Especial
La historia del bigote más famoso de la música: el de Freddie Mercury
El líder y vocalista de Queen marcó tendencia a partir de los años 80 con lo que se convirtió en un rasgo de su personalidad
Si pensamos en Freddie Mercury, a todos nos vienen a la cabeza imágenes de él con diferentes estilos o prendas de ropa, pero seguro que hay un rasgo de su aspecto físico que se mantiene: su icónico bigote. El líder de Queen no lo llevó durante toda su vida, pero en su mayor época de popularidad se le recuerda con este detalle tan personal, y que además tenía un siginificado muy personal para él.
Freddie Mercury ya se había cortado el característico cabello largo y dejó de pintarse las uñas a princpios de los años 80. Así lo recuerda Ultimate Classic Rock, que ha estabecido una cronología de cómo y cuándo surgió su imagen más representativa. Fue con su octavo disco, The Game, cuando cambió la estética pero también el sonido. En este álbum introdujeron por primera vez el sintetizador, para sorpresa, sobre todo negativa, de los que habían descubierto a la banda en su época más rockera.
En el vídeo de Save Me y en la portada del disco, los chicos de Queen decían adiós a los años 70 con una imagen renovada. El nuevo aspecto del vocalista estaba claramente inspirado en las tendencias que se veían en la época en los clubs gay de San Francisco. A Freddie nunca le importaron las críticas que recibía por ello. “Cuando miro hacia atrás a todo ese esmalte de uñas negro, gasa, satén, pienso, ¡Dios! ¿Qué estaba haciendo?", dijo el cantante un tiempo después al ver ese look.
La opinión de sus seguidores y fans no podía estar más polarizada. Mientras algunos estaban encantados con su nuevo look, otros lo odiaban profundamente. Incluso algunos cuentan cómo los fans llevaban cuchillas de afeitar desechables a los conciertos y las arrojaban al escenario.
En la grabación de un concierto de la época, el propio Mercury habla a sus fans y les dice: “¿Os gusta este bigote, chicas? ¿A algún chico le gusta el bigote? Mucha gente lo odia. La verdad, no me importa una mierda... ¡Es mi bigote y lo voy a llevar!".
Sus compañeros de banda, no obstante, nunca se mostraron en contra de este rasgo facial de Mercury. De hecho, estaban totalmente acostumbrados a los vestuarios y looks rompedores de su compañero de banda. Esto dijo Roger Taylor al respecto: "Que un hombre se deje bigote no es gran cosa. Pero obviamente en su caso representaba la escena gay de la época. No nos molestó en absoluto", reconoció.
Lo que está claro es que Freddie Mercury siempre fue él mismo y lo demostró comportándose y vistiendo como él se sentía más representado, sin importarle los compentarios ni las críticas de los demás.