Álex Abrines, el jugador de baloncesto que triunfa con su vídeo enseñando los baños de los Juegos Olímpicos
Nos muestra su funcionamiento y lo prueba en primera persona
Álex Abrines nos cuenta las curiosidades de los Juegos Olímpicos de Tokio. / Oscar Gonzalez/NurPhoto via Getty Images
Los Juegos Olímpicos de Tokio no dejan de dejarnos sorpresas. Aunque ahora todo el mundo habla de Simone Biles y su retirada para centrarse en su salud mental, hay otras curiosidades de la villa olímpica que no han pasado desapercibidos, y que, aunque más frívolos, no dejan de llamar la atención.
Álex Abrines es uno de los españoles que está participando en estas olimpiadas con el equipo de baloncesto y está claro que tiene tiempo para contarnos detalles como el de las particularidades del baño de su habitación.
Ya sabemos que, en Oriente, las cuestiones higiénicas son algo diferentes a las occidentales y que los WC son como prototipos de máquinas sofisticadas es algo que ya conocíamos. Pero una cosa es saberlo y otra verlo contado con la gracia del jugador.
Un WC de lo más completo
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“Lo que nos faltaba, por si te tienes que tirar algún pedo”, ha comentado el escolta del Barcelona, mientras apretaba uno de los botones de su WC. Y es que el váter tiene un añadido lleno de botones que cumplen diferentes funciones. Para que aprendan los que en España no aprenden ni a tirar de la cadena, que es lo más que solemos hacer.
Ya lo había advertido: “¿Queréis un vídeo probando las funciones del WC? Si este tweet llega a 500 RT y 2.000 likes lo hago”. Dicho y hecho, o como él mismo dice, “lo prometido es deuda”. Ha compartido un segundo vídeo en el que no vemos el WC, pero sí a él reaccionando cuando prueba algunas de sus funciones.
Al principio parece que el limpiado automático que hace el WC le ha parecido demasiado fuerte, “qué raro”, aseguraba, “esto tiene que limpiarte a full”. Y acaba añadiendo que lo mismo se instala uno en su casa de Barcelona.
“Esto es malo, es un vicio”, aseguraba. Aunque parece que le ha cogido el gusto porque ha querido probar también un botón de masajes. “Este no me gusta”, decía sobre la modalidad que había escogido. El botón que informaba de que no estaba instalado en la villa es el de la música.
Curiosidades de los juegos contados con mucha naturalidad.
