Despedida de Raffaella Carrà con honores: tres días de luto por la musa italiana
Durante el cortejo fúnebre no faltaron lágrimas, aplausos y flores
El país de la bota llora la muerte de uno de sus símbolos y grandes referentes del espectáculo. Sus compatriotas han despedido con honores a Raffaella Carrà, que falleció a la edad de 78 años este lunes, con un cortejo fúnebre en el que han abundado las lágrimas, las flores y los aplausos por su exquisita trayectoria profesional.
Este cortejo salió ayer por la tarde de la casa en la que vivía la artista, al norte de la capital italiana, para hacer un recorrido por los puntos emblemáticos en los que Raffaella fue protagonista. Por eso, se visitaron la sede de la RAI (donde la cantante pasó algunos de los momentos más felices de su vida al mando de Canzonissima), el Auditorium del Foro Itálico (donde grabó Carramba, che sorpresa) o el Teatro delle Vittorie.
La comitiva concluyó en el Ayuntamiento, donde se había instalado la capilla ardiente que estuvo abierta durante todo el miércoles y seguirá abierta hasta el viernes. Allí, rodeado de algunas imágenes de Raffaella, se colocó su féretro, que miles de personas visitaron para poder despedirse por última vez. Éste ha llamado especialmente la atención, por su sencillez.
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Y es que no es habitual que, en estas situaciones en las que fallece una celebridad, se vean ataúdes de este tipo. Al parecer, fue la propia cantante quien manifestó su deseo de ser incinerada en uno de madera natural y sin ningún tipo de adorno. Tras el duelo de hoy, se realizará una ceremonia de despedida este viernes en la iglesia de Santa Maria in Ara Coeli, situada en el Monte Capitolino.
Durante este tiempo, el compañero de vida de la cantante de Rumore, Sergio Japino, no se ha despegado del lugar en el que descansan sus restos. Sin duda, fue el principal protagonista de la jornada del miércoles, ya que viajó en el coche fúnebre y se le pudo ver visiblemente afectado. Durante el recorrido, que fue emitido en directo por la televisión pública italiana, aprovechó para agradecer el apoyo del público.
“Ella era la mujer de la sonrisa. Era un personaje completo. Estoy seguro de que ahora Raffaella nos está mirando y sonriendo”, comentó entre los aplausos de los seguidores de la mujer con la que compartió casi toda su vida. De hecho, fue él quien dio a conocer la noticia de su muerte por cáncer de pulmón, una enfermedad que el público desconocía y que Raffaella quiso ocultar para no preocupar a sus admiradores.
A las afueras del Ayuntamiento, cientos de personas han hecho cola durante varias horas para poder darle el último adiós a la diva italiana. Muchos llevaban coronas y ramos de flores, la mayoría amarillas, para colocarlos cerca del féretro. Puede que muchos de ellos repitan este viernes en la despedida definitiva de la presentadora que cambió la historia de la televisión.