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¿Qué fue de Blondie?

La banda de Debbie Harry, referente del new wave setentero, reventó todas las listas de éxitos con su inesperado regreso, hace ya veinte años

Chris Stein, Jimmy Destri, Debbie Harry, Gary Valentine y Clem Burke formaban 'Blondie' en 1977. / (Suzan Carson/Michael Ochs Archives/Getty Images)

Es una historia que se repite periódicamente, no demasiadas veces, sin importar la época. Una banda con millones de fans, que ha arrasado y tiene una relevancia mundial, decide separarse tras una mala racha y enfrentamientos internos. Cada uno busca su camino por separado, pero al cabo de unos años vuelven a unirse y, milagrosamente, vuelven a estar en el candelero. Eso es lo que pasó con Blondie y su inesperado éxito después de 20 años en silencio.

Debbie Harry era una chica más que decidió, a los 19 años, dejar Nueva Jersey y se plantó en Nueva York. Allí pronto conectó con otros artistas gracias a su personalidad, y conoció a Andy Warhol, quien la retrató como a una de sus musas. La cantante cuyo icónico color de pelo da nombre al grupo encadenó varios trabajos para sobrevivir mientras buscaba la oportunidad de triunfar en la música. De hecho, llegó a ser conejita de Playboy llegando a declarar incluso que “el sexo es una cosa cool”. En los años en los que trabajó en la revista erótica conoció y se enamoró del guitarrista Chris Stein, y gracias a las fotos que acompañaban a las maquetas, las discográficas se fijaron en esta nueva banda: Blondie.

En 1974 sonaban en Nueva York grupos como Ramones o Television, en una época donde el punk-rock sonaba con estruendo en los locales más especializados. Dos años más tarde consiguieron lanzar su primer álbum, de nombre homónimo, que llegó sin pena ni gloria en su ciudad natal. La formación de la banda en 1976 la completaban Gary Valentine, Clem Burke y Jimmy Destri. Su segundo single, la balada sesentera In the flesh, en cambio, se convirtió en un grandísimo hit en Australia gracias a un bendito error. Un programa de música debía pinchar su primer éxito, X Offender, pero publicó su cara B, y se hizo mágicamente popular.

Tuvieron que cambiar su nombre, pues al principio se escribía Blondi, igual que un perro de Hitler. También vivieron en sus primeros años una fuerte rivalidad con Patti Smith, ya que detestaba su música y les vetó en el club CBGB porque en él no podía haber espacio para los dos.

Con un cambio de discográfica y todas las ganas del mundo, Debbie y sus chicos lanzaron en 1978, Parallel Lines, y ahí sí, tocaron el cielo. Fue universalmente aclamado por la crítica en su momento y en la posteridad, convirtiéndose en el disco más importante de Blondie, así como un clásico del punk, el new wave y el rock. Heart of Glass y One Way or Another, dos temas imprescindibles del grupo y de la historia de la música, pertenecen a este disco. La alargada sombra de Parallel Lines ha generado varias décadas de herederos estéticos y también sonoros.

Fueron pioneros y un pilar fundamental en los inicios de la escena del new wave y el punk rock a mediados de los 70

En la cresta de la ola, y sin haber parado en ningún momento, llegan a los ochenta con un quinto disco. En 1980 el grupo grabó Call Me para la banda sonora de la película American Gigolo. Llegó al número 1 en Estados Unidos durante seis semanas fue el hit más grande del año. Sin embargo no todo iba a ser coser y cantar. Llegaron en esta época los enfrentamientos, las adicciones, el agotamiento de la fórmula del éxito… Problemas insalvables que se acabaron saldando con una caída sin antecedentes de ventas y la disolución del grupo en 1982. Los ochenta pasaron volando y Blondie solo estuvieron presentes en ellos a través de discos recopilatorios, remezclas, y coqueteos de proyectos en solitario de su solista.

Pasaban los años y, a pesar de sus proyectos individuales, sonaban rumores, había ganas de que Blondie volviera. En 1996 Stein comenzó a comunicarse con los miembros de la última formación para reunir al grupo, y así se hizo un año más tarde. Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas, y por otros ejemplos podemos pensar que el regreso de una banda que significó tanto en una época podía no haber funcionado. Pero no fue así.

En febrero de 1999, Blondie publicó el que sería su séptimo álbum de estudio, No exit, y con él consiguió la difícil hazaña de colocar números uno en tres décadas consecutivas. Además, Harry está incluida en el libro Guinness de los récords como la cantante más madura de la historia en conseguir un número uno en las listas de éxitos de Reino Unido. Fue con el primer single de este nuevo regreso, con una canción que volvió a llevarlos a lo más alto después de casi veinte años de ausencia, con Maria.

Con la llegada del siglo XXI llegó una nueva vida para Blondie, y una nueva oportunidad de demostrar que podían seguir adaptándose a los tiempos con nueva música y experimentación. Una actividad frenética que los miembros de la banda seguían siendo capaz de afrontar con giras, versiones, colaboraciones, como la que hicieron con Fergie, e incluso celebración por todo lo alto de los 30 años de Parallel Lines, ese disco que siempre tendrán en su cabeza.

Más contemporáneos son Ghosts of download (2014) y su último disco, Pollinator (2017), un trabajo donde se han rodeado de artistas como a Charlie XCX o Sia. “Los Talking Heads y los Ramones tenían estilos más estrechos. Blondie siempre tuvo un sonido más amplio. Somos de Nueva York, una ciudad donde se concentran un montón de culturas diferentes. Fuimos polinizados y en nuestro turno también polinizamos”, hablaba Debbie sobre este trabajo. Y nunca mejor dicho. Con él, sus chicos y ella han conseguido de nuevo traer lo mejor de cada flor para seguir existiendo en una época atemporal creada por ellos mismos.

Daniel Garrán

Jefe de producto de LOS40 Classic