Jorge Ponce lleva un perro antidroga a ‘La Resistencia’: “Esto no se ha hecho en ‘El Hormiguero’”

Javier Castillo ha sido el último invitado en La Resistencia. Uno de los autores más leídos de nuestro país por sus thrillers inquietantes y frenéticos, demostró que un escritor también puede ser una estrella con legión de fans. No pudo parar de reírse cuando entró Jorge Ponce para anunciar que había llevado un perro de los que trabajan localizando drogas. “Yo estoy tranquilo”, dijo.

Antes de darle paso, Grison se echó un poco de la colonia de David Bustamante para intentar tapar posibles olores sospechosos. “Hay gente que se miran los unos a los otros”, explicó Ponce después de preguntar al público si había alguien que quería abandonar el teatro.

“Si pilla a alguien pixelamos cara”, advirtió Ponce. “Esto no lo han hecho en El Hormiguero y no podrían hacerlo en El chiringuito”, añadió antes de recibir las risas y el aplauso de los allí presentes.

El perro entró con su entrenador, Javier. “Ya está el perro nervioso”, dijo Javier Castillo nada más verlo. “Es Orca, es una perra especializada en narcóticos y trabajamos para empresas privadas, ahora mismo para barcos de vip”, explicó su dueño. “Tiene marcación pasiva, marcación lapa, que es que donde esté la sustancia, marca y se queda clavada.

Localizando drogas

Una vez hecha la explicación, quedaba ponerla en práctica. Activada la rutina, la perra bajó a las butacas. “A los cámaras no”, pidió Broncano. “Me gustaría que detectase a alguien”, añadió después de ver cómo pasaba por varias filas sin parar en ningún asiento.

Ya cuando iba a volver metió el hocico tras una de las personas del público. “O se está echando una siesta, que se ha mareado, o…”, comentó Ponce. “Está clarísimo que esa lleva libro”, bromeó Javier Castillo.

“Acercarle un micro a la hermana de El Chapo”, pidió Broncano. El siguiente paso era confirmar si era positiva la localización. Javier echó un vistazo y acabó premiando a la perra. “A ver quién se ha sentado aquí antes”, dijo la chica señalada. Ponce bajó, inspeccionó y acabó reconociendo que habían escondido porros en la butaca.

Atentos a los que tengáis pensado asistir como público a la televisión que podéis veros en una de estas.