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El color vuelve a Apple con su nuevo iMac y pone precio a tu primavera.
Un pasito más cerca de olvidar a Intel por completo.
Meses y meses de rumores que empiezan como cuchicheos y acaban gritándose a los cuatro vientos para llegar hoy; el día en que el archivo de noticias ya no vale para nada y Apple pone por fin sus cartas primaverales sobre la mesa.
En un evento digital que, como siempre, ha brillado por una impecable factura cinematográfica; la compañía de Cupertino ha dado uno de sus últimos pasos hacia el futuro sin Intel que iniciaban meses atrás.
El discurso de la compañía ha empezado con el medio ambiente y de lo que está haciendo para mejorar su huella de carbono, recordemos que fue la excusa que puso la compañía cuando quitó los cargadores de las cajas de sus teléfonos.
Minutos después ya teníamos sobre la mesa el nuevo iPhone 12 Purple, un nuevo color moradito para terminar la primavera con ilusión.
Para ese iPhone (y para el resto), Apple ha presentado el Air Tag y su nuevo ‘Precision Finding’, un sistema de conexión infalible entre una chapita (o cuatro) y vuestro iPhone, para que nunca volváis a perder vuestras llaves o tengáis controlado el equipaje cuando la compañía de vuelo os lo pierda.
Pero teníamos que llegar al plato fuerte de la tarde. El camino que empezó con la transición de los Macbook Air y los Mac Mini, llega por fin hoy a los iMac, una de las herramientas más usadas en los entornos profesionales de diseño y edición a lo largo y ancho del globo.
iMac no sólo se despide de los chips Intel para dar la bienvenida a la tecnología Apple Silicon en sus entrañas y todos los beneficios que esto supone, también dice adiós a un diseño de producto que ha vivido adelantado a su época durante más de diez años y que, aún hoy, se niega a pasar de moda y acaba haciéndolo por conveniencia tecnológica.
iMac vuelve reinventado, con un perfil que prácticamente desaparece y una gama de colores que pretende revolucionar los estudios de medio mundo y sustituye en sus entrañas una placa enorme por una diminuta y dos ventiladores inaudibles.
Parte de la magia del tamaño del nuevo iMac reside en la desparición de la fuente de alimentación de su interior. Ahora, un único conector magnético sacará un cable trenzado de tu iMac y llegará hasta una fuente de alimentación que tendrá también la tarjeta de red en su interior (para conectar la conexión de red por cable). La parte trasera de tu iMac sólo tendrá cuatro puertos USB-C y lo que antes era un cable único hasta el enchufe ahora tendrá una cajita blanca de por medio. El coste de un nuevo diseño más delgado.
La pantalla crece hasta 24” con una resolución de 4.5K y una capa anti-reflejante que muchos quisiéramos tener en nuestros antiguos iMac. La webcam mejora y lleva su resolución al estándar 1080p con una conexión directa con el chip M1 que mejorará la imagen con algoritmos de reducción de ruido y mejoras de software para ser tu mejor ‘yo’ en los ‘zooms’.
Lo mismo para los micros y los altavoces; serán los mejores vistos en un Mac hasta la fecha.
Los nuevos iMac serán potentes, instantáneos en la experiencia de escritorio, hasta un 85% más rápido que los últimos modelos de 21.5” (habrá que probar esto) y un 50% más rápido en procesamiento gráfico (esto último habrá que probarlo, pero Photoshop, Affinity Publisher o Davinci Resolve han sido los conejillos de indias de Apple para estos cálculos).
Apple plantea un futuro con conectividad absoluta y sin límites entre iMac, iPhone y iPad, en el que cualquier cosa que escribas o hagas en tus portátiles podrá ir directa a tu máquina de escritorio.
Los colores, que enamoran, no sólo llegarán al chasis de la máquina, también llegarán a tu teclado (que ahora tiene huella digital para desbloquear y pagar de forma instantánea), al Magic Mouse y al Trackpad.
El nuevo iMac es revolucionario y parece que quiere llegar a todos, con un precio de salida de 1449 euros y hasta los 1899 euros, si buscas la configuración más generosa, Apple se asegura de provocar una nueva necesidad en todos sus usuarios.