Beyoncé: Así ha cambiado de su primer a su último vídeo
De No, no, no a Bigger
Difícilmente encontraremos en la industria musical un nombre con un mayor poder en la industria musical que el de Beyoncé. Pero la escalada hacia el éxito de la solista estadounidense se debe a la mezcla de su incalculable talento, a su prodigiosa voz y a su incansable esfuerzo por triunfar.
21 años separan el debut musical de Beyoncé en Destiny's Child con el videoclip de su primer sencillo No, no, no hasta el más reciente estreno de su doble vídeo Spirit + Bigger con motivo de la banda sonora de El Rey León.
Más de dos décadas de entrega a la música en la que hemos asistido a su progresión como intérprete y también a su crecimiento personal con la presencia de su familia en sus vídeos.
No, no, no con Destiny's Child
Primero como Girl's Tyme y luego como Destiny's Child, Beyoncé cumplió su sueño de triunfar en la música gracias a su perserverancia y a la de su padre convertido a la postre en su manager.
Junto a LaTavia Roberson, Kelly Rowland y LeToya Luckett consiguieron su primer contrato discográfico con Columbia Records con quien lanzaron el álbum Destiny's Child cuyo primer single fue No, no, no.
Una canción cuyo éxito fue bastante relativo hasta que Wyclef Jean entró en escena para regrabarlo con una segunda versión que sí triunfó en EE UU.
El videoclip promocional sigue el estándar de los vídeos de girlband de los 90. Peinados noventeros, looks conjuntados para las cuatro chicas, coreografías sensuales y más bien poco guión.
Beyoncé contaba con 16 años en el rodaje del vídeo. La permanente de su peinado y sus arriesgados look le arrebataron algo de su insultante juventud pero lo que no ha cambiado desde entonces ha sido su inconfundible voz. Beyoncé lleva el peso como voz principal y de los coros de No, no, no.
Crazy in love, en solitario
Pocos artistas tienen la oportunidad de debutar por segunda vez en la industria musical y eso es lo que pudo hacer Beyoncé cuando Destiny's Child decidió poner fin a su aventura musical.
La fecha marcada para su debut como solista fue junio de 2003. Fue entonces cuando la diva publicó Dangerously in love, disco del que vendería 11 millones de unidades. Crazy in love fue elegido como tarjeta de presentación. Una canción en la que colaboró con Rich Harrison en la producción y Jay-Z en la interpretación.
Fue entonces cuando comenzó a fraguarse el futuro imperio de los Carter ya que Beyoncé le devolvería la colaboración al gurú musical en Bonnie and Clyde, tema en el que se convertirían en pareja.
Beyoncé sigue rezumando juventud y su vídeo está repleto de sensuales coreografías en las que la intérprete explota su tremenda exuberancia. Si a eso le añadimos su potente voz y su cuidadísima producción tenemos como resultado uno de los mejores hits de su carrera. Vaqueros cortos y camiseta interior blanca... ¿qué más hacía falta?
El espíritu de África
Beyoncé sorprendió a todo el mundo con su último proyecto sorpresa (lo hizo con Lemonade, también con The Carters y en 2019 con The Lion King The Gift). No se trata de la banda sonora de la película sino de canciones completamente inéditas con las que la solista manda una carta a África y que han sido inspiradas por las escenas del remake del clásico de Disney.
De ahí surgió el que hasta ahora es su último videoclip: una apuesta doble con Spirit y Bigger. Colorido, escenarios naturales increíbles, escenas de la película y la espectacular presencia de Beyoncé junto a su hija Blue Ivy Carter.
Y es que su familia está siendo omnipresente en sus vídeos. Y no es el único elemento en común. ¿No os suenan algunos movimientos de la coreografía?
Juan Ignacio Herrero
Redactor de LOS40 desde 2005