Especial
Después de esta tajante reflexión de Beatriz Luengo, deberás prestar atención a las letras de las canciones
La cantante y bailarina ha compartido en sus redes su opinión acerca del contenido de ciertas letras que pasan desapercibidas
Si hay algo que caracterice a Beatriz Luengo es su interés por proteger el concepto de familia. No solo a nivel personal que también, sino que busca transmitir a sus seguidores el modo en que ella entiende el cariño y el amor. Por eso, ante sucesos que demuestran todo lo contrario a esos valores, siente la necesidad de expresarse a través de su música y sus redes sociales.
La triste noticia con la que han abierto hoy todos los espacios informativos, el hallazgo del cuerpo de Olivia, la niña tinerfeña secuestrada junto a su hermana Anna por su progenitor, ha sido el motivo por el que la cantante ha decidido compartir en su perfil de Instagram una reflexión sobre un concepto tan complejo y malinterpretado como es la posesión y el modo en que los opresores la ejercen.
En lugar de referirse directamente a esta triste noticia, ha aprovechado para ofrecer una visión global sobre esa palabra y lo ha hecho con el contenido de las letras como fondo. “Hace unos meses escuchaba una canción que hablaba de “posesión”, de esas del “tú eres mía y lo serás siempre”, comenta al inicio del texto, en el que hace referencia a la infinidad de canciones que tienen ese contenido como tema principal y reconoce que suelen ser canciones que comparten las mujeres en perfiles personales como TikTok.
“Ellas, tan bonitas, talentosas, tan bailarinas aceptaban el mensaje con agrado. Y es que parece ser que “si yo soy tuya aunque ya no te quiera y si yo soy tuya aunque ya te haya dicho que no quiero estar contigo” significa que me quieres de verdad, según las nuevas “normas del amar”, continúa la intérprete de Caprichosa, a la vez que recuerda la versión femenina y feminista que hizo de la canción de Maluma Hawái.
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En ésta, ofrece su particular versión del tema del colombiano, en la que propone dar un giro radical a su contenido y adaptarlo a lo que debería ser la vida real. Al contrario que en la original, la respuesta de la compositora madrileña busca lanzar un mensaje de empoderamiento femenino en el que las mujeres disfrutan de su libertad y están con la persona con la que desean compartir su vida.
Y es precisamente ése el detalle que trae a colación en su última publicación, el de cómo la sociedad es capaz de normalizar mensajes absolutamente inexplicables y contrarios a la idea de la autonomía personal y la relevancia de las líneas subliminales en las canciones.
Así, ha criticado que “se juzgan las canciones que usan malas palabras cuando el peligro no son las “malas” palabras sino los mensajes, de igual manera que lo que mata ES EL ODIO, no las balas” y ha alertado de que lo importante es el contenido sutil de la música y no el modo en que ésta se expone.
Por último, Beatriz ha incidido en que “detectar los mensajes es fundamental para poder cambiarlos y poder evolucionar como personas y como SOCIEDAD” y ha querido mostrar su rechazo ante lo acontecido añadiendo que “no debería existir una sola persona que se creyese dueña de otra y dispuesta a demostrarlo hasta el final, hasta la locura”.