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Las grandes lecciones de vida de Marie Fredriksson, la cantante de Roxette
Su dura enfermedad hizo que olvidara buena parte de la letra de sus canciones, pero no pudo con la fortaleza de seguir en el escenario
La cantante Marie Fredriksson, integrante del grupo Roxette, ha fallecido dejando un enorme vacío en la música. Luchaba desde 2002 con un tumor cerebral que, poco a poco, fue limitando sus capacidades sobre el escenario, pero mantuvo una actitud valiente y digna hasta que se retiró finalmente de la música, hace tres años.
La banda sueca más popular desde los tiempos de ABBA llegó a conquistar el planeta vendiendo alrededor de 75 millones de discos, y esto es, en parte, a su inolvidable vocalista.
Marie Fredriksson nació en un pueblo muy pequeño de Suecia, y era la menor de cinco hermanos. Hija de un cartero y una trabajadora de una fábrica, rápidamente aprendió a cuidar de sí misma. Al no haber guardería en el pueblo, a menudo su padre la llevaba con él a trabajar, y durante estos viajes le cantaba para alentar su interés musical. Cuando Marie tenía 8 años, decidió que se convertiría en cantante, y con 10 años ya fundó su primer grupo, Renat, con varios amigos, con los que se divertía tocando instrumentos falsos.
Las hermanas mayores de Marie y sus amigos escuchaban a The Beatles y, más tarde, a The Rolling Stones, Jimi Hendrix y Led Zeppelin, y así Marie empezó a sentirse atraída por la música. Su primer disco fue un single llamado Valleri de The Monkees.
En 1985, Marie Fredriksson y Per Gessle estaban considerados como la mejor cantante y el mejor compositor de la época en Suecia, su país natal. Ambos decidieron juntarse y, con ello, comenzar una carrera ascendente que terminó siendo un éxito a nivel mundial. Su primer disco bajo fronteras escandinavas, 'Pearls of Passion', contaba con frescura y un sonido muy característico de los 80, con abundantes sintetizadores. Sin embargo, este álbum debut no tuvo gran repercusión fuera de los países nórdicos debido a su nula difusión.
Fue Gessle quien convenció a Fredriksson para formar Roxette. Él tocaba en una banda new wave llamada Gyllene Tider, mientras que ella venía lanzando álbumes en solitario. Fue el representante de ABBA quien decidió unirlos y potenciarlos.
Uno de sus temas icónicos fue el que quedó relacionado para siempre a una película que también haría historia, Pretty Woman, en la que se escucha It Must Have Been Love, una canción que siempre asociaremos a las escenas románticas, y un auténtico clásico. Junto a The Look, Joyride y Listen to your heart conforman el cuarteto de canciones de Roxette que llegaron al número 1 de Billboard.
La enfermedad de Fredriksson fue descubierta en 2002, cuando “comenzó el infierno” según las propias palabras de la compositora. Todo comenzó de manera paulatina. Primero empezó a olvidarse las letras de sus propias canciones. Hasta que una mañana se desmayó en su propiedad y se encendieron las alarmas. Cuando se despertó estaba en un hospital y le dieron la dura noticia: tenía cáncer cerebral.
"La noticia llegó en abril, cuando Marie fue al médico. Yo sabía que tenía problemas con la memoria a corto plazo, y por lo tanto nunca sería capaz de cantar las nuevas canciones en directo, así que durante la grabación, ella cantaba algunas frases de una sola vez”. Esas fueron las palabras de su compañero después de la grabación de su último disco.
Los médicos creían que la cantante no iba a sobrevivir mucho más que un año a partir de entonces. Sin embargo, sorprendió a todos. Tuvo que enfrentarse a una gran dosis de medicamentos, sesiones de radioterapia, complejas operaciones. Pero, a pesar de la supervivencia que experimentó, las secuelas en su cuerpo eran evidentes. Experimentó, en estos 17 años, problemas en el ojo derecho, auditivos, motores, de orientación y memoria. En 2007 volvió a los escenarios.
“Pasé trece años de mi vida bajo el estigma del dolor, pero nunca me di por vencida y no me voy a rendir. Voy a seguir peleando hasta que no pueda más. Fue un milagro que sobreviviera. Si uno no pasó por esto, no puede entenderlo“, señaló Fredriksson en el libro Listen to My Heart.
En sus últimos conciertos, de 2016, aparecía sentada en una silla, vestida con una chaqueta blanca, camisa del mismo color y corbata negra, y sin perder la sonrisa.
Daniel Garrán
Jefe de producto de LOS40 Classic