Especial
El Chojín sobre el urban: “Sería interesante mostrar un poquito más de respeto hacia los artistas de reguetón”
No comparte el concepto ni es la música que consume, pero lo defiende
Eran los años 90 cuando Domingo Antonio Edjang Moreno ya estaba haciendo rap, aunque era más conocido como El Chojín. El chico de Torrejón de Ardoz (Madrid) apostaba por un género que lo petaba en Estados Unidos, pero que en España todavía estaba en los albores.
Desde entonces no ha dejado de compartir música y ha sumado una carrera en la literatura. Acaba de publicar Siete martes, una novela en la que reflexiona de manera entretenida sobre temas tan fundamentales como el racismo, la violencia de género o la salud mental.
Y es que, si algo se deduce hablando con él un rato, es que Chojín es un hombre que reflexiona desde la empatía del que sabe defender sus ideas respetando las de los demás. Y eso se aplica a todos los campos, incluido el musical. Ha estado trabajando en un nuevo proyecto, siete canciones que irán acompañadas de siete remezclas con colaboraciones que se ha tomado su tiempo para crear a su gusto y sin presiones.
Hay una escena urbana muy asentada, ¿cómo valoras este concepto?
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Fatal. Lo había dicho muchas veces en demasiados temas, esto de que ahora a esto le llaman música urbana, qué mierdas es esto. Esto es rap. No sé qué es la música urbana, pero a mí no me metas en eso, esto ya tiene nombre. Lo había dicho tres o cuatro veces y he decidido quitarlo para que no parezca que solo estoy pensando en esto. No entiendo qué es esto de la música urbana, me parece una muy mala definición porque no define nada. Música urbana teóricamente tendría que ser esa que se hace en la urbe y el rock se hace en la urbe, el pop se hace en la urbe, el rap se hace en la urbe, el trap, todo se hace en la urbe. A no ser que me hables de jotas o de música tradicional gallega con gaitas, eso no es urbano, pero todo lo demás es urbano. Así que no, no me gusta nada ese término. Me parece que se le ocurrió a alguien que le pareció una buena idea y se ha quedado ahí, pero es una cagada.
Y estos ritmos latinos que imperan de reguetón o trap, ¿cómo los ves?
Eso sí que me parece bien, ahí no tengo ningún problema. Soy muy pro que los autores hagan lo que les parezca. Luego yo decido si me gusta o no. Ahora mismo están muy de moda esos sonidos latinos y están muy bien porque contribuyen a una globalización positiva, desde mi punto de vista. También están muy de moda el afrobeat que ha hecho que muchos artistas africanos hayan conseguido cuotas de ventas que eran inimaginables hace diez años. Todo eso me gusta porque ha hecho que mucha gente que era de barrio y tenía pocas posibilidades de éxito en la vida, ahora vean que tienen una opción a través de una música que consideran suya y que les puede hacer llegar lejos. Yo me dedico a esto, paso una gran parte de mi vida escuchando maquetas de gente y es verdad que ahora, prácticamente, suena muy parecido y no pasa nada porque siempre ha sido así, todo el mundo quiere sonar como la gente que le gusta, pero me parece genial porque, aunque odio este verbo, lo voy a usar, sirve para empoderar a un montón de chavales que en lugar de estar en un estudio haciendo música podrían estar en un parque haciendo cosas que no deben. No me gustan mucho los estilos musicales como tales, no es que los disfrute demasiado, pero respeto mucho a todos los artistas del trap, del no sé qué ton, todo eso lo respeto. Además, nadie es ajeno a lo que ocurre y en este nuevo proyecto hay sonidos que sí son sonidos trap. No hago eso porque no es lo que controlo, pero todo eso es permeable.
De todas formas, no sé si las letras del trap tienen que ver mucho con las tuyas.
