ECDL, Shakira, Paulina Rubio… Seis éxitos en español y uno internacional que fueron Nº1 esta semana

Esta semana de septiembre de 2021, Iko iko (my bestie), de Justin Wellington ft Small Jam, ostenta el número uno de la lista oficial de LOS40. Pero ¿qué canciones llegaron a lo más alto estas mismas fechas en el pasado? Para esto tenemos en #Del40al1CocaCola La Máquina del Tiempo. Buceamos en nuestra inmensa base de datos (recuerda que el origen de la lista se remonta a 1966) y recordamos, de la mano de Tony Aguilar, algunas de ellas. En esta ocasión, todas, excepto una, están cantadas en castellano.

Con respecto a la semana anterior no hubo cambios en 2020 y 2016: hace un año, Beret y Pablo Alborán se mantenían en el primer puesto con Sueño, mientras que hace cinco, otro dúo muy potente, el formado por Carlos Vives y Shakira, resistía con La bicicleta. También con aire latino, pero con el prefijo “electro”, Bailando por ahí, de Juan Magán, lideró la clasificación hace diez años, en 2011. Y si La bicicleta hablaba de Barcelona, el single del catalán hacía referecia en su letra a Madrid.

A los muchos y las muchas fans que aún profesan devoción por El Canto del Loco les gustará saber que hace 15 años los madrileños fueron número uno en septiembre con Besos, uno de sus temas más trepidantes. Fue el tercer single de Zapatillas, el álbum más vendido de ECDL, y esta fue su segunda semana no consecutiva en la primera posición de la lista (en este artículo te contamos la historia de la canción). Hace veinte años, el número uno fue para Paulina Rubio y Vive el verano, y hace 25, para la maravillosa Rosana con El talismán.

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Viajamos por último a 1991 para destacar la única canción en inglés esta semana. En septiembre de hace 30 años lideró la lista Gypsy woman, el single de presentación de Crystal Waters, cantante de house de Nueva Jersey que publicó tres grandes discos en los noventa. Pese al tono alegre del tema, su letra es bastante seria. Como explicó en una entrevista, habla de una mujer sin hogar que pedía limosna a la puerta de un hotel en Washinton DC, donde trabajaba la hermana de Waters; esta pasaba por allí a menudo y veía a la mujer que, pese a sus dificultades, se esforzaba por estar siempre hecha un pincel, bien vestida y maquillada. Ese contraste, ejemplo de cómo poner buena cara al mal tiempo, inspiró a Waters para escribir uno de los éxitos llenapistas más importantes de aquella década.