La llegada de los supervivientes a Playa Destierro es como un chiste de los buenos
Las caras de asco son impagables

Playa Destierro ha sido el hogar de Palito y Lola durante 55 días. / Imagen de 'Supervivientes 2021'
Las filtraciones de los familiares ha sido una de las grandes polémicas de esta edición de Supervivientes. Todo empezó con la llegada de Sandra Pica. Tras irse se empezó a hablar de un palafito en el que vivían Lola y Palito. Ella negó siempre haber dado información, pero lo cierto es que todos eran conscientes de su existencia. Por eso, el programa ha decidido que dejen de hablar de ese lugar y lo conozcan.
En el último programa hemos visto mudanza, la de los pocos concursantes que quedan a Playa Destierro, el lugar en el que Lola y Palito han convivido 55 días. Los primeros en llegar fueron Tom Brusse y Gianmarco.
“El viaje ha sido intenso, pero donde estamos, sinceramente, no nos gusta”, le decía el italiano a Jorge Javier Vázquez cuando les daba la bienvenida a su nuevo hogar. El presentador les daba la bienvenida al palafito para su asombro. No podían creerse dónde estaban.
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Reacciones de incredulidad
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“Nosotros sabemos que vosotros sabéis que existe el palafito, pues bien, el palafito, en realidad, es esa porquería de playa en la que estáis en estos momentos y se llama Playa Destierro”, les explicaba. Sus caras de horror eran todo un poema. “¿Playa del cerdo?”, preguntaba Gianmarco que no había entendido muy bien. Aquello parecía un chiste.
“Fuera de bromas, ¿cuál es nuestra misión?, ¿qué tenemos que hacer?”, preguntaba el concursante. “Pues aguantar Gianmarco, aguantar, este es vuestro nuevo hogar”, recibía como respuesta. “No, por favor”, suplicaban.
Jorge Javier les recordaba que ellos ya conocían la existencia del palafito porque alguien se lo había chivado, pero aclaraba que “no es un castigo, es un nuevo reto”.
Los siguientes en llegar eran Alejandro Albalá y Melyssa Pinto que se quedaban en shock igual que sus compañeros. “Jorge, ¿cómo vamos a dormir aquí, de pie?”, preguntaba ella. Su cara de asco no desapareció en ningún momento.
“Es una playa que, en principio, es fea y luego no cambia”, les aseguraba Jorge que se ha tomado este reto con mucho humor, no como los concursantes que, desde el primer momento, han sido conscientes de lo duros que van a ser los próximos días.
Si supieran que hay dos concursantes que han sobrevivido en esas condiciones 55 días, a lo mejor no se quejaban tanto.














