Arnau Griso: “Si no cumples tus principios, eres un hipócrita y la gente lo ve enseguida”
Hablamos (y reímos) con Arnau Blanch y Eric Griso, integrantes de Arnau Griso, sobre el sexo como tabú en la música, Torrente, Operación Triunfo y su próximo proyecto
Si has leído alguna vez "Posturea para que el mundo lo vea", entonces ya conoces mínimamente a Arnau Griso. Un grupo catalán surgido en 2011, que se conoció porque el destino lo quiso así: Arnau Blanch necesitaba un guitarrista y Eric Griso un cantante. España necesitaba un fenómeno buenrollista que nunca antes se hubiese visto, y parece que ellos eran los indicados para llevarlo a cabo.
Y es que, aunque tengan canciones que hayan sonado y resonado en salas de todo el país, Arnau Griso sacó su primer disco... ¡En 2018! Revolución Bananera fue un torbellino de éxitos que mezclaba un estilo "Flower Power 2.0" con todo un concepto que les llevó a ser todo un icono para sus fans. Con ellos han conectado rápido hablando de cosas tan triviales en la sociedad contemporánea como los selfies, Juego de Tronos o incluso de temas de propia creación, como monos rosas y Unicorniocracias.
Ahora, un año después, el grupo presenta Quiero, quiero y quiero, una oda a la felicidad que reflexiona sobre el materialismo en forma de nuevo single. ¿Quizá el primer adelanto de un nuevo trabajo? Para saberlo, llegan a la redacción de LOS40 cargados de risas, buenrollismo y algún que otro regalo extraño al que dentro de su merchandising llaman ‘El dildo es mío’ dispuestos a responder todas nuestras preguntas. Lo que no se traen, sin duda, son pelos en la lengua.
Pregunta: Aunque parezca mentira, Arnau Griso trajo su primer disco en 2018. ¿Cómo le explicaríais a alguien que aún no os conoce qué es Arnau Griso?
A: Está compleja la pregunta, ¿eh? (risas) Somos un grupo que nació sin expectativas ni pretensión de ser un grupo. De hecho, decimos que somos un grupo aunque somos dos, que es lo mismo que decir que cuando follas con tu pareja haces una orgía. Somos así de optimistas.
Intentamos hacer música que es una mezcla entre popo y rap y nosotros la llamamos pap o rop, según el día, e intentamos meter mensajes con reflexión o crítica social a través del humor y la ironía.
G: No tengo nada que añadir. Un resumen muy… ¡Bang!
Decimos que somos un grupo a pesar de que somos dos, que es lo mismo que decir que cuando follas con tu pareja haces una orgía
P: Vuestro primer trabajo, Revolución Bananera, fue una declaración de intenciones en 12 canciones. ¿Qué nos podéis decir de él?
G: Revolución Bananera, curiosamente, es el primer álbum que tenemos y a la vez es un Greatest Hits. Un recopilatorio de la música que llevamos creando desde 2014 bajo el paraguas de un concepto que pretende… Bueno, decir que pretende cambiar las cosas sería muy pretencioso, pero sí intenta lanzar mensajes que tengan un impacto sobre el público.
Porque la potencia nuestra son las letras y los mensajes que se desprende de cada canción, así que podríamos decir que más que un disco intentamos que fuese un movimiento. Un concepto un poco loco, pero creo que estamos consiguiendo que cale.
P: Precisamente, dentro de este movimiento Habláis de dictaduras de monos rosas y de 'unicorniogracias'. Tenéis que explicar esto.
A: (Risas) La gracia es que es inexplicable. Jugamos con ese absurdo y que tenemos la sensación de que, bueno, es mucho más fácil de explicar qué es una 'unicorniocracia' que explicar qué es la democracia en la que vivimos, bastante más falsa que la que nos hemos inventado. Nuestro sueño sería que, en esta 'unicorniocracia', hubiera un dictador que fuese un mono rosa. Un mono al que llamamos Valetudo porque la única norma que impone es que todo vale.
