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Crítica ‘Lover’: La “old Taylor” nunca estuvo muerta
Los redactores de LOS40 reaccionan ante su séptimo álbum
Deja de frotarte los ojos. Lo nuevo de Taylor Swift ya está aquí y no forma parte de ningún sueño. Un total de 18 temas se han convertido en la nueva banda sonora de millones de personas alrededor del mundo. Lover llega pisando fuerte.
Admitámoslo. Nosotros también nos hemos despertado con el único objetivo de coger nuestros auriculares y darle al botón de reproducir para nutrirnos de los ritmos de este séptimo álbum de estudio. Lover nos ha causado diversas sensaciones, y nosotros hemos decidido compartirlas en estas líneas.
Hola, Taylor. ¿Quieres ser mi amiga? (por Laura Coca)
Nunca he sido muy fan de Taylor Swift. No es por nada personal, me resulta una chica con principios y dispuesta a reclamar la igualdad social en todo el mundo, algo que verdaderamente se agradece cuando se trata de alguien con voz en esta ardua industria. Su música nunca me ha convencido. Vamos, cuestión de gustos.
Pero Lover es otro rollo. Aunque mantenga su sello personal, hay algo de este álbum que me engancha. Quizás sean sus letras pegadizas o quizás sea la variedad de ritmos que percibo en su repertorio. Sea como fuere, lo que es indudable es que lo que verdaderamente ha hecho que caiga rendida ante su talento es su inminente madurez. Y no, no hablo de su voz, sino de su reflexiva filosofía.
La Taylor que antes cantaba su rabia y dedicaba alguna que otra estrofa a esa persona que apuñaló su corazón, ahora se ha convertido en una fuerte e intocable ave fénix que decide usar todas estas experiencias vitales para lanzar una importante reflexión. Y no solo eso, sino que en muchos de sus temas lo hace con mucho buenrrollismo. "Mira, que me he olvidado de ti y me mola bastante esta sensación de paz" es más o menos lo que viene a decir su alegre tema de I Forgot That You Existed (y probablemente mi favorito). De hecho, su risa en el estribillo me es bastante contagiosa.
También hay canciones que te llegan al alma. Un claro ejemplo es el de It's Nice To Have a Friend, con la que no solo innova en su base introduciendo sonidos orientales, sino que además nos regala un viaje en la máquina del tiempo. "La campana del colegio suena. Me llevas a casa. Tiza en la acera cubiertas de nieve. Perdí mis guantes. Me diste unos. ¿Quieres pasar el rato? Sí. Parece divertido. Videojuegos. Me pasas una nota. Dormimos en tiendas de campaña. Es bonito tener un/a amigo/a", dicen sus versos. Y, boom, de repente, la nostalgia se apodera de ti.
También hay momentos para escuchar a la antigua Taylor, como es el caso de los temas Lover, Cornelia Street y Soon You'll Get Better junto a Dixie Chicks. Dos de ellos al más puro estilo del country que tanto la caracteriza.
Pero, por supuesto, también hay espacio para la reivindicación. Como ya he mencionado en líneas anteriores, esto es algo que me atrae de la figura de Taylor Swift. Ya no es la misma que se subió aquella noche del 13 de septiembre de 2009 durante la gala de los MTV Music Awards y se sometió a uno de los momentos "tierra, trágame" más grandes de su vida. Kanye West fue el culpable. No, esta Taylor ya no existe. Ahora nos encontramos con una joven estrella que se pregunta qué hubiese sido de su vida si hubiese nacido hombre. "Cuando todo el mundo te cree. ¿Qué se siente?", dicen algunos de sus versos. Un nuevo y claro himno feminista que escucharemos más de una y dos veces próximamente. ¡Y qué me gusta esta Taylor!
Hace las paces con Katy Perry, te invita a su casa para escuchar su nuevo "hijo" y, además, te ofrece el que, para mí, es su gran disco. Yo también he hecho las paces con ella. Taylor, ¿quieres ser mi amiga?
