Adele recuerda emocionada la reconciliación con su padre antes de que falleciera

Adele está ocupando las portadas de todos los medios. El lanzamiento de su álbum 30 el próximo 19 de noviembre le ha convertido en una de las artistas del momento. Aunque lo lleva siendo desde que su música comenzó a sonar desde los puestos más altos de las listas de éxitos. Pero este estreno marcará su regreso a la industria, por lo que es aún más relevante.

Pero la británica ha demostrado que su vida no ha estado precisamente repleta de facilidades. Su divorcio y la relación con su padre la han marcado profundamente.

En una entrevista con Oprah Winfrey en el especial de CBS Adele: One Night Only, nuestra protagonista ha hablado precisamente de estos dos baches. Ha recordado a su difunto padre, que falleció a causa de un cáncer de intestino en mayo de este 2021.

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Mark Evans abandonó a Adele cuando ella solo tenía tres años. Esto marcó su vida para siempre y le llevó a tener una relación muy distante y escasa con él. "La falta absoluta de presencia y esfuerzo de mi padre...", dice Adele en la entrevista. "Pero al final entendí que era el alcohol", asegura.

Mark tuvo problemas de alcoholismo, lo que la artista asegura que el causante de su distanciamiento. Pero su abandono le dejó grandes secuelas a Adele en su vida. Tanto que ha asegurado que por ello nunca llegó a estar por completo en ninguna de sus relaciones. "Él fue la razón por la que nunca accedí completamente a lo que es estar en una relación de amor con alguien", señala.

No obstante, entender que lo que la separó de su padre fue el alcohol fue, sin duda, lo que le ayudó a dar el paso a reconciliarse con él una vez que Mark cayó aún más enfermo. "Nos perdonamos el uno al otro. Encontramos la paz juntos y entonces le puse mi álbum en Zoom. Fue increíble para mí y para él. Sus favoritas eran todas mis favoritas, y eso es increíble", recuerda la artista. Para ella, aquel momento fue "sanador".

Adele ha dado la bienvenida a una nueva etapa de su vida fuera del alcohol y cerca del cuidado de su vida. No nos referimos a su cambio físico, sino al mental, que, al fin y al cabo, es el más importante. Y si ella es feliz... ¡nosotros también!