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La exasesora de Marilyn Manson le demanda por abusos y relata episodios escalofriantes
Asegura que vivió un infierno a su lado marcado por los ataques de ira causados por las drogas
La actriz Evan Rachel Wood y otras cuatro mujeres fueron las primeras en abrir la caja de pandora en cuanto a los comportamientos supuestamente delictivos de Marilyn Manson. Le acusaron de abusos sexuales y psicológicos y no fueron las únicas. Hubo una segunda oleada de acusaciones entre ellas, la de la actriz de Juego de Tronos, Esmé Bianco. Pero ahí no queda todo porque ahora, la historia continua.
Ashley Walters, que trabajó para él como asesora, ha presentado una demanda por agresión sexual, acoso sexual y violencia psicológica. Su historia comenzó cuando Walters tenía 26 años y era aspirante a fotógrafa. El cantante contactó con ella a través de MySpace y la propuso una colaboración artística.
La revista Rolling Stone recoge toda la historia tras haber tenido acceso a la demanda. Según relata, él la invitó a su casa, la hizo fotos y la animó a quitarse la ropa para a continuación inmovilizarla en una cama donde comenzó a besarla, morderla y meterla mano en la ropa interior.
Un vía crucis de abusos
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Al día siguiente el cantante le mandó un mensaje ofreciéndole una nueva colaboración. Walters decidió actuar de manera profesional y volvió a posar semidesnuda para él. En esa ocasión no hubo problemas, pero poco después volvió a sentirse incómoda. Para convertirse en su directora artística le pidió pasar un casting para el que tenía que posar sólo con ropa interior y una chaqueta nazi porque le dijo que “le encantaba cuando las chicas parecían haber sido violadas”.
En aquella sesión no estaban solos. Había un actor con ella que empezó a tocarse su miembro viril. Manson la pidió que le ayudara y cuando ella se levantó para irse, el actor la empujó. Más tarde descubrió que el cantante le había dicho al actor que podía acostarse con ella.
En 2010 la contrató como asistente personal pagándole el doble de lo que ganaba. En su demanda asegura que la obligaba a limpiar los destrozos que ocasionaba en sus ataques de ira y la impedía ir a ver a su familia en vacaciones.
La demanda también relata cómo Manson solía ofrecérsela a sus amigos. Relata un episodio en una gala de premios en la que lanzó a su asistente a un actor que “procedió a besar a Walters y mantenerla en su regazo. El acusado comúnmente ofreció a Walters a sus influyentes amigos y asociados de la industria”.
No fue un hecho aislado, también se relata un episodio en el que Manson la empujó sobre un director de cine que la tocó repetidamente y le metió mano por la falda mientras le tapaba la boca. En marzo de 2011, ocurrió algo parecido con un rico músico que la manoseó delante suyo y llegó a preguntar si podía comprarla.
Mientras trabajaba para él, Walters asegura que el cantante le puso varias veces un vídeo suyo abusando de una fan menor de edad, a la que desnudaba y azotaba hasta hacerla llorar mientras la apuntaba con un arma.
En otro episodio violento, Walters se escondió en un armario y Manson derribó la puerta y la amenazó asegurando tener contactos de mafiosos que cometían asesinatos a sueldo. Además, asegura que se jactaba de haber violado a mujeres y haber quedado impune.
Era habitual que buscara información en los ordenadores de sus empleados para poder chantajearlos. Además, guardaba droga en su equipaje cuando viajaban juntos y si decía algo, la amenzaba con alertar a los guardas de seguridad del aeropuerto.
También asegura que hubo una ocasión en la que la obligó a trabajar 48 horas seguidas, 12 de ellas de pie sobre una silla sin poder moverse mientras él hacía fotografías y la rociaba con cocaína.
Finalmente la despidió en 2011 por haber tenido amistad con una de sus ex novias. Tenía manía persecutoria y pensaba que estaban pinchando su teléfono. El acoso continuó después, asegura que le hackeó su cuenta de Facebook y que siguió llamándola por teléfono.
Marilyn Manson ha vuelto a negar todas estas acusaciones.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...