La reacción de una bailarina con alzhéimer al escuchar 'El lago de los Cisnes' que ha emocionado al mundo
Marta González fue primera bailarina del Ballet de Nueva York y se ha convertido en un fenómeno viral
La música mantiene vivas las emociones y hay infinidad de estudios que confirman su relación con el cerebro, tanto en niños como en adultos. Lo que ha llamado enormemente la atención del mundo entero es cómo ha reaccionado al escuchar el clásico del ballet El lago de los Cisnes una ex bailarina profesional con alzhéimer.
Se llamaba Marta González y, aunque en el vídeo que se ha vuelto absolutamente viral la vemos en silla de ruedas, fue primera bailarina del Ballet de Nueva York en la década de los sesenta.
Ahora La Asociación Música para Despertar ha querido homenajear a Marta, tras su muerte, con un emotivo vídeo en el que se aprecia cómo, a pesar de padecer alzhéimer nada más escuchar los primeros acordes de El lago de los Cisnes, el clásico de Tchaikovsky. Moviendo los brazos de forma sutil, pero siguiendo los pasos que marca la coreografía de este ballet, el vídeo ha dado la vuelta al mundo bajo la premisa "Una bailarina siempre será una bailarina. Emoción a flor de piel, al escuchar, sentir y volar junto con El lago de los Cisnes de #Tchaikovsky".
De hecho, no solo ponen los pelos de punta sus movimientos y su capacidad para identificar los pasos, sino que, también se escucha cómo al final del vídeo exclama “Me emociona”. Además, en más de indicar con ternura y cierto tono de prisa: “¡Hay que coger las puntas!”
Tal ha sido la repercusión del vídeo que figuras del cine como Antonio Banderas, Jennifer Aniston o Jennifer Garner se han hecho eco del vídeo de Marta. El malagueño lo compartía en sus redes con estas palabras: "Hace 53 años fue bailarina del Ballet de Nueva York. La música de Tchaikovsky logró burlar su alzhéimer. Hace ya un año de todo esto. Ahora con motivo de su fallecimiento sirva la difusión de estas imágenes como merecido reconocimiento a su arte y a su pasión.”
Un vídeo con el que Marta ha conseguido emocionar el mundo entero, demostrando que hay cosas que, definitivamente nunca se olvidan y que ni siquiera el alzhéimer consigue borrarlas.