el estribillo continúa apostillando… ¿Porqué no puedo ser así? ¿En que te hago daño a ti?
En la siguiente escena Benito aparece en lo alto de una colina mientras hombres y mujeres se entrecruzan, le tocan, abrazan y le besan. La voz de Ricky Martin (sí, colabora con él en este tema) se hace más patente y la estrofa concluye con un … yo solamente soy feliz.
En la siguiente escena Bad Bunny retoma los acordes más urbanos de la canción mientras lo vemos junto a su crew (ahora si que es él de verdad) y cierra el tema modificando el estribillo y reforzándolo con un contundente mensaje de auto-aceptación. Ser feliz nunca me ha salido caro, ahora lo veo todo claro. El vídeo acaba con Bad Bunny besando a su intérprete femenina.
Más allá de los posibles alegatos personales que el cantante quiera transmitir a su audiencia, el poder de este vídeo reside en que un trapero está lanzando un mensaje inaudito en la escena urbana.
Bad Bunny se aleja de los arquetipos machistas del género para normalizar el colectivo LGTBI, empoderar a la mujer ( ya lo hizo en Solo de mí) y visibilizar ese lado femenino que todos los hombres tenemos. Temas tabú para muchos de sus compañeros de profesión. Esperemos que canciones como esta sean solo el principio de un cambio de mentalidad en el que concibamos el género urbano como un estilo libre machismo y exclusiones sociales. Como dice Caro... “Yo rompo la reglas y luego las reparo”.
