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Beneficios de la música en los bebés
Desde el Efecto Mozart hasta la reducción del estrés
La música tiene efectos increíbles en nuestro cerebro. Esto es algo que ocurre desde el primer momento de nuestra vida, ya que, está más que demostrado que desde que el bebé se encuentra aún en la tripa de su mamá es capaz de reaccionar ante los sonidos, ya sea la voz de sus progenitores o, por supuesto las canciones. Tanto que, ¡pueden llegar a emocionarse en las fases finales del embarazo! ¿No es increíble?
Una vez ya ha nacido los efectos positivos se multiplican y muchos especialistas recomiendan poner música a los niños pequeños con el fin de ayudarles en su desarrollo. Desde beneficios físicos tales como el aumento de la velocidad en su aprendizaje comprensivo, como la estimulación del oído y su posterior ayuda a la hora de aprender a hablar. Además, en cuanto a capacidades como memoria o concentración también el gesto de dar al play puede ayudar en el futuro del niño o niña.
Música y bebés: el efecto Mozart
Una de las teorías más populares que relaciona bebés y música es el llamado Efecto Mozart. Este estudio sostiene que los bebés que escuchan la música clásica compuesta por este genio, aunque sea unos minutos al día, experimentarán una mejora considerable del rendimiento intelectual, la creatividad y del razonamiento espacial.
La música como ayuda al desarrollo del lenguaje
Poner canciones a los bebés también es algo muy beneficioso para el desarrollo de su lenguaje. De hecho, está comprobado que los niños pequeños que escuchan más música son capaces de aprender un mayor número de palabras a la vez que, cuando intentan canturrear, su cerebro hace un esfuerzo por analizar y comprender antes de imitar los sonidos.
¿Cómo afecta la música a las emociones de los bebés?
No podemos dejar a un lado que la música no hace otra cosa si no transmitir emociones y causarlas en quien la escucha. Teniendo esto en cuenta, debes saber que en los bebés el efecto se multiplica, haciendo que el hemisferio derecho de su cerebro se active de una forma mucho más rápida que si no escuchase ninguna canción. De esta forma, también refuerza las relaciones afectivas.
Música relajante para bebés
Presuponiendo que los refranes son todos ciertos, siempre se ha dicho que la música "amansa a las fieras". Pues bien, dejando comparativas aparte por muy nervioso que sea un bebé, es cierto que a edades muy tempranas la música tiene un efecto tranquilizador muy destacado en ellos. ¿A qué se debe? Cuando oímos una canción (y más si nos gusta) nuestro cuerpo libera endorfinas, unas de las causantes de la sensación de bienestar y felicidad y se reducen los niveles de cortisol, la hormona del estrés. De tal forma que, sobre todo con música clásica y relajante, el bebé estará tranquilo y satisfecho.
En vista de la cantidad de efectos positivos que escuchar música produce en los bebés, ¡no lo pienses ni un segundo! Disfruta junto a él o ella de tu música preferida, una afición conjunta que sólo tiene efectos secundarios positivos.