¿Cómo se mide la felicidad? Juan Pablo Jiménez nos da las claves
Por lo visto hay maneras de poder medir la felicidad
La felicidad, el objetivo de muchas personas. / Oscar Wong / Getty Images
Alguna vez te has preguntado qué es para ti la felicidad. Supongo que depende a quién preguntes, habrá una respuesta diferente. Juan Pablo Jiménez se fue al diccionario para conocer la definición más oficial y nos lo ha contado en su podcast El hombre en el espejo. “Es un estado de grata satisfacción espiritual y física”. Una frase escueta que tampoco aclara mucho.
En su podcast El hombre en el espejo, ha explicado que desde 2012, cada 20 de marzo celebramos el Día Internacional de la Felicidad. Fue promovido por la ONU que tiene un índice global de felicidad que publica anualmente tras medir la felicidad en 167 países.
Todo esto tuvo su origen en Butang, un pequeño país cerca de India que no tiene más población que Valencia. Para medir la felicidad, la dividen en aspectos que son más o menos fáciles de evaluar: salud, desarrollo personal, entorno social, vida social y diversiones, ambiente físico, relaciones interpersonales íntimas, finanzas y profesión o carrera profesional.
Cuestión de soberbia
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Juan Pablo ha ido más allá y ha querido saber por qué hay momentos en los que no existe esa felicidad. ¿Qué hizo? Descomponer su infelicidad. Se planteó lo desproporcionada que es a veces nuestra reacción ante algo que nos parece que está mal. La ira suele estar muy presente y eso le ha hecho pensar en todos los pecados capitales entre los que se incluye este.
Pero según él, la soberbia es el pecado que más influye para que el mundo no esté mejor. Volvió al diccionario. “Según la RAE, la soberbia es la altivez y apetito desordenado de ser preferido a otros”, explica. “La satisfacción y envanecimiento por la contemplación de las propias prendas con menosprecio de los demás”, es la asegunda acepción que recoge el diccionario.
Y como no hay dos sin tres, Juan Pablo también nos recuerda la tercera: “Cólera e ira expresadas con acciones descompuestas o palabras altivas o injuriosas”.
Para él, que no tiene como brújula la religión, sin embargo, los pecados capitales pueden servir como punto de partida. La soberbia le ha llevado a pensar en la trampa de la inteligencia, esa teoría de que las personas intelectualmente capacitadas hacen tonterías. Hay grandes ejemplos en la historia que van desde Steve Jobs a Albert Einstein. Ven la humildad como un rasgo de debilidad.
Así, que, si atamos hilos, resulta que podemos ser más felices siendo más humildes y no pasándonos de listos, ¿te apuntas? Juan Pablo Jiménez lo explica detalladamente en su podcast. Si te ha gustado este contenido, puedes encontrarlo en la App de LOS40, Apple Podcasts, Google Podcast y Spotify. ¡Suscríbete!
