La venganza de Taylor Swift por un disco en directo sin su consentimiento

"Se han dado cuenta que pagar 330 millones de dólares por mi música no fue una decisión sabia"

Taylor Swift dice no a su disco en directo. / Anthony Harvey/Getty Images

Desconozco si Taylor Swift conoce el refranero español que dice que 'donde las dan las toman' pero su último mensaje en redes sociales es una aplicación de manual del mismo. La cantante se ha tomado su peculiar venganza contra Scooter Braun y Big Machine Label Group con quienes mantiene un duro enfrentamiento desde hace varios meses.

Su mensaje es directo, claro y contundente: "Quiero agradecer a mis fans por haberme avisado de que mi antigua compañía discográfica ha landado un "álbum" de mis actuaciones en directo esta noche. Este grabación es de una actuación en una radio que hice cuando tenía 18 años. Big Machine lo ha etiquetado como si fuera un lanzamiento de 2017 pero en realidad lo ha publicado a medianoche de hoy. Siempre soy honesta con todxs vosotrxs sobre esto así que quiero contaros que este lanzamiento no ha sido aprobado por mí".

Queda claro que el núcleo duro de su fandom sigue cerrando filas con su artista favorita y no tiene previsto dar una tregua a los enemigos públicos número 1 de Taylor Swift. La cantante por su parte denuncia así que el disco no cuenta con su aprobación y es ahí cuando comienza la venganza de la solista.

"Me parece que Scooter Braun y sus inversores financieros 23 Capital, Alex Rosos y familia y el Grupo Carlyle han visto sus últimos balances y se han dado cuenta que pagar 330 millóndes de dólares por mi música no fue una decisión sabia y ellos necesitan dinero. En mi opinión... otro caso de vergonzosa codicia en tiempos de coronavirus. Tan insípida como muy transparente" finaliza la intérprete.

Live From Clear Channel Stripped 2008 es el nombre de este álbum en directo que no parece haber arrancado con el mejor pie posible. Una polémica más a añadir a uno de los escándalos más sonados de los últimos años.

Guerra abierta entre Taylor Swift, Scooter Braun y Justin Bieber

En noviembre de 2018 os conté que Taylor Swift cambiaba la discográfica de toda su vida (Big Machine) firmando un nuevo contrato con Republic Records (Universal Music). En esa noticia expliqué la importancia de que los derechos de sus canciones se quedaran en su antiguo sello y que Universal estaba negociando para comprarlo. Pero no fue así: su catálogo musical fue comprado por Scooter Braun, manager de Justin Bieber, J Balvin, Demi Lovato y de Ariana Grande (entre otros artistas). Scott Borchetta, el dueño de Big Machine, le vendió todo el catálogo por 300 millones de dólares.

"Mi legado musical ha caído en manos de quién siempre ha tratado de desmantelarlo" escribió a finales de junio Taylor Swift sobre su enemistad con Braun a quién acusó de filtrar la llamada con Kanye West (que posteriormente se demostró que había sido editada). Su cabreo era monumental y eso se demostró en el enganchón que tuvo con Justin Bieber a raíz de ello.

Lejos de tranquilizarse, parece que cada paso que afecta a los seis discos que Taylor Swift publicó antes de su marcha empeora la situación. Además de este disco en directo hay que recordar que la cantante ya denunció que su anterior sello no le permitía actuar en directo interpretando sus antiguas canciones durante su actuación en los American Music Awards.

Entonces la cordura imperó y la autora de Lover pudo salir al escenario y hacer historia. Pero tras este episodio con el disco en directo parece que no hubo paz sino más bien todo lo contrario.

No anda sobrada de buenas noticias Taylor Swift en este 2020 en el que también ha tenido que cancelar sus conciertos europeos por culpa de la pandemia.

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Juan Ignacio Herrero

Redactor de LOS40 desde 2005