Es mucho más fácil de explicar qué es una 'unicorniocracia' que explicar qué es la democracia en la que vivimos, bastante más falsa que la que nos hemos inventado
P: Puede que me equivoque, pero sois el primer grupo español en tener un Manifiesto. ¿Os lo sabéis de memoria? ¿Lo cumplís a rajatabla?
G: Hostia, un manifiesto y hasta un pasaporte. Todo viene de un proceso de fidelización al fan que es muy guay. El manifiesto es un resumen de la idea que se desprende de cada canción. Hay un decálogo que define un poco la filosofía del álbum a partir de 12 ideas. Ni de puta coña nos lo sabemos de memoria, pero intentamos ser coherentes con los mensajes que soltamos y cumplirlos, por supuesto. Es como un compromiso público. Si no cumples tus principios, eres un hipócrita y la gente lo ve enseguida.
Si no cumples tus principios, eres un hipócrita y la gente lo ve enseguida.
P: Al ser un grupo millenial que se dio a conocer por redes sociales sois carne de postureo, algo en lo que precisamente reflexionáis en alguna de vuestras canciones. ¿Qué se siente al ver postureada ‘Para que el mundo lo vea’?
A: Hablando de hipocresía… (Risas) Total. Entendemos que en esa reflexión que repartíamos sobre el postureo, era que el postureo no es ni bueno ni malo, es lo que es. Podías llegar a entender que era una crítica o que era una defensa y mucha gente lo ha entendido como un imperativo a posturear.
G: A mí me recuerda un poco al caso Torrente. Santiago Segura crea un personaje que en realidad es una sátira que tiene un punto con estos policías casposos después de la transición y precisamente el público más gañán lo imita y se convierte en su referente. Es esta contradicción enorme que no sabes como ocurre pero a la vez es de agradecer, porque es un medio de difusión y a cada uno le llega al mensaje como le llega. Si tú lo ves como una incitación a posturear, bienvenido sea.
A: Pero etiquétanos. (Risas)
P: El año pasado fuisteis a visitar la Academia de Operación Triunfo 2018. ¿Sacasteis algo de vuestra visita?
A: Absolutamente nada. Fue tan trepidante, fuimos sin dormir, y realmente estábamos estudiándonos el nombre de los chicos de la academia en la furgo y éramos incapaz de retener nada más. Salimos diciendo, “¿han sido tres minutos o han sido quince? Joder, no nos ha dado tiempo a ahondar más en materia”.
Pero más que exposición lo que sacamos de allí son colegas, a muchos niveles. Cada vez nos estamos encontrando a más gente de allí, y es súper guay ver que es una generación súper sana porque todos colaboran entre sí. Fíjate, a mí me gustaría que se les quitara la etiqueta de triunfito porque ninguno de ellos tiene esa característica, son bastante humildes y buena gente.
G: Son chavales con los que empatizamos porque al igual que ellos estamos todos empezando una carrera y hay muchos puntos en común. Joder, y la verdad que tienen también un papelón que te cagas.
A mí me gustaría que se les quitara la etiqueta de triunfito porque ninguno de ellos tiene esa característica, son bastante humildes y buena gente.
P: ¿Arnau Griso se vería capaz de afrontar un concurso como OT?
G: Ni de coña. Ni a nivel mental ni a nivel técnico, nos hubieran chutado en la ronda 0 del casting.
A: En la primera ronda hubiese salido con los gayumbos en la mano y escupiendo al suelo.
G: No hubieses pisado ni la academia. Nos hubieran denunciado por alguna broma sobre minorías étnicas o algo que no deberíamos haber dicho en TV o no tendríamos que haber dicho nunca, en general.
P: Parece que solo las canciones de reguetón pueden hablar explícitamente de sexo, pero vosotros lo hacéis de manera natural. ¿Sigue siendo un tabú en la música este tema?
