Mónica Carrillo ha escuchado la misma canción todas las mañanas de cuarentena (y es una que nos encanta)

Estamos acostumbrados a ver a Mónica Carrillo contándonos las noticias cada fin de semana. Pero lejos de ser sólamente ese busto parlante que se cuela en nuestras casas para ponernos al día, es una persona con piernas y una vida más allá de la pantalla. Y en esa vida, entre otras cosas, tienen cabida su vida como escritora, la que le ha valido el premio Azorín de novela 2020 por La vida desnuda.

Y en esa vida también tiene un buen espacio reservado para la música, “para mí es una banda sonora imprescindible. En mis novelas ha formado parte del propio texto. No en La vida desnuda sino en las anteriores, había frases que iba hilvanando de distintas canciones que me habían marcado o había estado escuchando en ese momento”.

Enganchada a Residente

No la escucha cuando escribe, pero sí en muchos otros momentos. Durante esta cuarentena, de hecho, la ha tenido muy presente: “En el confinamiento he tenido momentos que han marcado claramente las distintas etapas y me levantaba con una canción. Me pasó con una de Residente, que escuchaba todas las mañanas, la de René”.

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Precisamente Residente aparece mencionado en esta última novela: “Es curioso porque lo mencioné y luego me di cuenta durante el confinamiento que lo estaba escuchando mucho. Yo he escuchado mucho Calle 13 y me gusta mucho esa manera de hacer poesía urbana que tiene y es curioso que también durante este tiempo me haya acompañado también”.

Asegura que la música ha marcado muchos momentos vitales, tanto buenos como malos: “Para mí la música sería lo más parecido al olfato, que dicen que te lleva a momentos clave de tu infancia. La música me lleva a momentos, es muy evocadora y para mí es imprescindible. No entiendo la vida sin música”.

Su propio Camarón

Reconoce que en esta cuarentena ha hecho varios descubrimientos musicales, “porque soy muy curiosa”. Y algunos de ellos los ha incluido en su diario de cuarentena, el que ha hecho con suk perro. “Me propuse cada día poner una escena con él, que se llama Camarón, también muy musical, y la acompañaba de una canción. Eran solo 15 segundos, pero siempre buscaba algo. Me ha podido acompañar desde Rocío Jurado a Ricky Martin… había una gran variedad, hasta Raphael. Me tiene que emocionar y cuando me emociona, ahí voy”.

Lo de Camarón tiene su propia historia: “Me lo regalaron y era un perro salchicha, muy peculiar, y quería ponerle un nombre como con mucha personalidad y salió Camarón y cuando llegué a casa caí en la cuenta de que era el aniversario de la muerte de Camarón y fue una señal. Le queda grande el nombre, pero me hace mucha gracia”.