Beatriz Luengo sobre su segunda boda con Yotuel Romero: “Cómo les explicaba a mis padres que me había casado”

La primera boda fue en Las Vegas y lo celebraron con Pau Donés o Juan Luis Guerra

Beatriz Luengo es una de esas artistas que ha vivido su vida al margen de lo que los demás pudieran opinar de ella y ha acabado convertida en una especie de ciudadana del mundo que lo mismo vive en París, como en los inicios de su relación con Yotuel Romero, como pasa por España o acaba viviendo en Miami.

Eso sí, desde que conoció al cubano en Un paso adelante, todo ese periplo lo han compartido juntos. En todos estos años no han hecho más que consolidar una relación donde el respeto y la admiración mutua prevalecen sobre todo lo demás.

Han ampliado la familia con dos hijos que han llenado su vida de luz y les ha hecho más conscientes de que hay que luchar por lo que quieres. Su idea es dejarles un legado no basado en lo material sino en los valores. De ahí, quizás, su vertiente reivindicativa de los últimos años que se ha visto reflejada en la música y su objetivo de utilidad que le han dado.

Y sí, si alguno se lo pregunta, están casados, aunque volverán a darse el ‘sí, quiero’, en un breve plazo de tiempo. No tienen fechas porque la pandemia marca este tipo de decisiones, pero Beatriz espera que esta vez su boda sea en España.

Últimamente la prensa ha hablado mucho de este tema y no es algo que termine de convencerla. “Vengo con Rakatá, número uno, mi Chanteíto, Patria y vida, que está levantando un pueblo y, de repente, hago entrevistas y titular: ‘Beatriz Luengo y Yotuel se van a casar’, ¿en serio? Dios mío, nosotros que nunca hemos sido nada del corazón”, asegura.

Primera boda en Las Vegas

Pero es consciente del interés que despierta y, por eso, no duda en explicar el porqué de esta segunda boda. “La cosa es que nos casamos en Las Vegas, solos, sin familia, nos dio por ahí en unos Grammy. Yotuel ese año se ganó dos Grammys y a la salida estábamos super felices y dijimos ‘vamos a casarnos’”, recuerda.

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No estaba su familia, pero no faltaron buenos amigos. “Así, como nos pilló, nos casamos. Yo vestida de dorado, ni blanco ni nada. Nos divertimos un montón y salimos a tomar algo con Pau Donés, que en paz descanse, lo recuerdo con un cariño tremendo. Me bendijo la boda Juan Luis Guerra. Fue todo maravillosamente improvisado”, confiesa.

Pero claro, luego tuvo que volver a casa. “Cuando llegué a Madrid me di cuenta de que, a mis padres, cómo les explicaba que me había casado y no les había hecho parte. Entonces, digamos que ahora, lo que queremos hacer, es una boda con la familia. Para disfrutar con ellos y celebrar el amor, pero con ellos, con la familia”, explica sobre lo que supondrá para ellos esta segunda boda.

Cristina Zavala

Periodista enamorada de todo el entretenimiento....