Especial
Adriana Ugarte confiesa su anécdota con la comida japonesa: “Da mucha vergüenza y os va a dar mucho asco”
Y también desvela el trastorno que padece
El próximo 5 de febrero, Netflix estrenará la segunda temporada de Hache que tiene como protagonista a Adriana Ugarte. La actriz junto a su compañero Eduardo Noriega están en plena campaña de promoción y eso significa pasarse el día de entrevista en entrevista. Juntos se han pasado por El Hormiguero donde no sólo han hablado de la serie.
La actriz ha tenido que hacer frente a una anécdota que le ocurrió hace seis años con los edamame, que para el que no esté muy familiarizado con la comida japonesa, explicaremos que son unas vainas verdes con semillas de soja dentro.
“Es muy ridículo y da mucha vergüenza y os va a dar mucho asco y es de pringada absoluta”, advirtió antes de contar la anécdota. El suceso tuvo lugar hace seis años cuando se fue a Los Ángeles con su representante para reunirse con otro representante americano que estaba interesado en ella. “Yo estaba atacada de los nervios”, aseguraba.
“Yo conocía la comida japonesa, había comido mucha comida japonesa en Madrid, pero no conocía las edamame y aunque me hubieran puesto sushi hubiera pensado que era una goma Milán, estaba atacada”, reconoce. Pero no, eran edames.
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“Trajeron un bol con las edamame y al lado otro bol vacío en el que las personas iban dejando las vainas vacías, pero que una vez chupadas y mordidas, vuelven a recuperar el volumen original y parece que están llenas. Estábamos en una terracita, al aire libre, de noche y hablando (en inglés) y yo como ‘me estoy perdiendo, van a ver que tampoco hablo tanto… y estaban comiendo y comían mogollón y digo ‘voy a comer porque va a parecer que estoy mucho más nerviosa, aunque estoy nerviosísima’… entonces, me fijo en los boles y estaban más o menos igual de llenos”, contaba antes de contar el desenlace.
“En ese momento, curiosamente, nadie está comiendo y entonces no puedo ver de dónde cogen y dónde dejan y era como ‘cabrones, comed judías verdes de estas, comed’. Y nadie comía, así que, ‘ya comeré yo’. Cojo una vacía, chupada y no sabía por quién. En el momento no piensas ‘la he cagado’ sino ‘qué cosas, que se coman cosas vacías’ “, reconocía poniendo cara de asco recordando ese momento en el que se comió las babas del representante americano.
Trastorno de ansiedad
Y no es la única confesión que hizo. También habló del trastorno de ansiedad que padece. Un trastorno obsesivo compulsivo (TOC). En su caso tiene que ver con la limpieza. Por lo que contó, su casa debe ser un templo de la pulcritud. Reconoció que una miga de pan o un pelo por ahí tirado en su casa o en el coche, le pone muy nerviosa. Aunque, “lo estoy tratando”, admitió.
“Voy encadenando TOC. Si entras en mi coche comiendo patatas fritas no te diré nada, pero en cuanto te bajes tengo que limpiar todo y sacudir las alfombrillas antes de llegar a casa”, confesaba, “ahora veo una pelusa o un pelo y me esfuerzo por dejarlo ahí”.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...