Miguel Bosé relata un escalofriante episodio con su padre y no puede evitar emocionarse
Un día de caza que acabó con insultos y puñetazos
Llegó el día. Se había levantado mucha expectación sobre la entrevista que íbamos a poder ver de Jordi Évole con Miguel Bosé. El cantante no es muy dado a hablar, de hecho, hace varios años que no lo hacía en España. Pero ha roto su silencio en una de las entrevistas más sinceras que ha concedido nunca. Habló de su época salvaje, de su postura negacionista ante la pandemia y de su familia.
No faltó un tiempo dedicado a su padre, el torero Luis Miguel Dominguín. De sobra es conocida la mala relación que mantuvieran padre e hijo en alguna ocasión, algo que el cantante achaca al carácter que ambos compartían. Asegura que eran iguales. No ha dudado en relatar uno de los encontronazos más fuertes que tuvieron.
Momento de tensión
“Un momento que me forzó a cazar. Fue una cierva. Le disparé a la cierva y maté a la cierva. Para llevarte los animales a casa, los destripas, los desuellas, sacas todo el estómago, las tripas… te quedas con la casquería que se deja para buitres y cuervos y te lo llevas. En el momento de rajar, salió un bambi, hecho completamente”, aseguró. Una imagen que le marcó profundamente. Recordarlo ha hecho que se le quebrase la voz y tuviera que parar un momento por la emoción.
Su reacción fue acorde a lo que estaba sucediendo. “Muy mal, me fui a por él a darle puñetazos y llamarle hijo de puta. Y me fui caminando solo”, recuerda. Su padre le persiguió en el coche y le exigió que subiera, pero él no quiso hacerlo. “Eso es torería”, destacó Bosé.
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Esa misma noche, cuando estaba en la cama, el torero entró en su habitación. “Intuía que quería pedirme perdón, pero no era alguien que desde su estatus estuviera acostumbrado a pedir perdón”, aseguró. Eso sí, le dejó claro que nunca más iba a cazar y su padre le dijo una sola palabra: “Vale”.
Familia Real
El torero sí que disfrutaba de la caza y tenía sus trofeos colgados en las paredes. “Mi padre cazaba con Franco y Franco venía a cazar a la finca. A Franco se le caía la baba con mi padre. Hay fotografías de Franco mirando a mi padre con gran admiración. Le llamaba mi niño. Es de familia real totalmente”, relataba.
Aseguró que el año que él nació solo dos bebés ocuparon todas las portadas más destacadas de Europa: Carolina de Mónaco y él. Eso era síntoma del estatus que tenía su familia.
Se nota que habla con admiración de su progenitor. “Mi padre consiguió poner a España en el mapa, fue internacional, un torero que, cuando acaba las temporadas se iba a Hollywood y se ligaba a Lauren Bacall, a Liz Taylor, a Miroslava, a quien cayese, y muchas venían a España muertas de amor”, confesó.
No dudó en asegurar que era un mujeriego, aunque no machista, más allá de la cultura preponderante en la época.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...