The Weeknd se gasta una fortuna en su nuevo ‘casoplón’

The Weeknd no escatima en gastos. No lo hizo poniendo dinero de su propio bolsillo para actuar en la Super Bowl montando una escenografía bestial, menos lo iba a hacer en la vivienda en la que residirá a partir de ahora. El músico canadiense vendió su anterior casa a Madonna (ni más ni menos) y se ha buscado un nuevo 'casoplón' en el que ha invertido una fortuna.

Abel Tesfaye, nombre real del solista, se ha gastado 70 millones de dólares en una espectacular mansión de más de 3000 metros cuadrados en una de las zonas más lujosas de California que seguro que muchos conocerán gracias a la televisión: Bel-Air.

Entre los pequeños caprichos que se ha dado el popular solista figura una cocina con dos islas creadas íntegramente en mármol italiano, una piscina interior climatizada, otra piscina exterior en cascada, decoración toscana en toda la casa, mobiliario vanguardista...

La casa pertenecía a la pareja de actores holandeses Reinout y Danielle Oerlemans, y fue construida sobre un terreno de 6500 metros cuadrados con vistas al Bel-Air Country Club. Nueve habitaciones, electrodomésticos de alta gama, sala de cine, gimnasio, estudio de grabación de música,spa con sauna, baño turco, biblioteca, cancha deportiva y un enorme jardín para disfrutar de la naturaleza.

Precisamente en esa parte ajardinada hay también una zona chill-out en el que la música electrónica de The Weeknd sonará mejor que nunca. El canadiense realizó una oferta a los anteriores dueños que no pudieron rechazar y que se ha convertido en una de las ventas inmobiliarias más caras de los últimos años entre las estrellas.

Un lugar idílico en el que comenzar a disfrutar de su nueva etapa musical. Con Take my breath ha dado carpetazo a la era Blinding lights y le ha dado la bienvenida a su nuevo proyecto musical que ya estamos deseando disfrutarlo.

El nuevo álbum de estudio de The Weeknd está en camino y si hacemos caso a las últimas publicaciones de Abel Tesfaye en sus redes sociales no tendremos que esperar mucho para disfrutar de él. Y es que las letras de la hipoteca de la nueva mansión del artista canadiense no se van a pagar solas. Porque una parte de su casoplón se lo hemos pagado entre todos los que hemos disfrutado de su música.