Eso no depende del estilo musical sino del artista. Es verdad que los estilos te dan permisos y si en un estilo se habla mucho de una cosa, al final, es más fácil que tú hables de eso, pero el estilo musical no determina necesariamente las letras. Y en eso quiero romper una lanza a favor de músicas que no son las mías y con las que, a lo mejor yo no disfruto especialmente, como puede ser el reguetón, pero creo que se está siendo muy injusto con el reguetón en cuanto a las letras porque sí que es cierto que hay artistas que, a mí, personalmente, no me gustan nada, pero al final están haciendo arte. Yo no lo entiendo, pero hay mucha gente que sí y que lo consume, y ya está, pero hay que decir que muchas de las cosas feas que dicen, son feas por la forma y no tanto por el contenido que es el mismo que se ha usado en el pop durante toda la vida o en el rock. Se dice lo mismo solo que de manera más explícita o moderna, si quieres. No creo equivocarme mucho si digo que el 85% de las canciones que se han escrito jamás giran en torno a la relación de una pareja. El amor y el desamor tienen cosas muy bonitas, pero muy intensas y dentro de esa intensidad estás justo en el momento en el que no se te tiene que escuchar porque es cuando más le quieres o más le odias y ahí no estás controlando la situación y es normal que se digan burradas y tonterías. Yo estuve dando una asignatura en la universidad de cultura española de los años 80 y cuando te pones a mirar las letras, uauuuu, se decían unas cosas cantando bonito, que podría ser para mandar a alguien a la cárcel. Sin ser mi estilo musical ni yo lo consuma, sería interesante mostrar un poquito más de respeto hacia los artistas de reguetón en general.
Además, el reguetón está dejando espacio cada vez a más mujeres que, en el rap, se veía más complicado, ¿no?
En general, el espacio de la mujer en la música siempre ha sido más o menos el mismo que es el de solista de un grupo, en general. Es muy complicado encontrar a una mujer que sea bajista, o batera o guitarrista. Normalmente están ahí delante cantando, eso es así. Normalmente la mayoría de las letras también las escriben los hombres. Ahora está cambiando un poquito, pero normalmente es así. Los técnicos de sonido… es una industria muy masculina que luego vende mucho entre el público femenino, que ahí es donde está la locura de todo esto. El rap no era ajeno a esto, había menos artistas mujeres que hombres, es una realidad. Pero llevo mucho tiempo en esto y he visto cómo ha ido evolucionando este tema. Al principio prácticamente tampoco había ninguna mujer entre el público. El rap era casi exclusivamente de consumo masculino. Abrías un concierto en los 90 y de las 120 personas que iban en esa época, 118 eran hombres y las dos que había eran la novia de uno y otro que habían ido porque tenían que acompañar a sus chicos que eran unos brutos. Lo cierto es que han pasado los años y actualmente ahora hago un concierto y no creo que me equivoque mucho si digo que el 50% son hombres y el otro 50%, mujeres. En ese sentido se ha abierto muchísimo y eso es muy bueno, nos falta visión femenina a la hora de contar las historias en el rap, hay menos mujeres raperas de las que me gustarían. En la música urbana esta que llaman, hay muchas artistas femeninas, pero sería interesante ver hasta qué punto el hecho de que sean femeninas indican que sea un apoyo al feminismo.
Y ya que estamos en este terreno de lo urbano, ¿qué te ha parecido la polémica de Balvin y Residente por el tema de los Grammy?
Me ha encantado, soy cero cotilla, pero me ha encantado. Residente me gusta mucho, me cae muy bien y me parece puro corazón. No tiene ningún miedo de meterse en el charco que toque, cuando toque. Es una polémica interesante, yo creo. Quitando la parte del morbo es interesante porque la gente fuera de los premios tiende a pensar que es algo absolutamente objetivo, pero en realidad es mentira. Es un grupo privado de gente que decide darle el premio a quien le dé la gana y quiera y lo hacen en función de sus intereses y no hay otra. Los Grammy que son como los grandes premios de la música, que se planteen cuánto de urbanos son los nominados, me parece una buena idea porque me parece buena idea porque es poner en el foco en esos premios, otra vez, y esos tipos de música. Me gustó la defensa que hizo de los premios y sé, aunque no seamos amigos, pero un poquito de relación sí tenemos, que él no es que tampoco valore demasiado esos premios. Ni esos ni otros. Era una forma de decir, soy Residente y tengo 31 Grammy, pero hay mucha gente que va a montar su gira alrededor de esa nominación a un Grammy. Son artistas que gracias a esa nominación van a poder dar de comer a su familia. En este caso en concreto yo estoy con Residente.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...