Mi top 3:
- I Forgot That You Existed
- Paper Rings
- The Man
Taylor vuelve a ser Taylor (por Adriano Moreno)
Dicen que después de la tormenta siempre llega la calma, y Lover es, sin duda alguna, la calma que tanto necesitaba Taylor Swift. La cantante aprovecha los últimos coletazos del verano para deleitarnos con un álbum anticipado (el séptimo de su carrera) que resulta ser una convergencia de todas las caras del pop que forman parte de su ADN.
La de Pensilvania se olvida de las serpientes, de la reputación, de su currículum sentimental y de la parte oscura y turbulenta de la industria musical para ofrecernos un disco de 18 canciones que hablan, simple y llanamente, del amor y desamor, los temas más recurrentes de su discografía.
Con ME!, You Need To Calm Down y Paper Rigns explota la faceta más festiva y gamberra que la 'Old Taylor' ya comercializó en Shake It Off y Blank Space. Pero Lover va más por los derroteros del pop puro que cogió en 1989, esos caminos que Taylor ya había recorrido en Red e incluso en Speak Now, con poderosas baladas como The Archer o Cornelia Street, y midtempos como Afterglow, The Man y Miss Americana (incluido su sospechoso parecido a National Anthem de Lana del Rey). Canciones hechas expresamente para dejarte las cuerdas vocales en el coche, llorarlas tras una ruptura en un día de lluvia y adorarlas en tus fantasías más platónicas.
Lover es esa mirada contemplativa y redefinida de Taylor Swift, porque, efectivamente, Taylor vuelve a ser la Taylor de siempre, que, a fin de cuentas, es lo que reclamaban y necesitaban esos incondicionales seguidores que hace más de una década se embarcaron junto a ella en su historia, en su Love Story.
Mi top 3:
- Afterglow
- The Man
- Cornelia Street
Adiós a la novia de América, ¡hola Miss Americana! (Por Alberto Palao)
No debe ser fácil ser Taylor Swift. No solo porque toda la industria musical esté atenta de cada uno de sus movimientos, sino porque sus fans le exigen cada vez más. Sus seguidores, entre los que me incluyo, llevamos más de una década viéndola crecer como artista: celebrando sus victorias (sobre todo sus Grammy), pero también sufriendo sus derrotas. La conocimos como la perfecta adolescente americana: rubia, educada y cantando country con una guitarra. Pero ha llovido mucho desde entonces y Taylor dejó de ser la novia de América tras su Reputation.
Ahora Miss Americana no tiene miedo de decir lo que piensa ni de posicionarse en causas políticas. Un ejemplo claro es The Man, donde habla sobre las dificultades de ser mujer en un pleno siglo XXI, o You Need To Calm Down, que ya se ha convertido en un himno del colectivo LGTBQ.
Pero lo que más me ha llamado la atención de esta Taylor es que ha dejado de lado el rencor para abrazar al amor. La artista ya ha superado su pasado, lleno de salseos y conflictos con otros cantantes, para centrarse en ella misma.
Tay no tiene miedo de volver a sus orígenes en Lover. Vuelve a ponerse las botas de country que la llevaron a la fama con Soon You’ll Get Better. Todo un regalo para los oídos de quienes la seguimos desde hace años. Porque sí, hay un pedacito de Fearless en el sonido de esta colaboración que ha escrito junto The Dixie Chiks.
Para todos aquellos que disfrutamos viendo en los singles de Swift referencias a su vida privada (que lleva muy discretamente desde que comenzó con Joe Alwyn), también encontraremos pistas sobre su relación. Desde el single Lover hasta London Man. ¡Y es que nos gusta mucho un salseo!
Taylor está a punto de entrar a sus treinta y su nuevo álbum lo refleja. Ya no es la niña que tras un enfado escribe una canción. Ahora es la mujer que se sienta a pensar lo que realmente le gusta, dejando de lado todo aquello que odia. Swift ha crecido y Lover es el reflejo de ello. Ni su reputación, ni sus serpientes, ni sus exes, ni sus squad de amigas tienen cabida. A la artista ya le da igual ser la nueva o la vieja Taylor. En Lover, Swift es simplemente eso, Taylor.
Mi top 3:
- Death By a Thousand Cuts
- Paper Rings
- Miss Americana
Ahora te toca responder a ti: ¿Qué canción de Lover marcará tu 2019?