The Beatles y la difícil grabación de su legendario ‘Yellow Submarine’
A finales de los 60, la banda se rindió al universo de colores y psicodelia que dominaba a la escena de la época
El 13 de enero de 1969 se lanzó en todo el mundo el décimo álbum de The Beatles, el archiconocido, pero no por ello demasiado laureado, Yellow Submarine. No por ser un número redondo alcanzó una crítica y un apoyo también redondos, sino que fue uno de los álbumes menos exitosos del cuarteto de Liverpool.
El disco estaba compuesto por dos caras, con seis canciones en la primera y siete en la segunda. En esta última se podía escuchar música instrumental con arreglos de George Martin, el productor. Fue un álbum que se creó dentro de la consolidación más profunda de la banda, tras la que ya se atrevían con la experimentación más propia de su sonido, después de Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band y Magical Mistery Tour, ambos de 1967.
Los Beatles estaban en ese momento transcurriendo por la senda de la psicodelia. Sin embargo, lo que más se recuerda de este disco es que dio pie a una película de animación derivada de su sonido. Se estrenó en 1968, después de que se publicara el sencillo que le daba nombre a partir de un LP llamado Revolver. A pesar de que se planteó como un gran proyecto como largometraje, los cuatro miembros de la banda no tuvieron ningún tipo de influencia en la producción o en el doblaje de los personajes, que fueron realizados por otros actores.
Para la banda sonora de esta película, el manager Brian Epstein llegó a pactar cuatro canciones originales, pero había una sensación común en el grupo. De hecho, al tiempo se supo que ninguno de ellos vivió ese trabajo con comodidad. En una entrevista que realizó para Playboy, Lennon llegó a decir que, salvo los dibujantes, "el equipo de Yellow Submarine no era más que un hatajo de bestias repugnantes. Cogieron todas nuestras ideas para la película sin darnos ningún crédito a cambio".
Las canciones que formaron Yellow Submarine vieron la luz por primera vez en la película, en 1968, pero no fue hasta enero del año siguiente cuando se publicaron en forma de disco. La premiere mundial de la película fue un auténtico éxito. El guion resultó siendo más sólido de lo que los cuatro de Liverpool pensaban y las imágenes captaban esa psicodelia que ellos habían plasmado en las canciones. John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr llegaron a lamentar a posteriori no haberse involucrado más en este proyecto que alcanzó fama internacional.
La fama de los Beatles siguió adelante después de este disco, y las ventas seguían apoyándolos, pero la relación entre sus miembros nunca fue la misma. Las tensiones surgidas dentro del seno de la banda fueron aumentando hasta que John Lennon anunció que dejaría el grupo en septiembre de 1969. A pesar de eso, cada uno de ellos había empezado a volar en solitario.
Daniel Garrán
Jefe de producto de LOS40 Classic