Especial
Nagore Robles confiesa sus complejos: “Yo me operé y me hubiera encantado no haberlo hecho”
El paso del tiempo le ha hecho ganar en autoestima y arrepentirse
Nagore Robles es una mujer que aparenta una gran fortaleza y seguridad en sí misma. Pero, es una humana, y como todos, tiene sus debilidades y complejos. Sobreviviré se ha convertido en una especie de sala de terapia donde volcar sus problemáticas y no ha dudado en compartir con sus compañeros influencers los complejos que ha tenido siempre con su físico.
“Yo era super deportista de pequeña, era un lince, era la hostia, las cosas como son. Hacía atletismo, taekwondo, natación, entonces era siempre super fibrada y no tenía pecho y tenía siempre complejo con eso de ‘tabla de planchar’, ‘plana’, ‘que pareces un tío’... sí que llegaba a afectar. Yo me operé y me hubiera encantado no haberlo hecho”, reconoce.
Ahora tiene esa seguridad en sí misma que le lleva a aceptarse tal y como es, pero en aquellos momentos le pudo la presión social. “Me afectaba mogollón, yo no llegaba siquiera a desnudarme delante de nadie, ni de familia, ni amigos ni nada, llegaba a tal obsesión y tal inseguridad, pero era todo por falta de autoestima y por dar más valor siempre al perfeccionismo, la belleza, los cánones, la exigencia de que una mujer debe ser tal, cual... a día de hoy no permito que nadie haga una sola valoración negativa no ya de mí, sino de nadie que esté cerca de mí”, sentencia.
Orgullosa de su cuerpo
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Alguien le ha comentado que sus brazos musculados parecen de hombre y ella está orgullosa porque es la herencia que le han dejado su abuela y su madre, dos mujeres trabajadoras y luchadoras. “Esto no es un brazo de hombre, esto es un brazo de super mujer”, aseguraba mostrándolo ante cámara.
También ha confesado que, debido a la lesión que padece, ha tenido que dejar de hacer deporte y está cogiendo peso. En una sesión de fotos le llegaron a decir que se estaba poniendo muy ceporra. Y que cuando anunció que iban a tener que buscar una modelo curvy para un proyecto le sugirieron que tal vez no hacía falta con ella dispuesta.
“En ese momento dije, voy a mandar un mensaje, ‘eso que has dicho está fuera de lugar’. Nunca puedes criticar el cuerpo de nadie, de una mujer, sin sensibilidad, sin que te lo hayan pedido y desde luego de estas formas. Hay mil motivos por los que una persona puede estar engordando, incluso, que le importe tres narices, y tú no tienes que dar ningún juicio de valor”, expresaba, aunque reconocía que luego esa persona luego le pidió disculpas.
El mensaje que ahora quiere transmitir es claro, hay que quererse un poco más.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...