G: Por lo visto no, porque el reguetón lo ha normalizado, pero mal. Ha normalizado el machismo, el ninguneo a la mujer, entonces nosotros intentamos normalizarlo hacia bien. No es que tenga yo un criterio moral superior pero sí que es algo objetivo que hay música súper misógina y precisamente intentamos hacer de contrapunto a eso, a una realidad que no nos parece bien.
A: Hay cosas que no se hablan pero no solo en la música, sino en el mundo en general. La masturbación femenina, o no se normaliza el colectivo LGTB… (hace un intermedio para pensar en más siglas) Hay cosas que no se hablan en la música e igual es justo la música la manera de normalizarlo.
P: Abrís nueva etapa con un nuevo trabajo. ¿Se puede adelantar algo?
G: Se puede adelantar que no nos cerramos ninguna puerta a nivel creativo. Igual que en el primer álbum, que son 12 canciones de 12 géneros distintos, vamos a seguir la misma línea. No nos ponemos tabú ni en los temas, que tenemos ideas muy locas, ni en el género. Lo mismo nos ponemos a hacer algo encima de un beat que lo mismo nos ponemos a hacer un tema a piano y voz.
A: Tenemos que seguir demostrando que nuestro punto fuerte son las letras, y el concepto, y que ambos se pueden potenciar con cualquier producción, no hace falta que sea siempre una rumba o un pop.
P: Habéis inaugurado con un experimento social de lo más curioso, sobre los deseos que piden los niños de Uganda y los de España. ¿Eráis conscientes de la repercusión que podría tener algo así?
G: Ni de coña. Ni en el mejor de los deseos que podíamos tener, lo ha partido en pocos días, ha hecho más de 6 millones de visitas en las plataformas y hay un debate muy loco que es muy sano. Es un contenido nada musical y nos tiene muy contentos.
A: Sabíamos que era un contenido arriesgado para nuestro público, pero típico que compartirían nuestras madres en Facebook etiquetando a nuestras tías. Es el típico experimento social pero llevado a nuestro campo.
P: ¿Qué conclusiones sacasteis personalmente?
G: Totalmente. Es un poco el claim del tema, vivir más con menos. De Uganda sacamos una enseñanza enorme, y creo que es porque llegamos cargaditos de prejuicios. Es uno de los países más pobres del mundo, y lees una review antes y te das cuenta de que además también hay peligros. Y qué coño, es un país con una energía vital y una alegría increíbles. Me atrevería que tiene un índice de felicidad impresionante. Gente muy rica, me quedo con ese titular.
P: Este verano entre otras muchas fechas participáis en el Carrefest, en el que compartiréis escenario con nuevos talentos. ¿Qué creéis que es lo más excitante de apadrinar un evento como este?
A: Pues es un evento para que todas las bandas de España se presenten y puedan ganar un concurso que les sitúe en un nivel al que quizás no pueden llegar con otros recursos, así que puede ser emocionante en cualquiera de sus aspectos. Es algo que si nos presentásemos nosotros, nos echarían los primeros como si fuese la Academia. Hemos estado viendo vídeos de participantes y el nivel es bestial.
G: Lo más excitante es fomentar talento, básicamente. Es un incentivo para que las bandas se pongan a trabajar a tope en crear. Todos lo que rodea al festi mola y nos mola que nos vinculen a eso.
P: Salas llenas y éxito tras éxito. ¿Cuál es el sueño que le queda por cumplir a Arnau Griso en su carrera?
A: A mí me gustaría que las reflexiones que lanzamos en nuestras canciones ahondaran un poco más en la sociedad, si puede ser. Estos ejercicios que hacemos de buscar una moraleja, de cómo contar reflexiones, quiero que la gente se las pueda hacer en casa. Que nuestra música sugiera reflexión.
G: Mi deseo es algo más egoísta, pero sería continuar creando y aprendiendo como en el último año. Al final llevamos muy poquito en la música y es como la universidad del sector, de repente te impregnas de todo lo que te rodea, al producción, composición… Yo quiero que Arnau Griso pueda continuar mejorando y hacer llegar al mundo nuestra fiolosofía.
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