Especial
Superman y Dr.Manhattan se encuentran en 'El Reloj del Juicio Final'
Los personajes de Watchmen entran en el universo DC.
Pocos habrá sobre la faz de la tierra que no conozcan ‘Watchmen’ a estas alturas. La obra más importante de Michael Moore y Dave Gibbons es cultura popular y uno de los cómics más importantes de la historia del formato.
Adaptado a la gran pantalla por Zack Snyder y continuado para la pequeña pantalla por HBO (siempre en contra del deseo de su creador), Watchmen presentó una historia excelente de super-héroes y la primera que los convierte en seres imperfectos y muy problemáticos.
Acostumbrados a un Batman que imparte justicia sin matar o a un Superman que puede y cumple con todo, Watchmen rompió todo canon establecido para presentar vigilantes abusones, paranoicos y desquiciados, algunos caminando sobre la linea que separa al héroe del villano.
Obvia este párrafo si no has leído Watchmen, pero el resumen de cuatro líneas para saltar a este ‘Reloj del Juicio Final’, será que Adrian Veicht (Ozymandias), el hombre más listo del mundo, creó una amenaza global para el planeta con el fin de buscar unión entre sus habitantes; plan que salió mal y acabó con millones de muertes y la fuga del Dr.Manhattan.
Este ‘Reloj del Juicio Final’ retoma la historia algún tiempo después, con un nuevo Rorschach al servicio de un Ozymandias que parece querer enmendar los actos de la primera historia. Para ello, necesitan encontrar al Dr.Manhattan y esa búsqueda les lleva directos a un universo paralelo: El Universo DC.
Así, ambos anti-héroes aterrizan en la tierra de Batman y Superman, que vive momentos difíciles que dividen a las personas con súper-poderes por razones políticas; ya sabéis, gobiernos y ejércitos de súper-tipos, América contra Rusia… ese tipo de tensión…
Contar más de esta historia os haría un flaco favor, así que tendremos que dejar el resumen por aquí. Sí diremos que encontraréis a un Dr.Manhattan contrariado y que, por alguna razón, no puede ver más allá de un momento en el tiempo en el que tiene delante a Superman. Algo raro para el personaje, que se caracteriza por no tener una concepción lineal del tiempo.
Todo este cocktail de tensión y super-héroes crea un contexto especial para que los personajes de Watchmen tengan 12 números más de vida y puedan volver a brillar con diálogos inteligentes e interesantes.
Pese a que la historia nunca llega a ponerse a la altura de la original y sabiendo que muchos puristas pueden enfurecer por ver en este libro un intento de “hacer caja”, creo que hay que tomarse estas cosas con tranquilidad y entenderlas como lo que son: un cocktail artístico de entretenimiento con base en grandes licencias.
Sería un crimen no recurrir de vez en cuando a personajes como Manhattan, Ozymandias o El Comediante y si el contexto editorial te permite hacer que aterricen en la misma calle que Batman o Superman… ¿Por qué no deberían hacerlo?
Si además aprietas el cinturón con la presión política del ejército de súper-héroes ruso de Vladimir Putin; resulta que ‘El Reloj del Juicio Final’ se convierte en uno de los comics más interesantes del año.
No hay que olvidar que este complejo tejido argumental llega hilado por Geoff Johns, uno de los más grandes guionistas del multiverso de DC, acompañado por los excelentes dibujos de Gary Frank que lleva el correcto dibujo de Gibbons a los estándares de 2021.
Gary Frank sabe que no está aquí para brillar y busca no perder el dibujo como vía de expresión para la historia. Prueba de ello son las poquitas páginas que quedan por debajo de las 7 viñetas y las muchas que superan las 9, lo que deja poco margen al dibujante para lucirse.
Dicho esto, sería un crimen no recomendar ‘El Reloj del Juicio Final’. Es una historia interesante de por sí, pero además recupera a los personajes más brillantes de Watchmen y los lleva hasta héroes tan queridos como Batman y Superman en un cross-over de esos que no se repiten. Y, por si fuera poco, tiene el lomo negro con letras amarillas que queda de lujo en la estantería al lado del Watchmen original.