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A Summer Story: una noche histórica para DJ Nano e impresionante para el público
El DJ madrileño se enfrentó al reto de pinchar 12 horas seguidas y los asistentes disfrutamos como enanos
Los últimos rayos de sol del 22 de junio caían sobre el parking del A Summer Story, un festival que se ha convertido en parada obligatoria de los jóvenes madrileños. Los maleteros abiertos con grandes equipos de sonido reproducían lo que dentro de unas horas se escucharía dentro del recinto del festival: dance, techno, house, hardstyle... Todo tipo de música electrónica.
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El "parkineo" es religión en este tipo de eventos. Hay que ir calentando motores para aguantar una de las noches más potentes del año. #DondeEmpiezaElVerano además de ser el hashtag oficial del festival, es una frase cargada de verdad. A Summer Story da el pistoletazo de salida a la estación de los días más largos y las noches más cortas. Para muchos, el mejor fin de semana del año.
Llegar a la Ciudad del Rock de Arganda del Rey, lugar donde se celebra, es toda una odisea. El transporte público no llega, el propio festival pone autobuses, pero los tickets se agotaron días antes. El coche se convierte en el mejor aliado, solo si se tiene cabeza, pues es imposible escapar de los controles de alcohol y drogas a la salida.
50.000 asistentes de todas las edades y venidos de distintas partes con un único objetivo: bailar hasta el amanecer. Para aguantar el ritmo de A Summer Story, tener muchas ganas de fiesta es uno de los ingredientes necesarios. 12 horas de música, de sol a sol, desde las 20:00 hasta las 8:00. Hay que mentalizarse.
Por eso, no podemos dejar de admirar a DJ Nano, uno de los mejores DJ españoles (o el mejor). Se enfrentaba al difícil y apasionante reto de pinchar durante 12 horas seguidas. Uno de los cuatro escenarios sería únicamente para él. A las 20:00 arrancaba su show, y ya congregaba a pocos pero entregados asistentes. Pero, sobre la 1 de la mañana el escenario de Oro Viejo ya estaba a reventar y así estaría hasta las 8, cuando el sol del domingo 23 de junio nos invitaba indirectamente a marcharnos.
Las suelas de nuestras zapatillas echaban humo con cada canción, DJ Nano se ganaba el respeto de todos los asistentes y nos regalaba uno de los mejores recuerdos de este verano que acaba de empezar. Para él, "uno de los días más impresionantes de mi vida". Para nosotros, un auténtico placer asistir a un hito histórico como el que acaba de protagonizar.
Puntos fuertes de A Summer Story
Este año el Summer celebraba su quinto aniversario. Por primera, con LOS40 como emisora oficial, el festival introducía otros géneros musicales. El escenario de rap del viernes 21 de junio fue todo un acierto. Tener la posibilidad de desconectar del, a veces, monótono techno es de agradecer. Una pena que el sábado ya no estuviera disponible.
Pero el día venía cargado de platos fuertes. En el Main Stage nos hicieron bailar Brain Cross, Lost Frequencies, Oliver Hendels... El increíble show de Nicky Romero, consagrado DJ de Países Bajos, nos puso los pelos de punta cuando hizo sonar SOS de Avicii, un homenaje a la memoria del productor. Tras él, llegaron Dimitri Vegas & Like Mike. Amanecimos con el electro house de Yves V y Headhunterz puso el broche de oro a la jornada.
Además, los DJs de Máxima FM, Arturo Grao, Jose M Duro y Ramses amenizaron las primeras horas de la noche . Esta emisora siempre ha sido referencia para los amantes de la electrónica y muchos vivimos un momento de nostalgia al recordarnos de adolescentes escuchándola en la radio. No había fiesta sin Máxima y el Summer Story lo sabe.
Por otra parte, el Techno Stage fue un regalo para todos los amantes de este género que o se ama o se odia. Pero si se ama, es tan intenso el placer que produce escucharlo que A Summer dedicó un escenario completo de 20:00 a 8:00 para los distintos DJ. La presencia de Amelie Lens o Sam Paganini hizo que más de uno no saliera de este recinto.
A Summer Story se ha ganado, por quinto año consecutivo, un hueco en nuestra memoria. La calidad del festival es incuestionable y sin duda, se ha convertido en la mejor forma de dar la bienvenida al verano. Este festival hay que vivirlo y sobrevivirlo. Son muchas horas y muy intensas pero, cuando pasa el tiempo (y la resaca), volverías una y mil veces más.
¡Larga vida al Summer Story!