Cristina Cifuentes ignora las críticas y vuelve a ‘La última cena’ para bailar un chuminero con Lydia Lozano

La política no está dispuesta a dejar un programa en el que se divierte tanto

Cristina Cifuentes se intregra en el mundo 'Sálvame'. / Beatriz Velasco/WireImage

Cristina Cifuentes fue presidenta de la Comunidad de Madrid y delegada del Gobierno y como política que es, no todos entienden su nueva incursión en los formatos más frívolos de la televisión. La semana pasada la vimos en La última cena, una presencia por la que recibió muchas críticas. Pero a estas alturas, lo que digan de ella, parece que le importa bastante poco.

“A mí me va la marcha porque aquí estoy otra vez”, decía mientras entraba a plató con Paz Padilla y Lydia Lozano. Cuando la presentadora le preguntaba si había recibido críticas, no lo negaba. “Hombre claro, es que si uno no recibe… en el mundo tiene que haber de todo”, aseguraba. “Me dicen que por qué vengo y yo les digo que, porque me da la gana”, aseguraba.

Claro que no todos piensan igual y, en redes, hay muchos que han manifestado lo mucho que les gusta esta nueva faceta suya de personaje televisivo.

Lo que parece seguro es que en este programa se divierte y se lo pasa bien. Apareció vestida con un mono negro muy favorecedor. Lydia le preguntó por la pareja chef de la noche: Kiko Hernández y Carmen Borrego. “Explosiva, yo no me quiero perder, no solamente lo que ha pasado, sino el producto”, contestaba la política.

La maldad en la política

Lydia confesaba que Cifuentes le había dicho mientras entraban que Kiko le parecía malo, pero muy gracioso. Era entonces cuando confesaba que, en su mundo, el de la política, también había mucha maldad. “Maldad toda la del mundo. Pero maldad hay en todos los sitios”, aseguraba.

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“No he comido lengua en mi vida, va a ser la primera vez, pero me he tenido que tragar alguna vez mi propia lengua”, admitía cuando le preguntaban por el menú de la noche.

Estaba dispuesta a darlo todo y, aunque al principio rechazaba la invitación de Lydia para bailar un chuminero con ella, al final se animaba y se marcaba unos pasitos que dejaban claro que ser política no está reñido con la posibilidad de pasárselo bien.

Eso sí, cuando más adelante le pedían hacer una genuflexión ella se negaba y aseguraba que no había hecho ninguna en toda su vida. Por lo visto, hay límites.

Cristina Zavala

Periodista enamorada de todo el entretenimiento....